14. LOA EN
LA PROFESIÓN DE LA HERMANA ISABEL DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO*
Discretísimo senado,
dóminas santas y bellas,1
monji-serafines todas
en ardores y en pureza;
jardín de diversas flores, 5
de abundantes frutas güerta,
y de perfumes divinos
pomo hermoso y cazoleta: 2
yo soy un pobre estudiante
tentado por ser poeta, 10
cosa que, por mis pecados,
me ha venido por herencia
porque: Qualis pater, talis filius, etc.3
Supe que en aquesta casa
hoy la fiesta se celebra 15
de las bodas siempre alegres,
siempre felices, y exentas
de las humanas desgracias
que ha vinculado la tierra
en todos sus regocijos 20
por más lícitos que sean.
En fin, supe se consagra,
se dedica y hace entrega
la hermana Isabel dichosa,
que hoy su himineo celebra4 25
con la sacra Trinidad,
que la persona tercera
enlaza dos corazones,
que en la voluntad dispuesta
de Isabel, hace que Cristo 30
tome posesión entera.
Tan a lo tierno la mira,
tan fino la galantea,
tan liberal la enriquece
y tan maestro la enseña, 35
que esperamos que ha de ser, 5
si humana correspondencia,
más que humano su fervor,
y que a comenzar dispuesta
se halla para una vida, 40
que
de virtudes compuesta,
dé a Dios infinita gloria,
y todas sus reverencias,
de tenerla por hermana,
sumamente estén contentas. 45
Ya Isabel, con nuevos bríos,
se dispone, y considera
que con lo activo de Marta,6
tendrá a María contenta,
porque no hará división 50
de dos hermanas tan buenas.
Con esto, el divino esposo
que ama tanto cuanto cela,
gustoso en su corazón
hará asiento, de manera 55
que ella, unida y transformada,
goce del cielo en la tierra.
Pero porque en tanto día
si todo fuese de veras,
sería cosa cansada, 60
melancólica y funesta,
quisiera templar, si acierto,
a lo humano, mi vigüela,
y que
en estilo gracioso,
me ayudasen las doncellas7 65
del sacro monte Parnaso,
sin que a lo serio compuestas
vengan en esta ocasión.
Con cuidado las espera
mi calabaza que en ayunas8 70
lo mismo están; poca cena
como ha dispuesto y trazado
la más lucida miseria,
la poquedad más bizarra
que ha sacado en quinta esencia, 75
con indecible trabajo,
la gran flema de Marcela.9
El otro día apostaron,
la madre ministra y ella,
a cuál haría más actos 80
de
escasez y de miseria.
Y sucedió un caso raro
que pide atención entera:
que entrambas a dos ganaron,
y quedaron muy contentas. 85
Quisiera, por mi consuelo,
el que la misma Marcela
relatara de sí misma
lo que hay en esta materia.
Mas dejémoslo al silencio, 90
que no es posible que pueda
explicarse con palabras
una cosa que es inmensa.
Pero la madre ministra
bien quisiera que comieran, 95
pero que no se gastara,
sí que de milagro fuera.
Ya presumo que dirán,
con causa, sus reverencias,
a qué propósito fue 100
el decir que era poeta.
Yo daré razón de mí,
que me he olvidado no entiendan
de lo que dije al principio.
Ninguna se me divierta, 105
ni me escupa ni me tosa, 10
se me recoja o se duerma,
que
es tan sutil y delgado
mi ingenio, que si bostezan
o hacen acción semejante, 110
se me perturba y enreda.
Es cosa para admirar
tan grande delicadeza;
si oyese yo que respiran,
hagan cuenta que no hay fiesta. 115
En fin, los días pasados
quise hacer cierta comedia,
digo, un coloquio que fuese
del gusto de la profesa.
Levantéme una mañana11 120
cuando, con boca de perlas,
despertaba el alba al sol
y acostaba a las estrellas,
porque: Aurora gratissima musis.12
Mas, con grandes aparatos, 125
salieron todas compuestas
las Musas, digo, que Apolo
me influía su elocuencia.
Vestidas gallardamente,
tocadas por excelencia, 130
traían joyas muy ricas,
velos, bandas, flores, trenzas,
aunque una vino muy tosca,
mala Musa, Musa adversa.
