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P. Jorge Loring, S. I. Para salvarte IntraText CT - Texto |
67.- EL QUINTO MANDAMIENTO DE LA LEY DE DIOS ES: NO MATARÁS .
67,1. Este mandamiento ordena no hacer daño a la propia vida o a la de otros
con palabras, obras o deseos (odio); es decir, querer bien a todos y perdonar a
nuestros enemigos.
El desear la muerte a sí mismo o a otro, es pecado grave, si se hace por odio o
desesperación rebelde . El odio es
incapaz de liberar a nadie. El odio sólo sirve para fomentar el odio, y en la
historia humana nadie ha conseguido ser libre gracias al odio. El odio
nunca está justificado para un cristiano .
Las riñas , los insultos, las injurias, etc., pueden, a veces, llegar a ser
pecado grave si se desea en serio un mal grave a otro, si se falta gravemente a
la caridad, y si son la exteriorización del odio.
Pero de ordinario no lo son, ya sea por inadvertencia, ya porque no se les dé
importancia, etc.
Cuando dos riñen, de ordinario cada uno tiene la mitad de la razón y la mitad
de la culpa; pero cada cual mira la parte que él tiene de razón y la que el
otro tiene de culpa. Por eso no se ponen de acuerdo.
Las riñas empiezan generalmente por pequeñeces, pero con el calor de la
discusión se van desorbitando hasta terminar en enemistades profundas..., y, a
veces, en crímenes.
Lo mejor en las riñas es cortarlas
desde el principio sin permitir que adquieran grandes proporciones. Y si uno se
encuentra de mal humor, seguir el consejo de aquel inglés que contaba hasta
diez antes de contestar. Con calma y con sensatez se evitarían muchas
riñas nacidas generalmente por pequeñeces.
Si estás airado, calla. Aunque tengas tú la razón. Dirás más de lo que quisieras, y luego te pesará.
Nunca te arrepentirás de haber callado. En cambio, cuántas veces quisieras
poder sujetar las palabras que lanzaste a volar! Y esto ya no es posible.
Un diálogo sincero es difícil. Hay que aprender a dialogar. Hay que
saber descubrir la parte de verdad que hay en el punto de vista del otro.
Ponerse en equilibrio no es buscar el término medio, sino buscar la verdad
completa que puede surgir de lo que aporta cada parte.
67,2. La venganza personal no está permitida en ningún sentido. Cristo la
prohibió . Porque si fuese permitida, no se podría vivir en el mundo. Todos nos creeríamos con derecho a
vengarnos de alguien. No: hay que perdonar a los enemigos, y dejar que Dios los
castigue en la otra vida, y la Autoridad Pública en este mundo. Como
dice San Pablo , hay que saber «vencer al mal con el bien» 705.
Es necesario saber perdonar a las personas que nos hayan ofendido. Es, desde
luego, indispensable estar dispuestos a conceder el perdón si nos lo piden,
quedándonos satisfechos con una moderada reparación.
Quien niega el perdón a su hermano, es inútil que espere el perdón de Dios. En
el «Padrenuestro» tiene su sentencia: como él no perdona, tampoco Dios le
perdonará. Lo dijo Jesucristo .
Y no seamos fáciles en echar al otro toda la culpa. Ordinariamente la culpa hay
que repartirla entre los dos. Uno fue el que empezó, pero el otro contestó con
ofensa más grave. Si los dos están esperando a que sea el otro el que se
adelante a pedir perdón, la cosa no se arreglará nunca. El que sea más generoso
con Dios, es el que debe tomar la iniciativa.
Cristo habla de poner la otra mejilla706.
Es una fórmula oriental hiperbólica, para dar a entender que debemos estar
dispuestos al perdón; pero no es para que lo entendamos al pie de la letra. El
mismo Cristo al ser abofeteado no puso la otra mejilla, sino que respondió con
toda energía, verdad y dominio propio: «Si he respondido mal, muestra en qué;
mas si bien, por qué me hieres?»707.
