4. Coloquio espiritual "de Virtudes"*
Jesús, María, Josef, Ángel
Custodio
Entre:
El
Alma,
La Oración,
La Tibieza,
El Amor Divino.
Entra el Alma, y la
Tibieza.
ALMA Siempre me estás
persiguiendo;1
vete, Tibieza, de
aquí,
que si viene la
Oración,
nos reñirá como suele.
TIBIEZA Pues por eso te
conviene
5
no tratar tan de
contino
con tan mala
condición.
ALMA Tú tienes poca razón
y no sabes
estimar
las partes de la
Oración, 10
su condición, su
valor,
su gracia y
afable trato.
TIBIEZA No te sale muy barato,
pues ni comes ni
sosiegas
después que con
ella vives; 15
desde entonces me
persigues,
ni me regalas ni
acudes.
Con tanta
descortesía
me tratas desde
aquel día,
Alma, que no te
conozco. 20
Solías ser más
tratable,
más cortés, más
agradable,
con todos
comunicabas,
era grande gusto
hablarte.
De todos huyes, ¿qué
es esto?, 25
y de mí en
particular;
casi no te puedo
hablar,
tan estraña tan
austera.
¿Quién habrá que
no se muera
de congoja y
aflicción? 30
ALMA Cesa, y oye la razón
de la mudanza que
dices:
que siempre me
contradices
y no me dejas
lugar,2
y harás mejor en
callar 35
que serme tan
importuna.
TIB.
¡Oh desdichada fortuna
cuál la tiene la
Oración!
Ya no escucha mi
razón
y sólo las suyas
oye, 40
y de mí no se
hace caso.
ALMA Paso, paso, que estás
ya3
muy descortés y
atrevida.
TIB. No te enojes, por tu vida,
que por quererte
yo tanto 45
te doy amorosas
quejas.
ALMA Nunca, Tibieza, me dejas,
siempre me
aprietas y afliges,
nunca de esto te
corriges
ni admites mi
corrección,4 50
sientes mal de la
Oración
a quien estimo y
venero,
y, por ella, no
te quiero,
que es tu mortal
enemiga.
Y si hay quien la
contradiga 55
en mi casa y a mi
lado,
iráse, y como la
amo
siento mucho
darla enojos.
TIB. Pues, por vida de tus ojos,
que es una vieja
engañosa 60
y aunque
halagüeña, enfadosa,
toda melindres y
estremos;
si nos vemos, no
nos vemos,5
nunca contenta
con nada,
y torciéndonos la
cara 65
a cualquiera
ocasioncita,
ni nos pone ni
nos quita
para tanta
barahúnda.
ALMA Yo no sé en lo que se funda
tu locura y
desconcierto. 70
Pues mira, y
tenlo por cierto,
que la Oración ha
de ser
todo mi bien y mi
ser,
mi guía, mi regla
y norte.
Tib.
[Aparte](¿Quién habrá que me
reporte6
75
viéndome tan
despreciada
del Alma y tan
ultrajada
por mi enemiga
Oración?
Mas la
disimulación
me conviene en
este aprieto.) 80
ALMA Ya te digo que, en efeto,
siempre la pienso
buscar
y con ella
sosegar
mi inquietud y
mis congojas.
Ya no quiero tus
lisonjas 85
y halagos vanos y
feos,
y te digo sin
rodeos,
que no quiero ya
tratarte;
por eso, vete a
otra parte
donde seas
admitida. 90
TIB. Acaba ya, por tu vida,
de despreciar
quien te quiere
y, por tu bien,
sólo puede
padecer y sufrir
tanto.
ALMA ¡Oh cuánto me pesa, oh
cuánto,
95
el verte tan
relajada!7
TIB. Mejor dijeras, burlada,
pues me tratas de
tal suerte.
No está muy lejos
mi muerte
por
correspondencia tal. 100
ALMA Si tú me tratas tan mal
a mi querida y
amiga,
¿qué quieres tú
que te diga
si me das dos mil
pesares,
si tú con ella no
cabes, 105
si ella te
aborrece a ti?
