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Literatura Conventual Femenina Sor Marcela de San Felix Hija de Lope de Vega Sor Marcela - Obra completa IntraText CT - Texto |
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APÉNDICE – NOTICIAS DE LA VIDA DE LA MADRE SOROR CATALINA DE SAN JOSEF, RELIGIOSA TRINITARIA DESCALZA* En el nombre de la Santísima Trinidad. Alabado sea el Santísimo Sacramento. Amén.
Confieso mi imperfección en la repugnancia que tengo en
cumplir con esta obediencia, y en haberme dejado llevar de ella replicando
tanto y teniendo tanto discurso y ojos para ver que se me encargaba una cosa
sobre mis fuerzas. Porque para hablar en las virtudes de Y
es tan grande y levantado el concepto que yo hago y siempre hice de la
perfección de esta religiosa, que lo que me podía animar, que La
santidad y perfección de nuestra santa hermana soror Catalina de san Josef fue
tan singular, y el camino por donde Nuestro Señor la llevó, aunque llanísimo y
claro, tan levantado y raro, raro digo en lo eminente del obrar, que lo más
esencial y de estimación se habrá de quedar por decir. Porque fue el suyo un
modo sobre todo modo, y como su vida3 no consta de casos ni cosas particulares
de arrobos ni mercedes exquisitas, aunque ésta fue una grande merced: darle
unas En
esta virtud fue tan excelente y alcanzó sus grados con tanta De esta
humildad procedía también aquella grande ponderación que hacía de sus leves
defectos, u de los que su luz superior tenía por tales, que nosotras no los
pudimos advertir. Y no suele faltar esta luz en las comunidades para con los
otros, antes bien, muchas acciones que en el siglo se alabarán por virtuosas,
se canonizan en la religión por culpables, a lo menos por imperfectas. Y
cuando se miran con ojos muy piadosos se dice que les falta alguna circunstancia
de Efecto
de su profunda humildad fue también el no comunicar con otro más que con el
confesor de la comunidad, y esto de manera que una breve reconciliación, ni una
sola palabra habló con otra persona todo el tiempo que fue religiosa, que es
caso raro, y más en los Pero
lo que es más de ponderar: no porque siguió este dictamen La
que era tan humilde, sin duda sería muy obediente. Fuelo tanto que esta sola
virtud bastara para hacerla muy perfecta si pudiera ser posible tenerla sin las
demás. Yo cierto no hallo palabras que me puedan satisfacer ni que puedan
llegar a lo menos que ella alcanzó y ejercitó en la obediencia. No tuvo ni se
le conoció voluntad en El
amor y respeto que tenía a las perladas7 era indecible, y esto a
cualquiera sin excepción ninguna porque nunca miraba a las Rarísima
fue la que tuvo en la santa pobreza: jamás pidió cosa Ejercitóla
también en no tomar para sí un instante de tiempo de la comunidad ni para rezar
una devoción, siempre atareada a la labor o al oficio, y algún rato que se
suele tomar para respirar, ella para Dejo aparte lo que la edificó8 con el ejemplo de su santa vida, y hablo de lo natural, que tuvo excelente, de muy lindo entendimiento, que éste es de grandísima importancia y estimación en una monja, así para ella como para las otras, que muchas veces lo que no se puede hacer por falta de espíritu, se hace por un buen entendimiento. Tuvo mucha prudencia, asiento y madurez en sus acciones; y así, en todos los oficios que la pusieron dio buena cuenta de sí haciéndolos muy escogidamente, y para todos era muy acomodada y a propósito. Y porque decimos de lo natural (que también es don de Dios) fue de muy lindo parecer y no desdecía la hermosura9 del cuerpo de la del alma, antes se conformaron, si bien le hizo las ventajas las del alma que ella hace al cuerpo. Tocaba un instrumento y cantaba con mucha destreza y gracia; teníala muy particular en cuanto ponía la mano. La labor, por extremo curiosa y limpia y mucha, y en fin en todo era consumada. Y hacia ella tan poco caudal de esto como si fuera la más desmañada del mundo. Nadie