Si la culpa ha sido nuestra, tenemos obligación de pedir perdón de alguna
manera. Pero incluso aunque sea claro que toda la culpa es del otro, da una
muestra de virtud el que se adelanta a otorgar el perdón, por ejemplo,
dirigiéndole amablemente la palabra, ofreciendo un servicio, reanudando el
saludo, etc. Durante un tiempo puede manifestarse el disgusto, por ejemplo, con
una actitud más seria y distanciada; pero esto no debe durar indefinidamente.
Salvo en algunos casos excepcionales de ofensas gravísimas, es muy de aconsejar
que al cabo de cierto tiempo se reanuden los saludos ordinarios entre gente
educada. Negar el saludo no es cristiano. Si el otro no contesta allá él; pero
que la cosa no quede por tu parte.
Cuando han fracasado ya varios intentos de reconciliación , o el otro se niega
obstinadamente a devolver el saludo, o si parece cierto que nuestro esfuerzo
por la reconciliación puede ahondar la mala voluntad del otro, será mejor
esperar otra ocasión. Pero no abandonar el deseo de reconciliación, ni escudarse
en esta dificultad para no reconciliarse, por no desearlo. Nuestra voluntad de
reconciliación debe ser sincera. Si el otro no quiere saludarnos o hablarnos,
nosotros debemos estar dispuestos a hablarle cuando él lo desee, y saludar
cuando él nos salude. A veces puede facilitar la reconciliación la ayuda de una
tercera persona.
Distingue, con todo, entre el rencor admitido, y un cierto distanciamiento para
evitar el chocar de nuevo. Y también entre el sentimiento de la ofensa y el
resentimiento admitido voluntariamente.
Aunque la ofensa recibida nos duela, no podemos desear mal a nadie.
Esta voluntad de perdonar puede unirse a un sentimiento inevitable de la ofensa
recibida. Muchos se refieren a este sentimiento cuando dicen que no pueden
perdonar. Es posible que la serenidad de espíritu, después de la ofensa,
requiera un tiempo mínimo para sobreponerse al dolor. Una prueba de esta
sincera buena voluntad sería orar por el ofensor, nunca hablar mal de él, y
pedir a Dios la gracia de saber perdonar . Cuando tengas antipatía por una
persona, pide por ella. Y cuando tengas ganas de desearle algo malo, reza por
ella un «Padrenuestro». Dice
Jesucristo: «rogad por los que os persiguen» 708.
Y si el que consideramos nuestro enemigo estuviera en una necesidad grave, y no
pudiera salir de ella sin nuestro especial auxilio, tenemos obligación de
ayudarle, porque en estos casos hay obligación de atender al prójimo, aunque
sea enemigo .
No es odio a una persona odiar lo que hay de malo en ella, o el mal que
nos causa injustamente a nosotros o a otros .
El amor a nuestros enemigos que pide el Evangelio, no obliga a la amistad con
ellos, sino que prohíbe el odio y la venganza, o el desearles algún mal ; y
manda tener un deseo de reconciliación.
«El ofendido está obligado siempre a perdonar al ofensor que le pide perdón, en
forma directa o indirecta. Si se niega a hacerlo, comete un grave pecado contra
la caridad, y regularmente no podrá ser absuelto mientras continúe en su
obstinación»709.
Por supuesto que es lícito exigir una reparación del daño recibido, pero no por
odio ni por venganza, sino por deseo de justicia .
La buena voluntad de perdonar de corazón a los que nos han ofendido no excluye
utilizar todos los medios justos para que se haga justicia.
Es verdad que hay personas que son indignas de nuestro perdón; pero nosotros no
perdonamos porque ellas lo merezcan, sino porque lo merece Jesucristo , que es
quien nos lo pide. Para eso nos dio Él su ejemplo.
Fue mucho más ofendido que nosotros, y sin embargo perdonó. No sólo en su
corazón, sino que lo manifestó exteriormente. El perdón de Cristo en la cruz es
el modelo que debemos imitar. Las almas generosas tienen en esto un inmenso
campo de perfección y santificación.