TIB. No quiero yo para mí
el bien que a ti
te deseo.
Como con ella te
veo
las horas y los
momentos, 110
presumo que te
trae cuentos
dañosos para tu
vida,
que te gasta sin
medida
el tiempo, y que
no le tienes.
Veo que no te
entretienes 115
siquiera un rato
con nadie,
que no dices un
donaire
ni le oyes de
buena gana,
y que, por tarde
y mañana,
te escondes y te
retiras, 120
que por tu salud
no miras
ni haces caso de
la vida,
que sin tasa y
sin medida
te pones en los
trabajos,
y a los altos y a
los bajos 125
tienes en poco y
desprecias,
que gustas de las
más necias
si tratan con
Oración.
ALMA ¡Oh qué larga relación
vas haciendo de
mi modo! 130
Y, considerado
todo,
parece que estoy
más tierna,
que si Oración me
gobierna
con tanta
severidad,
pienso que me ha
de acabar 135
las cortas
fuerzas que tengo.
También sus penas
me da.
TIB. Pues y cómo si dará;
adelante lo verás
si no la dejas y
huyes 140
como merece y
deseo.
[Aparte](Yo lo veo y no lo creo,
que al Alma
rindiendo voy.)
Los parabienes te
doy,
Alma amiga, de tu
dicha. 145
ALMA Es muy notable desdicha
tal padecer, tal
penar.
TIB. Y aquello de siempre andar
cabizbajos y
estrujados,
afligidos y
empanados8 150
en desvanes y en
rincones;
si tú no lo
descompones,
linda vida has de
tener.
ALMA Pienso comer y beber
sin ahogo ni
estrechura. 155
TIB. Deja ya tanta clausura
de potencias y
sentidos,
que parece que
oprimidos
los tienes en una
prensa.
Y la Oración no
te venza, 160
que es astuta y
lo procura.
ALMA Mejor me dé Dios ventura
que yo me deje en
sus manos.
TIB. Más quiero que con estraños
comuniques, que
con ella, 165
ALMA No volveré más a ella,
digo con continuación.
TIB. Su hermana, la Devoción,
yo asiguro que te
obligue.
ALMA Pues como yo me
retire,
170
con eso poco
podrán.
TIB. Notable prisa me dan,
porque desean
hablarte
dos personas de
buen arte
y que tratan de
virtud. 175
ALMA Ahora tendré más quietud
y habrá tiempo
para todo.9
TIB. Pues bien será de ese modo
decir que pueden
entrar.
ALMA Aun espero más
lugar,10
180
y podrá ser que
mañana,
y con eso nos
veamos.
TIB. Ea, dame aquesas manos.
ALMA
Y los brazos, ¿por qué no?
Sale la
Oración.
Oración
Porque lo impediré
yo,
185
que aún estoy
viva en el mundo.
Tib.
[Aparte](¿Hay descuido más profundo?)
¿Por dónde
pudiste entrar?
Mas sin duda que
al cerrar11
las puertas de la
razón, 190
pudiste entrar,
Oración,
para venirme a
matar.
[Aparte](¿Hay tal pena, hay tal trabajo bajo
como me da la
Oración?)
ORAC. Quitarte la
posesión
195
del Alma
pretendo, loca.
TIB. Tu porfía me provoca
a que diga
desatinos.
ORAC. Porque notables
caminos,12
vuelve Dios al
Alma así. 200
TIB. Malos años para ti.
ORAC. De tu rabia estoy gozosa.
TIB. Miren ya la melindrosa,
desabrida y
retirada.
ORAC Jamás serás bien hablada
205
ni en tus yerros
habrá enmienda.
Tib.
[Aparte](¿Porque ella me reprehenda
he de quedar
enmendada?)
Hipócrita y mal
mirada;
estoy que pierdo
mi seso. 210
ORAC. No te pasarás con eso,
que yo haré
echarte de casa.
¿De casa? Y aun
de la corte.
TIB. ¿De la corte? Bueno es eso,
después que la
traigo en peso 215
y soy su guía y
su norte.
