41. A la Pasión^*

         Oh dulcísimo Jesús,

    ya eres varón de dolores

    que apura sangre vertida;

    que amas mucho se conoce.

         Si de tu pasión sagrada  5

    contemplando sus rigores,

    no te rindiese la vida,

    más dura seré que el bronce.

         Tus amorosas finezas

    siempre pago con traiciones,  10

    que en mi proceder villano

    es la moneda que corre:

         ¡ese bellísimo rostro¹

    que selló con sinrazones

    mano aleve y atrevida,²  15

    pero yo descargué el golpe!

         Por cinco abiertas ventanas³

    quiere tu piedad que logre

    el entrar a contemplar,

    Dios mío, tus afliciones.   20

         Para saber estimar

    tus afrentas y dolores

    será el camino más breve

    tu imitación más conforme.