El mundo de los hombres no puede hacerse cada vez más humano si no introducimos
el perdón -que es esencial en el Evangelio - en las relaciones de unos con
otros .
67,3. Al prójimo se le puede
matar en tres casos:
1) En la guerra justa.
La guerra no puede ser nunca un medio normal para la solución de
conflictos. «Todo ciudadano y todo gobernante están obligados a empeñarse en
evitar las guerras»710.
Según los moralistas, para que la guerra se justa se deben cumplir varias
condiciones: a) Imposibilidad de solución pacífica. b) Causa justa, como sería
legítima defensa, mientras no haya una autoridad supranacional competente y
eficaz. c) Que la decisión sea tomada por la autoridad legítima a quien
corresponde velar por el bien común de la nación. d) Intención recta buscando
la justicia y no la venganza.
e) Que sean superiores los bienes que se van a conseguir a los males que se
pueden producir .
«La apreciación de estas condiciones de legitimidad moral pertenece al juicio
prudente de quienes están al cargo del bien común» 711.
«Los poderes públicos tienen, en este caso, el derecho y el deber de imponer a
los ciudadanos las obligaciones necesarias para la defensa nacional»
712, «pero atenderán equitativamente el caso de quienes, por motivos de
conciencia, rehusan el empleo de las armas; éstos siguen obligados a servir de
otra forma a la comunidad humana» 713.
Una cosa es utilizar la fuerza militar para defenderse con justicia, y otra muy
distinta querer someter a otras naciones .
Buscar la guerra es absurdo. Pero rehuirla por principio puede ser cobardía
ante la injusticia. El creyente obra con rectitud mientras luche por implantar
la justicia en el mundo. La paz es el ideal del hombre: pero esta paz debe ser
obra de la justicia. Un pacifismo conformista con la injusticia no es
cristiano. El buen cristiano no puede desinteresarse del bien común de la
sociedad.
El peligro de una tercera guerra mundial que podría destruir la humanidad por
el armamento de que hoy dispone el hombre, hace deseable un desarme
internacional. Pero para que esto sea eficaz tiene que ser de ambos bloques, y
con posibilidades de mutua vigilancia.
«Aunque la guerra sea justa, no todo es lícito entre los contendientes . Debe respetarse la ley moral y el derecho
de gentes»714. Las acciones deliberadamente contrarias al derecho
de gentes son crímenes.
Existe la obligación moral de desobedecer aquellas decisiones que ordenan
genocidios .
2) En defensa propia se puede matar cuando alguien quiere matarnos
injustamente, o hacernos un daño muy grave en nuestros bienes, equivalente a la
vida; si no hay otro modo eficaz de defenderse.
No es necesario esperar a que él nos ataque. Basta que nos conste que él tiene
un propósito decidido de matarnos, y sólo está esperando el momento oportuno
para hacerlo; y no hay otro modo de salvar la vida que adelantarse y atacar
primero715.
Esto en el terreno moral, independientemente de la ley civil.
Lo que se permite en defensa propia se autoriza igualmente en pro del prójimo
injustamente atacado.
La caridad fraterna puede obligar a esto, pero no a exponer la propia vida, a
no ser que se trate de parientes cercanos o esté uno obligado por contrato
(guardias, policías) .
3) La Autoridad Pública puede matar al criminal para defender a los demás. Dice la Biblia: «Aquel que derrame sangre
de hombre, debe morir» 716. «El que mata a otro voluntariamente
sea castigado con la muerte» 717. Salvador de Madariaga ,
conocido intelectual que murió a los 92 años en Lugano, Suiza, escritor
internacional y ministro de la República en 1934, dice: «La pena de muerte no
será necesaria el día que la supriman primero los asesinos» 718.
En un año murieron en España más de
cien víctimas del terrorismo. Si se hubiera ejecutado al criminal al
primer asesinato, no hubieran muerto todos los demás asesinados. Algún
terrorista asesinó más de diez veces. No es deseable la muerte de nadie, pero
si para que no mueran los inocentes es necesario ejecutar a los asesinos, puede
ser esto una exigencia del bien común .