ALMA Por mi amor, que se reporte,
señora Oración,
no más,
que Tibieza es muy
honrada.
ORAC. Como tú la diste
entrada,
220
estás ciega y
atrevida.
Dime, ¿qué fue la
ocasión?
ALMA Vuestra seria condición,
y hallaros
algunas veces
tan seca y tan
desabrida 225
que ya no os
puedo sufrir,
que, o me he de
dejar morir
o buscar mi
desahogo.
Basta que lo deje
todo13
sin tan estraña
apretura. 230
¿No dio Dios a la
criatura
ojos, lengua y
sus oídos?
Vos queréis que
estén dormidos,
o muertos, diré
mejor.
Aquéste es mucho
rigor; 235
yo tengo mi
voluntad.
Con vos, no más
que amistad;
no me apretéis de
tal suerte
que me ocasionéis
la muerte
y una vida
miserable. 240
ORAC. En fin, has sido
mujer14
y, como mujer,
mudable.
[Aparte] (Quiero usar de mi blandura,
que si le muestro
rigor,
ese poquito de
AMOR 245
que me tiene,
olvidará.
¡Qué pensativa
que está!
Ahora démosle un
recuerdo.)
¿Y tu esposo, que
es tan tierno,15
ha venido por
acá? 250
ALMA Antes anda por allá,
y no puedo darle
alcance.
Tib.
[Aparte](Parece que pierdo el lance;
quiero atreverme
y llegar.)
Mira que estás en
ayunas 255
y el estómago se
ahíla.16
ALMA ¿Está a punto la comida?
TIB. Por estremo sazonada.
ALMA Yo me siento bien cansada
y con gana de
dormir. 260
TIB. Yo te lo quise decir;
acaba con Oración
y no escuches sus
razones.
ALMA En gran confusión me pones,
y no sé cómo
dejarla. 265
TIB. Pues yo no puedo aguardarla,
que el hambre me
da fatiga.
Alma
[Aparte](No sé cómo se lo diga;
ea, quiérome
atrever.)
Un poco tengo que
hacer, 270
con tu licencia
querría,
y también tu
bendición.
ORAC. Si fueran de perfección
las acciones a
que vas,
contigo fuera; y
pues vas 275
por sólo
relajación17
y por quererlo
Tibieza...
TIB. Si le duele la cabeza,
¿será pecado
acostarse
y con eso
repararse 280
para volver a
penar?
Orac.
[Aparte](En fin, ello ha de pasar,
que está muy
determinada.
Mas no me tiene
dejada
tan del todo que
no pueda 285
quedarme alguna
esperanza
y mucha
perseverancia.18
Mi amiga me ha de
ayudar.)
Alma, ¿quiéresme
llevar
y estaré a tu
cabecera? 290
TIB. Aqueso, cuando se muera
que, por ahora,
yo sobro.
ORAC. ¡Oh quién te pusiera en cobro,
Tibieza en una
galera
y allí te hiciera
remar! 295
TIB. Bien te puedes acostar,
que todo está
prevenido.
ALMA En mi vida no he tenido
tal cansancio y
pesadumbre.
ORAC. Aquesta negra
costumbre
300
de conversar esta
dama
hasta ponerte en
la cama,
pienso que no ha
de parar.
ALMA No me puedo desviar19
tan del todo como
piensas. 305
ORAC. Estas todas son ofensas
que se hacen en
mi cara.
ALMA En que nos mira
repara,20
y no te me
llegues mucho.
Orac.
[Aparte](Con la caridad
escucho 310
del Alma las
liviandades,
y para entrar con
verdades
espero tiempo y
sazón.)
TIB. ¡Que no nos deje Oración!
¿Hay tan cansada
mujer? 315
ORAC. ¿Cuándo te tengo de ver,
Alma sin Tibieza
al lado?
ALMA Como ella, en fin, me ha crïado
y me tiene tanto
amor,
no puedo hallar
ocasión 320
tan grande que la
despida.
Ella procura mi
vida,
mi contento y mi
salud;
también trata de
virtud
aunque es mujer
de buen gusto.21 325
ORAC. Para atormentar al justo
tiene gracia
singular.
