19. Otro a la miseria
de las provisoras*
Mirando está, con gran lástima,
a cierto convento párvulo1
un ingenio, aunque poético,
con punta de enesiático.2
Y por huir de lo crítico 5
dio con estilo mecánico
al dicho convento pésames
de su desastrado cálamo.3
¡Oh monjas desdichadísimas,
Dios consuele vuestros ánimos 10
pues os ha puesto el Santísimo
en tanta copia de tártagos!
Bien
sé estaréis melancólicas
por ver que tantos preámbulos
gastastis con el Altísimo
pidiendo sujetos máximos 15
que para vuestra bucólica4
no fuesen de tanto obstáculo,
que es aflicción muy sin término
tener las bocas cual páramos. 20
Dio provisoras tan pésimas,
que yo estoy considerándolo
que les bastaba lo mísero
sin añadir lo flemático.
Disponer a lo marcélico,5 25
repartir a lo mariánico,
no lo aguardará un cernícalo,6
no lo sufrirá un galápago
aunque tienen a Escolástica,7
que es viva como un relámpago, 30
y guarda muy velocísima
aunque sea un triste rábano.
Marcela, por lo paupérrimo,
y Mariana, por lo tácito,
darán al mundo mil tósigos, 35
y con su miseria, escándalos.
Por lo sutil Escolástica,
por lo brioso y lo práctico,
con una maña pestífera
hará cien partes de un tábano.8 40
Todas tres están unánimes,
y juran en su habitáculo,9
serán siempre apocadísimas
como lo verán, mirándolo.
También dicen, muy científicas, 45
aunque en medio de su tráfago,
muy a lo docto y científico,
lo mesurado y lo trágico:
"Ensangosten los estómagos,10
que es un consejo jerárquico, 50
y volarán ligerísimas
a los celestiales tálamos.11
En ser templadas las vírgines
muestran esfuerzo magnánimo,
y para ser
como ángeles, 55
aun no les faltan dos átomos;
comer poco es salutífero,12
esto se ofrece pensándolo,
que si comieran sin límite,
anduvieran hechas guáncharos.13 60
Ansí nos enseña el Génesis14
el lastimoso espectáculo
de aquella gula mortífera
que nos hizo a todos lánguidos".
Y Mariana, sonriéndose, 65
mostrando su rostro plácido,
lo que no dijo, retórica,15
manifestólo en obrándolo
porque se fue al horno lúgubre
que es su esfera y tabernáculo, 70
y trazó, liberalísima,
dar a seis monjas, un pájaro.
Cierto que es cosa ridícula,
pero aquí da fin el cántico,
que son caros los esdrújulos,16 75
y así abreviemos el párrafo.
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