la oyó decir que sabía hacer nada, ni le parecía aprovechaba para cosa. Parece volvemos a su humildad; como siempre vivió sumida en ella, es fuerza la tope muchas veces quien hablare de esta humildísima religiosa, y al paso que humilde, mortificada. Por cierto, de su mortificación, ella sola, que la supo ejercitar con la divina gracia, pudiera hablar de ella y lo que de esta virtud se puede decir; parece también de la desnudez, abstracción y dejo divino. Yo diré lo que se me ofreciere que alcancé a conocer en ella, sea mortificación o sea desnudez o sea dejo. Es lo muy cierto que tuvo en grado muy heroico éstas y otras muchas virtudes sino que yo no las conozco aun por los nombres, y así ni describirlas. Esta
alma pura, desde el día que entró en este convento, no se mortificó sino murió
a sí misma, a su carne y sangre, murió a todos sus quereres y pasiones, a todos
sus gustos y apetitos, a todas sus propiedades. Y a sangre y fuego destruyó
todo lo que después en el discurso del tiempo le podía hacer oposición,
perturbación o inquietud, a todo humano impedimento. Parece que pasó a cuchillo
a la honra, a la estimación, al amor de la propia sangre, a la amistad Lo que más admira de su desnudez es que de las
personas espirituales que parece no la podían desayudar en sus santos intentos,
se supiese desnudar de la misma manera. Tuvo estrecha comunicación en el siglo
con un religioso grave y de los predicadores de más nombre que hubo en Madrid;
agora es obispo. Era sobre Contentóse con solo Dios. Parecióle que él solo le bastaba; no quiso medios de criaturas para conseguir el fin que pretendía. Pagóle Su Majestad esta fidelidad dándole una suma paz y tranquilidad en que vivió. Y sin duda asentó en su corazón que ella sola y Dios vivían en el mundo porque ninguna cosa la tocaba, y así se podía hundir como ella conservara su misma quietud. Forzoso
es que padezcan las comunidades tal vez13 alguna alteración por santas
y reformadas que sean; antes, por la misma razón, el perturbador común de la
paz14, envidioso de la que se goza en el cielo de la religión, intenta
el perturbarla, y aunque por la bondad de Dios sale con pérdida, no deja de
afligirla con sus trazas15 en cualquier acontecimiento de éstos que se
ofrecieren en el discurso de la vida. De esta religiosa, siéndolo, ni en acción
ni en palabra ni en mudanza de semblante dio muestras de sentimiento ni se
metió en cosa ninguna jamás; ni en las mudanzas de este convento ni se le conoció
afecto a quererlo o rehusarlo, en tanto grado, que habiendo faltado En fin, más parecía muerta que mortificada, que decir sólo que lo fue, es muy poco. Muerta fue sin duda nuestra dichosa hermana todo el tiempo que vivió en la religión y ahora es cuando vive en el cielo gloriosa, y en nuestra memoria vive y vivirá siempre para nuestra edificación y aliento. Y no sé yo quién podrá acordarse de ella que no sea con tiernas lágrimas en los ojos y un afecto dulce en el corazón. De esta mortificación nacía aquel sufrimiento
indecible que tenía en sus dolores y penas, que no la faltaron. ¿Quién la oyó
quejarse de nada ni de nadie? Ni decía
que hacía calor o frío, ni tomar en la boca16 que sentía o había alguna
descomodidad. De tan mortificada17, fue tan penitente, tan abstinente,
no se contentaba con los muchos ayunos Los
cilicios continuó siempre, las diciplinas cada día, por ocupada que anduviese:
no le faltaba tiempo para sus ejercicios y devociones nunca porque como no le
perdía con nadie y le empleaba tan bien, lucíale mucho; y una hora suya era o
parecía mayor. Efecto de esta mortificación fue la que tuvo en todos sus
sentidos, siempre atormentados por su mano20 en todo lo que podía. Y
jamás pudo No
se le conoció inclinación a nadie; ya se dijo cómo se negó a los del siglo,
pues lo mismo hizo con las religiosas. A todas amaba en general, a todas
respectaba y quería y servía; de todas huía con el mismo cuidado. No habló más