ALMA Yo no la puedo dejar,
que me entretiene
y regala,
y me quiere con
exceso. 330
ORAC. Muy bien pasarás con eso
y a tu esposo agradarás.
No llegarás tú
jamás
a espíritu
verdadero
si no sacudes
primero 335
la Tibieza, a
quien alabas.
Y cuando más me
tratabas,
¿nunca tuviste
regalo,
nunca estuviste
contenta?
ALMA Pides tan estrecha
cuenta
340
de acciones y
pensamientos,
que das notables
tormentos
a potencias y
sentidos;
siempre que están
divertidos22
te parece, y yo
me aflijo; 345
y no sé quién te
lo dijo
que luego lo
sabes todo.
Tienes tan
terrible modo
que te digo, en
conclusión,
que no me siento
con fuerzas 350
para tanta
perfección.
TIB. Dios te dé su bendición.
[Aparte](¡Con qué donaire lo dice!
¡Cómo no la
contradice
mi señora la
Oración! 355
¡Qué triste y
fría ha quedado!
No sé cómo no le
ha dado
algún mal de
corazón.)
¿Háse asustado mi
reina,
quiere un poquito
de agua? 360
ALMA Gran discurso piensa y fragua
tanta disimulación;
¿si se ha
arrobado Oración?
TIB. Antes pienso que se ha muerto.
ALMA Vida tiene, yo lo
siento,
365
que aún la tengo
algún amor.
Orac.
[Aparte](¿Hay tan extraño rigor,
hay tal ceguedad
y engaño?
El remedio de
este daño
sólo puede ser
Amor.23 370
Llamar quiero a
mi señor
y darle cuenta de
todo.)
ALMA Muy bien podré de ese modo,
Tibieza, ya
descansar.
TIB. Bien te puedes
acostar,
375
que hay calentura
y no poca.
Orac.
[Aparte](¿Que se deje de una loca
gobernar el Alma
ansí?
No hay más que
aguardar aquí;
quiérome ya
declarar.) 380
Al Amor quiero
llamar.
Alma, por Dios,
no te escondas,
y mira que le
respondas
con más agrado
que a mí.
ALMA Como yo le vea
aquí,
385
ten por cierto
que soy tuya.
ORAC. Procuro que seas suya,
que yo soy medio
no más.24
Él es el fin
donde vas;
no te pares en
los medios 390
y acertarás el
camino.
ALMA ¿Cómo contigo no vino
el Amor, pues le
deseo?
ORAC. Para disponer,
primero,25
es fuerza, toda
la casa 395
esté adornada y
compuesta,
limpia y
desembarazada
como conviene a
posada
de tan gran rey y
señor.
ALMA ¡Ay, mi querida
Oración,
400
quién le viera ya
en su pecho,
que de contrición
deshecho
lágrimas distila
y vierte!
ORAC. En viéndote de esa suerte
lo daré todo por
hecho. 405
Es tan piadoso
señor
el Amor dulce y
süave,
que no hay cosa
que no acabe
con él un solo
suspiro.
ALMA ¡Ay mi amor, ay mi
querido,
410
qué ingrata he
sido y qué fiera!
ORAC. ¿Cómo es posible que quiera
dejarte de
perdonar
viéndote por él
llorar
y afligir de tal
manera? 415
ALMA Él permita que me muera
si le tornare a
ofender.
Sale el Divino
Amor.
AMOR Vivirás, Alma, y tendré
la gloria de ser
tú mía
y de que ganes
victorias. 420
ALMA A ti se deben las glorias,
dulce dueño de mi
vida.
Muy engañada
vivía;
la Tibieza lo
causó.
AMOR Pues por eso vine
yo
425
a desterrar a
Tibieza.
Vete, necia
porfiada.
TIB. No dejo de ir bien medrada.
¡Ay, desdichada
de mí!
[Aparte](Quiérome ir presto de aquí,
430
que es poderoso
señor
aqueste Divino
Amor
y tiemblo donde
él está,
que con sólo que
me mire,
presumo me
matará.) 435
Váse la
Tibieza.