En las Navidades de 1986 hubo 62
muertos en un avión Boeing 737, secuestrado por un grupo de terroristas
719.
El 19 de julio de 1987, una bomba terrorista produjo 20 muertos en un
hipermercado de Barcelona720.
No se comprende por qué los criminales pueden aplicar la pena de muerte a un
inocente, y los jueces no puedan aplicar la misma pena a los asesinos
culpables. Se supone, naturalmente, una culpabilidad claramente
demostrada 721. Lo mismo que es lícito matar a un injusto agresor en
defensa propia 722, la Autoridad puede aplicar la pena de muerte para
defender la vida de los inocentes 722a.
La legítima defensa propia es aceptada por todo el mundo. Con la pena de muerte
la Autoridad defiende a los inocentes, siempre expuestos a caer en manos de los
criminales. Se trata de casos
extremos en los que la pena de muerte sea el único modo eficaz de defender la
vida de personas inocentes de un injusto agresor 722b)
Por eso el 73% de los británicos son partidarios de la pena de muerte para los
terroristas, según un sondeo de opinión de Harris .
Según una encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas, la mitad de los
españoles está a favor de la pena de muerte para los terroristas y asesinos .
En Estados Unidos se ha restablecido la pena de muerte en muchos Estados .
No es lo mismo el que mata en un arrebato pasional que el profesional
del crimen. Un asesino es un peligro para las personas inocentes. La cadena
perpetua puede no bastar, pues los asesinos se pueden fugar. A veces de modo espectacular. En 1986 se fugó de
la cárcel de La Santé , de París, Michel Baugour , en un helicóptero alquilado
y pilotado por su novia Nadine .
En Alemania un preso se fugó en un tanque que robaron sus amigos y entró en la
cárcel derribando la puerta .
En Copenhague (Dinamarca) doce presos se escaparon de la cárcel al ser
derribada parte del muro de la prisión por una excavadora manejada por un
cómplice de los presos .
A primeros de mayo de 1982, se fugó de la cárcel central de Lovaina,
considerada como de alta seguridad, Freddy Horion , a quien se le había
conmutado por cadena perpetua la pena de muerte a la que había sido condenado
por haber asesinado a cinco personas miembros de una familia .
Dos etarras, terroristas, se fugaron
de la cárcel de San Sebastián, escondidos en los altavoces de un cantante que
había actuado en la cárcel .
O que un preso que no vuelva a la cárcel después de un permiso de fin de
semana, como uno que no volvió al Penal de Ocaña, donde cumplía 36 años de
condena, y que al ser reconocido disparó sobre dos policías que iban a
detenerle, matando a los dos . Una niña de nueve años vallisoletana, fue
violada y asesinada por un recluso que salió de la cárcel con permiso . En un sólo día se fugaron de las cárceles
españolas cinco reclusos que disfrutaban permisos de fin de semana .
Según los datos del gobierno, desde el 1 de enero de 1982 hasta el 1 de octubre
de 1988, cinco mil setenta y cuatro presos no regresaron después de sus
permisos . Un recluso que cumplía condena por robo con homicidio, en un
permiso carcelario asesinó a dos jóvenes . Otro preso en régimen abierto
asesinó a una mujer en Madrid .
Otras veces los terroristas
secuestran a un inocente exigiendo la liberación de sus compañeros encarcelados
bajo la amenaza de asesinar al secuestrado: dos hechos próximos y contrarios
son iluminadores. En Italia, donde no hay pena de muerte, los secuestradores,
seguros de que sus compañeros en prisión no perderían la vida, asesinaron a su
rehén Aldo Moro . En cambio en Francia, donde hay pena de muerte, el industrial
Jean Eddouard Empain , fue liberado por sus secuestradores, a los dos meses de
cautiverio, al ser amenazado con la guillotina el jefe de la banda de
secuestradores Alain Caillol , que estaba en prisión .
