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Literatura Conventual Femenina
Sor Marcela de San Felix
Hija de Lope de Vega
Sor Marcela - Obra completa

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  • 6. Otras composiciones: seguidillas, liras, endechas y villancicos
    • 43. Jaculatorias disfrazadas en hábito de seguidillas
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43. Jaculatorias disfrazadas en hábito de seguidillas*

 

         Préstame tus ojos,

    amado mío,

         que no quiero, mi alma,

    ver con los míos.

         Vida de mi alma,          5

    dame un abrazo

         de ésos que tú sueles,

    muy apretados.

         Mucho dura esta vida,

    querido mío;                    10

         todos son estorbos

    de estar contigo.

         Dueño de mi vida,

    de amores muero;

         toma el alma, mis ojos15

    que te la entrego.

         Mientras más te trato,

    más me enamoras;

         ¡quién pudiera, bien mío,

    gozarte a solas!               20

         Yo hago mucho, mi alma,

    dándome toda,

         porque aquestas entregas

    de amor son obras.

         Si es atrevimiento       25

    pedir abrazos,

         el amor lo pague,

    que es el culpado.

         Pero no me contento

    con brazos sólo,               30

         a tus labios anhelo,

    querido esposo,

         que es pedirte, mi alma,

    la unión divina,

         por amor transformada35

    muerta a mí misma.

         No pretendo, querido,

    matar la llama:

         arda y quémese todo,

    que amor lo manda.         40

         Dulce vida mía,

    mucho me quieres;

         a ese paso regalas

    y favoreces.

         Blanco y colorado       45

    eres, amado,

         y mil gracias derramas

    por esos labios.

         O me engaña el deseo,

    dulce bien mío,                50

         o te tuve dichosa,

    ¡ay que lo digo!

         Aunque el pecho se quema,

    no pido agua,

         antes pido más fuego55

    vengan más llamas.

         Dulce dueño mío,

    ¿por qué te alejas?

         Si presente matas,

    ¿por qué te alejas?           60

         Si mis ansias te obligan

    y mis suspiros,

         date prisa, mi alma,

    corre, querido.

         Hasta que se vea        65

    con la posesión

         de tus brazos, mi gloria,

    no descansa amor.

         Pues que vives dentro1

    de mi corazón,                 70

         bien sabrás, dueño mío,

    su grande afición.

         Si más fuerzas tuviera,

    con más te amara;

         sobran los afectos       75

    y ellas me faltan.

         Anda acá, mis amores,

    te recibiré

         con deseo amoroso

    y desnuda fe,                   80

         como tú quisieras,

    amado mío,

         que de veras la muerte

    fuera mi alivio.

         No cómo, siendo     85

    tan grande señor,

         me has robado potencias,

    alma y corazón.

         Mientras más me regalas,

    amado mío,                     90

         más memoria tengo

    de mis delitos.

         Yo me tengo la culpa,

    querido mío,

         de no estar, mis amores95

    siempre contigo,

         que un enamorado

    para siempre amar,

         ningún accidente

    le puede estorbar.          100

         Cuando yo te requiebro,

    querido mío,

         ya con tus caricias

    me has prevenido.

         Aunque más disimules, 105

    querido mío,

         bien yo lo que gustas

    de estar conmigo.

         ¿Para qué son desdenes,

    belleza mía,                   110

         si yo que me amas

    más que a tu vida?

         Cada instante me pones

    nueva obligación,

         pero, mis amores,      115

    lo hago peor.

         Con mesura respondes

    cuando me abraso;

         mira que más me enciendes

    disimulando.                  120

         "Date prisa" te llamas,

    amado mío,

         y en venir a mis ruegos

    tardas un siglo.

         Dulce dueño mío,      125

    oye mis quejas:

         mátame de amores

    y no de ausencias.

         Si las ansias son grandes

    y los incendios,              130

         son mayores las causas

    que los efectos.

         Que se quema tu lecho,

    querido mío;

         toquen, toquen a fuego, 135

    que anda muy vivo.

         Mira que me matan

    ansias de verte,

         en tan dulce agonía,

    dichosa muerte.             140

 

 




* Páginas 423-429.

Título: estas seguidillas tienen combinación libre de vv. de 7 y 6 en los impares; en los pares son de 6; algunos vv. son agudos. Para conseguir 6 sílabas en el v. 5, hay que hacer hiato entre "mi" y "alma".

 



1 (v. 69) vives: en el ms. se lee " viven" que creemos errata.




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