AMOR ¿Fuése la astuta Tibieza?
ORAC. Sí, señor, y va corrida.
AMOR Si no se pone en huïda,
le hago cortar la
cabeza.26
ORAC. En tu presencia,
señor,
440
no pueden estar
los vicios.
Y así son ciertos
indicios27
de que vives en
el Alma,
cuando ella lleva
la palma
y triunfa de su
enemigo. 445
AMOR Si me tiene por amigo,
no habrá bien que
no posea.
ALMA ¿Cómo habrá, señor, quien pueda
ofender tanta
bondad?
Mas púdolo mi
maldad, 450
que hace punta a
tu grandeza.
AMOR Por eso yo, con destreza,
sé vencer tus
desvaríos.
ALMA Muy grandes fueron los míos,
yo lo confieso,
señor, 455
pero, por eso, de
amor
son tus obras y
tu nombre.
Y por eso a nadie
asombre
ver que me
perdones tanto.
ORAC. Cierto que yo no me
espanto,
460
antes cierto una
admirara
si el Amor no
perdonara,
aunque el Alma
mal mirada
hubiera errado
otro tanto.
¿Queréis, Amor
sacrosanto, 465
que le diga al
Alma yo
las riquezas y
los dones
que están ya con
prevención
dispuestos en
vuestra casa
para su gusto y
honor? 470
AMOR Bien puedes manifestarle,
que atenta
escucha, Oración,
lo que a tanta
costa mía
quiero darle en
posesión.
ORAC. Tiene tu esposo
querido,28
475
Alma dichosa, un
palacio
digno de su
majestad
con soberano
aparato.
Las puertas son de
cristal,
margaritas y
topacios
las guarnecen y
hermosean 480
con artificios
muy raros.
De miel corren
dulces fuentes
en los jardines y
prados,
cuyas olorosas
flores 485
en sus matices
tan varios,
a los ojos que
las miran,
parece están
convidando.
Pues las
sazonadas frutas,
jamás su beldad
dejando, 490
inmortales no
padecen
corrupción, que
reservando
su belleza y su
sabor,
alegres se están
mostrando.
No hay en esta
casa luz, 495
que el cordero
soberano29
es la antorcha
que la da.
En este imperial
palacio,
los moradores que
tiene,
no hay decir cuán
encumbrados 500
está, y cuán
satisfechos
de gustos tan
soberanos.
A Dios ven, con
Dios están
unidos y
transformados.
Con esto, ponte a
creer 505
cuántos gustos
han pensado,
cuántos deleites
tenido,
cuántos bienes
deseado
todos los hombres
que hay,
los por venir y
pasados, 510
y haz cuenta que
todo es nada,
es una coma, aun
no rasgo
de lo que gozan
felices
estos
bienaventurados.
Del solio excelso
de Dios, 515
donde asiste
sacrosanto,
no podré hablar,
aunque sea30
de los querubines
altos,
los que le
asisten y sirven
serafines
abrasados; 520
que de las tres
jerarquías
los espíritus
alados,
los ángeles, los
arcángeles,
los tronos tan
realzados,
las dominaciones
fuertes, 525
todos asisten
temblando,
que a Su Majestad
tremenda,31
reverentes y
humillados,
cantan y alaban a
un tiempo
entonando:
"santo, santo", 530
que, repetido
tres veces,
lo trino
manifestando,
dan al Alma más
aprecio
de este misterio
sagrado.32
ALMA No digas más,
Oración,
535
que me tienes
admirada,
y casi ya
transportada
tan gustosa
relación.
Pero de mi
condición,
quiero que
adviertas agora, 540
que todo cuanto
atesora
mi esposo en su
gran palacio,
aunque lo estimo
y venero
por ser suyo, que
es razón,
no me da más
afición 545
ni mueve mis
pensamientos,
que otros más
altos intentos
viven en mi
corazón.
Al Amor desnudo y
fuerte
anhelo con tanto
afecto, 550
que he de
alcanzarle, en efecto.