En diciembre de 1984, los secuestradores de un avión de la líneas aéreas
kuwaitíes, mataron a cinco pasajeros para obligar al gobierno de Kuwait a
soltar trece presos condenados por diversos actos de terrorismo .
La pena de muerte sigue en vigor en la mayor parte del mundo .
De los ciento sesenta estados independientes que hay en el mundo, sólo una
veintena han abolido la pena de muerte de su ordenamiento jurídico 723.
Hay que advertir que la pena de muerte no supone el derecho a matar a un
inocente, sino el derecho a ejecutar a un culpable . Debe constar con
toda certeza su culpabilidad criminal, por lo irreparable de una equivocación .
La conveniencia o no de la abolición de la pena de muerte es un problema
complejo y polémico, y no pueden esperarse respuestas nítidas ni definitivas .
Hoy existe una corriente ideológica contraria a la pena de muerte. Por eso la
Comisión Social de los Obispos franceses ha publicado un comunicado en enero
del 78 en pro de la abolición de la pena de muerte en Francia. Sin embargo
reconocen que no son ilícitas las disposiciones de un código penal que impone
la pena capital con el fin de proteger a la sociedad . «La Iglesia no ha
condenado la ejecución de un criminal, de acuerdo con la ley, y por la
autoridad convenientemente constituida»724.
67,4. El respeto a la vida propia y ajena nos obliga a considerar la
importancia del cumplimiento del Código de la Circulación . Dice el Nuevo
Catecismo de la Iglesia Católica: «Quienes en estado de embriaguez o por
afición inmoderada de velocidad ponen en peligro la seguridad de los demás y la
suya propia en las carreteras, en el mar o en el aire, se hacen gravemente
culpables»725. Infracciones, la parecer pequeñas, pueden originar
accidentes graves. Se puede pecar por ponerse en peligro de hacer daño al
prójimo, y también por exponer la propia vida sin causa justificada. Incluso se
puede pecar contra la caridad al poner al prójimo en una situación difícil que
le haga perder la serenidad, aunque uno tenga seguridad en sí mismo.
El pecado se comete desde el momento en que alguien se sienta al volante sin
ánimo de esmerarse en el cumplimiento del Código. Quien habitualmente comete
imprudencias e incorrecciones muestra que no tiene este ánimo, o que carece de
cualidades de conducir. En este
caso, debería abstenerse de coger el volante.
Es irresponsable el que corre a excesiva velocidad, el que lleva el automóvil
en mal estado, y el que conduce en condiciones físicas o morales inadecuadas.
Dice Mons. González Moralejo , Obispo de Huelva: Quien después de haber sido
causa, culpable o no, de un accidente, quiere evitar toda responsabilidad y se
da a la fuga, contrae una seria culpa moral, y está obligado ante su conciencia
y ante Dios a reparar en justicia toda clase de daños causados por uno y otro
motivo. Sería un verdadero crimen dejar morir en condiciones
extremadamente lastimosas y desesperadas a personas que con un socorro
inmediato hubieran podido ser salvadas .
Según las normas de los socorristas,
hay heridos que sólo deben ser trasladados en ambulancias.
Por eso no siempre es recomendable recoger a un herido. Pero siempre se
debe avisar a una ambulancia.
67,5. Es un pecado grave contra este mandamiento el aborto . Se llama aborto
la interrupción del embarazo cuando el feto todavía no puede sobrevivir fuera
del seno materno. Puede ser interesante mi vídeo «El aborto: asesinato de
inocentes».
El provocarlo directamente es un homicidio, porque el feto es un nuevo
individuo plenamente capaz para lograr su desarrollo completo. La vida de una
persona comienza con la concepción, por eso el aborto provocado es un crimen.
El Concilio Vaticano II lo llama: «crimen abominable» 726.
Es un asesinato de lo más cruel y cobarde , pues el asesinado es un ser
inocente e indefenso que no puede huir, ni siquiera gritar para protestar de la
injusticia que se comete con él.