con una que con otra, y esto con tanto extremo, que ninguna se atrevía a
hablarla sino en lo necesario, y eso con grande brevedad. Y démosle en esta
parte el que nos ocasionó a que la amásemos con amor muy espiritual sin mezcla
del natural, porque no dio jamás lugar a eso. Todas la mirábamos y
estimábamos como a santa causándonos todas sus cosas veneración, y esto sin que
haya una sola que disienta de ello, que es de las cosas más nuevas que, me parece,
pueden suceder, que tan varios pareceres como los de una comunidad todos
convengan y se unan para decir y creer que una hermana suya es del todo
perfecta, aunque lo sea22. Presumo que es merced que Dios le hizo a la
nuestra y que se la concede a pocas, y entiendo que la mereció por no haber
tenido amistad particular En las recreaciones, en tiempos de Pascuas u de profesiones que es tan lícito el alegrarse santamente las religiosas, ella se alegraba con las demás pero con tanta moderación y modestia que podía muy bien continuar la oración en que debía de andar siempre. Si la mandaban cantar o hacer otra cosa para entretener a las religiosas, hacíalo con extremada gracia y compostura, y en pudiéndolo hacer, sin nota, luego se iba al coro. Y en estas cosas sin duda ejercitaba grandemente la obediencia y la mortificación. Sin haber dicho de su silencio en particular,
parece que queda dado Guardó de manera el silencio que no hablaba ni aun
en cosas de Si
el silencio es hijo legítimo de la oración, quien así le observó no podemos
pensar la23 dejaría tener en su compañía. De esta virtud no podemos en
particular decir porque como ella fue tan humilde, tan callada, tan encubridora
de sus riquezas, nunca rastrearemos cuál fuese su camino. En lo místico, si
hemos de juzgar su oración como es razón se juzgue por los efectos, los que
cortamente quedan referidos y copiosísimamente se pudieron referir, parece que En
cumpliendo con lo que la obediencia la tenía encomendado, Por
cierto, si esta alma santa ejercitó con tal primor las virtudes y sirvió a Nuestro
Señor tan a su costa sin los gajes que él suele dar a sus amigos, grande
desnudez y fortaleza le comunicó. Purísimo fue su amor, y desinteresado; fijó
su intención en sólo conseguir a Dios, no a sus dones para detenerse en ellos.
Tan sin arrimo criado24 De otras muchas virtudes mayores que las
referidas, que ejercitó, no me atreveré yo a hablar palabra, porque en mi
simpleza e Coronó estas virtudes la
de la perseverancia26 que con tanta liberalidad le comunicó la divina
bondad. Todas
sus virtudes fueron A esta santa vida siguió una tan santa muerte: dióle unas muy buenas Pascuas suyas el Divino Espíritu con un dolor de costado con que la dispuso en once días para el felicísimo27 y que sólo tiene alegre de todo punto una religiosa que cumple con tan grandes obligaciones. Pasó sus dolores y congojas, su mortal hastío con su acostumbrada paz, obediencia y sufrimiento, no dejando de ejercitar las demás virtudes, en particular la de la mortificación. Fui una noche a verla porque sentí que se quejaba aunque en baja voz (serían las dos). Halléla muy fatigada de dolores y angustias, y con grande sed. Llevéle un poco de agua, roguéle con grande encarecimiento tomase un poco: no pude persuadirle pasase una gota, por no tomar aquel alivio y porque no había licencia de la enfermera. Pagóle
Nuestro Señor28 el amor y reverencia con que le había recibido siempre,
sin que jamás dejase por sí propia comunión ninguna, porque trazó su divina
providencia le recibiese muchas veces en el discurso breve de su enfermedad, y
el día último también,
Esta vida de la madre Catalina de san Josef la escribió por obediencia la madre sor Marcela de san Félix.
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* Véase lo que se dice en "Otros manuscritos..." sobre aquél donde se encuentra esta biografía. Se ha seguido básicamente la división original de los párrafos excepto en algún caso.