Confío en mi
amado esposo;
no busco el dulce
y sabroso
sino el
desinteresado,33
que aqueste fin
he mirado 555
para fundarme
mejor.
Que afectar al
tierno amor34
por lo dulce y lo
gustoso,
tiene más de
sospechoso
que de fineza y
verdad. 560
AMOR ¡Oh con cuánta voluntad,
Alma, escucho tus
favores!
Manifiestan tus
ardores
lo aprovechada
que estás.
Agora
conocerás
565
cuántos daños te
causaba
la engañadora
Tibieza.
ALMA Yo le debo a tu grandeza
que se apartase
de mí,
y si vuelve más
aquí, 570
contigo me
libraré.
AMOR Si ella lo intentare, haré
castigar su
libertad.
ALMA Deseo andar en verdad
delante de ti y
de todos. 575
ORAC. Muchos caminos y modos
tiene Dios para
llevar
al eminente lugar
de la heroica
perfección.
Mas entre todos
escoge, 580
Alma, el de la
desnudez;
aquesto, una y
otra vez,
te aconsejo y
persuado
por ser el cierto
y siguro.
ALMA Decirme mejor no
pudo
585
tu afecto lo que
me importa.
AMOR Ya de descansos acorta,
y entrará
Contemplación,
vecina de la
Oración,
y muy querida de
mí.
590
Y advierte que,
desde aquí,35
has de ser muy
conversable,36
muy urbana y
agradable
con las virtudes
más bellas,
que son las
grandes doncellas 595
cuya
comunicación,
y su amiga la
Oración,
te hará perfecta
y dichosa,37
noble, rica y muy
hermosa,
y a mis ojos
agradable. 600
No quiero ya que
te hable;38
tente de otra
suerte o porte,
y lo que aquesto
te importe,
Alma, presto lo
sabrás
y luego
conocerás
605
mi amor y tu
obligación.
ALMA Ayuda, amiga Oración,
he menester para
dar,
de este favor
singular,
gracias al Amor
Divino. 610
ORAC. Él es tan tierno y tan fino
que se da por
satisfecho
de que guardes en
tu pecho,
con afecto
agradecido,
cuanto hubieres
recibido 615
de su mano
liberal.
ALMA Yo no tengo otro caudal
para pagar
beneficios
más de unos
cortos indicios39
de que deseo
acertar, 620
para buscar en
mis obras
su agradable
voluntad.
ORAC. Con eso yo te asiguro
que no dejes de
acertar,
porque la recta
intención 625
da la perfección
a todo.
ALMA Deseo saber el modo
cómo poder
agradarte.
AMOR La mayor ciencia y el arte
más breve y de
más primor, 630
es ejercitar a Amor40
en palabras y en
acciones,
el sufrir
persecuciones,
el abrazar las
virtudes
todas y, en
particular, 635
las que son de
más estima.
Esta es la cumbre
y la cima
del monte de
perfección;
subirás con la
Oración,
compañera
inseparable, 640
y llevarás por tu
guía
a la emperatriz
María
que es de las
virtudes reina,
que, si te rige y
gobierna,
llegarás a
conseguir 645
el fin de tus
esperanzas
fundadas en tal
aurora.
ORAC. Esta celestial señora
desea que te
dispongas
para hacerte mil
favores. 650
ALMA Todos mis vanos temores
pierdo con su
protección.
ORAC. Pues logra bien la ocasión,
y pídela que te
ayude.
AMOR Como madre, siempre
acude
655
a quien la llama
de veras.
ORAC. Para que obligarla puedas,
imítala en sus
virtudes
y, muy en
particular,
pon siempre en la
caridad, 660
reina de todas,
tu mira.
AMOR Y verás cómo te anima
a procurar las
demás
para no
desfallecer,
porque es grande
su poder 665
y no hay cosa que
no venza.
Será tu amparo y
defensa
mi enamorada
Humildad,
dama, aunque
pobre en la tierra,
que grandes
bienes encierra 670
y atesora para el
cielo.