El desaliño y desaire 135
pienso que imitar pudiera
María de san Francisco
que tan gustosa le ostenta.
No traía, cual las otras,
arte, preceptos y ciencia; 140
ninguna las profesaba,13
gran defecto en la pobreza
porque: Necesitas caret leges.14
Madres mías, ¿eso hacen?,15
pues ya mi ingenio me deja; 145
si quieren que fiesta haya,
han de quedar como muertas.
Ríanse, pero de suerte
que no se oiga y se vea.
Quiero volver a decir 150
las dichas de la profesa.16
No hay que tratar, yo no acierto;
¿no quieren estarse quedas?
¿Concepción hase sentado?
Que perturbará si entra 155
a la mitad del coloquio,
que no será cosa nueva.
Gracias al Señor que ya
se va rompiendo la vena,
y si va tomando brío, 160
tendremos galante fiesta.
Un poquito ha estado floja,17
quiera el cielo que no vuelva
a enflaquecer; hagan, madres,
oración con toda priesa. 165
Atención, que va una cosa
con erudición muy nueva.
Válame Dios, ¡qué trabajo!,
no hay hipérbole que pueda
encarecer lo que pasa 170
de aflicciones un poeta
si sale; embota el ingenio 18
si la vena se le cierra:
no me ocurre de importancia
cosa que deciros pueda. 175
Corrido estoy y confuso,
¡quién escaparse pudiera!
Ea, consonantes tardos,
ea, gordas agudezas,
¿por qué me desamparáis 180
en
ocasión tan de veras?
Señoras monjas, yo voy
a hacer luego una receta
de anacardina, y un parche 19
de galvano o girapliega, 185
que dicen que es milagroso
para hacer que los poetas
en un instante disparen
los versos como escopetas;
también dicen, que es famoso,20 190
unas rosquillas muy buenas.
Vaya la madre ministra,
y venciendo su miseria,
de bollicos y rosquillas
me traiga una grande espuerta. 195
Con esto confío en Dios
que
en seis semanas enteras
habré compuesto una copla
con cuatro pies muy derecha.
Iré remitiendo así
200
algunas obras que ostentan
lo grande de mi talento,
lo lucido de mis letras.
Si de ello fueren gustando
mis madres, sus reverencias, 205
envían a mi posada
ricos dulces y conservas;
así, madres, he pensado
el dejar hecha una hacienda.
Quiero darles hoy las Pascuas 210
de la Navidad que llega,
que aunque faltan cinco meses,
la prevención siempre es buena.
"Quien da luego, da dos veces",
dice el adagio en mi tierra, 215
pues recíbanlas con gusto,
tengan las Pascuas cual sean
los años que yo deseo:
no se las demos a medias,
además que podrá ser 220
que ocupaciones me tengan
entonces sin atención,
y caiga en falta tan fea
como dejar de cumplir
con obligación como ésta. 225
Mas, porque ya se hace tarde
y mi compañía espera,
que a recitar el coloquio21
con grande afecto se apresta,
será
bien que cesen ya 230
las
burlas, porque de veras
digamos a nuestra novia
una palabra siquiera.
Y daréle un documento
que,
si bien común, encierra 235
una grande perfección
a que el alma santa ancla:
que
es que piense cada día
que
aquél es el que comienza
a
servir y amar su esposo22 240
muy
desvelada y atenta,
a no hacer imperfección
que alguna advertencia tenga,
que en lo frágil de esta vida
es imposible que pueda 245
pasar sin el tropezar.
Pero es menester que advierta
que ha de sacar más virtud
con el pesar y la enmienda,
y que a la oración continua 250
tan aficionada sea,
que ore sin intermisión
como san Pablo lo enseña.
Mas crea que la oración
no puede ser muy intensa 255
si deja de acompañarla
el silencio y la modestia,
sus sólidos fundamentos,
la humildad y la obediencia.
Levantará un edificio 260
con hermosura y grandeza;
compañera inseparable
la rica pobreza sea:
gozará de la abundancia
aunque tenga grandes menguas. 265
A la santa mansedumbre,
ni la olvide ni la ofenda,
que es de la humildad hermana
y de la paz muy parienta.
Con esto será, sin duda, 270
tan ajustada y perfecta
que sea Dios alabado
y engrandecido por ella.
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