1 (Fuente lín. 17-18) tácita reprensiva: que reprende a los demás por medio del ejemplo, sin hablar. 2 (Fuente lín.23-25) SM trata de decir, utilizando el recurso de la falsa modestia, que aunque ella es ignorante y no sabrá hablar de las virtudes de sor Catalina, la obediencia para cumplir con el mandato de escribir su vida, por lo menos le hará decir la verdad. 3 (Fuente lín. 32-35) SM dice de su biografiada que tenía virtudes sólidas, que su vida espiritual no constaba de arrobos ni mercedes exquisitas, y así no tenía que perder el tiempo consultando acerca de ellas como sucedía con las personas que las experimentaban. 4 (Fuente lín. 45-46) esta frase debe entenderse como positiva, es decir: "no le faltaron los 'accidentes' (de mujer superior) que no pueden excusarse en la persona espiritual". 5 (Fuente lín. 47 y 48) todas, ellas: se refiere a "virtudes" de la línea 46. 6 (Fuente lín. 54) la: se refiere a "regla" dos líneas más arriba. 7 (Fuente lín. 125) perlada: prelada. Se utilizan ambas formas. 8 (Fuente lín. 156) edificó: se refiere a "comunidad", última palabra del párrafo anterior. "Edificó" se entiende en sentido espiritual. 9 (Fuente lín. 166-167) la hermosura del alma aventajó a la del cuerpo. 10 (Fuente lín. 192) encomendarlos: en "los" abarca a otros miembros de la familia aunque hablaba sólo del padre. 11 (Fuente lín. 201) desde luego: desde siempre, formando parte de su naturaleza. 12 (Fuente lín. 221) carne y sangre: según el DA se entienden, metafóricamente, los parientes. Es decir, que logró desasirse del todo de ataduras de la sangre. 13 (Fuente lín. 244) tal vez: alguna vez, según se ha dicho en varias notas. 14 (Fuente lín. 246) el perturbador común de la paz: el demonio. 15 (Fuente lín. 248) trazas: maquinaciones. 16 (Fuente lín. 273) ni tornar en la boca: ni decir que... 17 (Fuente lín. 274-275) "Por ser tan mortificada, fue tan... ". 18 (Fuente lín. 277) medio prudente: manera prudente, o manera de decir las cosas en su justo medio. 19 (Fuente lín. 283-284) "las flaquezas de estómago provenían de su abstinencia continuada". 20 (Fuente lín. 290) por su mano: por su voluntad y también por su mano física ya que se habla de diferentes tipos de mortificación. 21 (Fuente lín. 293) respeto: "pero con respecto a su ...". 22 (Fuente lín. 311) es decir, que no es usual que toda una comunidad en la que hay tan distintos pareceres concuerde en decir que uno de sus miembros es perfecto aunque lo sea ya que generalmente no sucede así. 23 (Fuente lín. 374) la: se refiere a "oración" de la línea 373. 24 (Fuente lín. 398) sin arrimo criado: sin favor, protección o amparo de criatura. 25 (Fuente lín. 399) caminó: una acepción de "caminar" que trae el DA es no detenerse en la obra comenzada sino adelantarla hasta concluirla. 26 (Fuente lín.427) la virtud de la perseverancia coronó a las otras virtudes... 27 (Fuente lín. 436) para el felicísimo: se refiere a "espíritu" que ha mencionado antes. 28 (Fuente lín. 446 y ss.) se habla de que el Señor le pagó su amor a la Eucaristía en que comulgó muchas veces durante su enfermedad, incluyendo el último día en forma de viático (cuando se administra a los enfermos en peligro de muerte). 29 (Fuente lín. 451) Extremaunción: el quinto y último sacramento de la Iglesia Católica que se administra a los enfermos para prepararlos para la muerte. 30 (Fuente lín. 454) conocimiento que siempre: "de siempre" se entendería hoy mejor. 31 (Fuente lín. 465) rebujadas: según el DA quiere decir tapar o embozar; aquí se diría que quiere decir mal explicadas aunque con verdad, según dice a continuación. 32 (Fuente lín. 473) religión: orden. 33 (Fuente lín. 474-475) Su Majestad: Dios. |
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