Que no estimas
bien, recelo,
a su hermana la
Pobreza,
señora de la
grandeza
que pregonan sus
estados, 675
patrimonios y
dictados,
que fundó la
confianza
firme en Dios,
que tanto alcanza,
más que los reyes
del mundo
conquistando sus
grandezas, 680
que las humanas
riquezas,41
como pudieron
llegar
a lo que sabe
Dios dar
a quien ama la
pobreza.
La macilenta
Abstinencia 685
doncella de gran
valor,
como hija de la
Oración,
te acompañarás con
ella,
y con su hermana
menor
Modestia,
discreta dama, 690
de grande nombre
y gran fama,
siempre buscará
tu honor.
Y de su hermano
mayor,
a quien llaman el
Silencio,
a alabarte no
comienzo 695
porque no podré
acabar,
y es menester dar
lugar
a otras señoras y
damas
que gusto que
comuniques,
y que a las demás
les quites 700
toda
comunicación.
Y todas, en
conclusión,
son a Oración muy
cercanas,
como son primas y
hermanas,
tías o sobrinas
todas. 705
Si a tratarlas te
acomodas,
darásme gusto
notable.
ALMA Y dime, señor amable,
¿cuándo las tengo
de ver?
AMOR Cuando sepas
merecer,
710
y yo te las
comunique.
ORAC. Dispónte y no habrá tardanza.
AMOR La noble Perseverancia,
con su grave
ancianidad,
dará lustre a tus
acciones, 715
y si a tu lado la
pones,
todo lo
conseguirás.
A Resignación
harás
que te asista y
no se aparte
de tu presencia
un instante, 720
que al punto en
mil confusiones
te pondrán las
ocasiones,
y luego serás
perdida.
Regálala, por tu
vida,
que es menester
gran cuidado; 725
no se te quite
del lado,
vuelvo a
encargarte mil veces.
Y mira que no
tropieces
con Resignación
en nada,
que es mujer muy
delicada 730
y te importa su
amistad.
Tenla siempre con
verdad,
que es dama de
grande porte;
cuánto agradarla
te importe,
muchas veces lo
has oído. 735
Basta que por
enemigo
me doy de quien
no la tiene;
tanto observarla
conviene,
tanto me ofende
su ofensa,
que me ofrezco a
su defensa 740
con mi poder
soberano.
Traerás siempre
de la mano
al buen viejo, no
dar quejas,
porque si de ti
le alejas
enojarás a
Silencio, 745
a Modestia y las
demás,
y luego
exprimentarás42
mil molestias y
fatigas.
Lo que pasares no
digas,
Alma, sino a Dios
nomás, 750
y tantos bienes
verás
en ti que te
maravilles.
Ya te lo dije
otra vez:
a la hermosa
Desnudez
quiero que
estimes y honres 755
porque mi esposa
te nombres,
que no lo serás
si a ella
no la quieres de
manera
que la prefieras
a todas
que se te darán
licencia. 760
No me olvido de
Obediencia,
señora tan
principal
que todo cuanto
caudal
tuvieres, Alma,
adquirido,
si con ella no
has vivido, 765
haz cuenta que
todo es nada;
ella tus faltas
repara
y a tus bienes da
valor.
ORAC. Parece ya, gran señor,
que os esperan
con la fiesta.43 770
ALMA Ya tengo yo manifiesta
de vuestra
inmensa bondad
tanta merced, que
caudal
quisiera para
poder
sabéroslo
agradecer 775
como pide el
beneficio.
ORAC. Ese es, Alma, el propio oficio
que me toca; yo
lo haré.
AMOR Ven, Alma mía, y haré
que descanses en
mis brazos. 780
ALMA ¡Oh felicísimos pasos
que en tu
servicio he de dar!
AMOR Ea, ven a descansar.
Llévala presto,
Oración,
pues que con
agrado acudes. 785
ORAC. Aquí, mis madres, se acaba
el coloquio de
virtudes.
ALMA Recibid la voluntad.
AMOR Y perdonad nuestras
faltas,44
que Amor, que nos
hizo hacerlas, 790
también puede
perdonarlas.
A Gloria y honra de Dios
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