Las generaciones del futuro no comprenderán que en nuestro tiempo se permita a
las madres que maten a sus hijos. Nos
llamarán generación asesina .
Los abortistas se molestan si se les llama asesinos; pero, qué otro nombre
podemos dar a los que han condenado a muerte a cuarenta millones de seres
inocentes? Y añaden: La Iglesia es cruel, porque a los que cargan con el trauma
de haber abortado, les añade el trauma de la excomunión .
Este razonamiento es absurdo. Sería como querer quitar la policía para
no preocupar a los terroristas. Defender
a los abortistas es como defender a los terroristas que matan, y despreocuparse
de las víctimas. Permitir el aborto para evitar el peligro de las mujeres que
abortan clandestinamente es lo mismo que permitir los asesinatos para no poner
en peligro la vida de los asesinos.
El Dr. Jerónimo Lejeune , uno de los más brillantes investigadores franceses,
Catedrático de Genética en la Universidad de la Sorbona de París, y Director
del Centro Nacional de Investigación Científica, que cuenta en su haber
profesional con los más importantes premios científicos , y es miembro de las
Academias de Ciencia de Suecia, Inglaterra y Estados Unidos, dice: «Esta
primera célula, resultado de la concepción, es ya un ser humano» 727.
Tiene los 46 cromosomas propios de la especie humana. En otra ocasión
dijo: «Aceptar que después de la concepción un nuevo ser humano ha empezado a
existir, no es ya cuestión de gusto o de opinión, sino una evidencia
experimental»728.
Sigue diciendo el Dr. Lejeune : Si el embrión no es desde el primer momento un
miembro de nuestra especie, no llegaría a serlo nunca.
Decir que no es un hombre, es lo mismo que decían los nazis: "un prisionero
no es un hombre" .
Lo mismo se decía en una de las conclusiones de la Conferencia Internacional
sobre el Aborto, celebrada en Washington donde participaron expertos en varios
campos de la Medicina .
Pero además el aborto es ilícito incluso en el caso de duda. Si me dan un
paquete para que lo tire al mar diciéndome que es un gato muerto, pero yo
sospecho que es un niño vivo, no puedo tirarlo al mar, antes de salir de la
duda. Y si lo hago sin estar seguro de que no es un niño vivo, y resulta que lo
es, soy responsable de un homicidio. Pues bien, en Teología se dice que hay un nuevo ser humano desde el primer
momento de la concepción. Y los médicos confirman esta afirmación. El
zigoto es vida humana desde el principio, aunque no es vida humana individual
hasta el momento en que el blastocito se diferencia y se consolida en uno o más
embriones , ha dicho Federico Mayor Zaragoza , Director del Centro de Biología
Molecular.
«Desde el comienzo del proceso embrionario nos encontramos con una
individualidad genética distinta y diferenciada de la de los padres»
729.
El código genético contiene las características humanas e individuales del
nuevo ser. Todo lo que cada individuo humano posee de único, singular e
irrepetible a lo largo de toda su historia, está ya presente en su código
genético. La persona humana está en el embrión con todas sus potencialidades,
que se irán desarrollando a lo largo de su existencia .
En 1976 el Dr. D. José Botella , Presidente de la Real Academia de Medicina y
Catedrático de Ginecología en la Universidad Complutense de Madrid, en un
artículo titulado «El derecho a nacer», publicado en el diario YA , dice que la
individualidad humana depende del código genético, y este código genético queda
constituido en el momento de la concepción, siendo propio del nuevo ser,
distinto de los códigos paterno y materno. Es decir, que el nuevo ser es un
individuo desde el momento de la concepción, y por lo tanto está amparado por
los derechos humanos. Eliminarlo es eliminar a un hombre: un homicidio. Un hombre, que además del derecho que
tiene a la vida, lleva en sí el derecho a vivir de toda una cadena de otros
posibles seres humanos en el futuro, entre los que puede haber genios,
artistas, sabios y santos.
Stephen W. Hawking el Einstein de nuestros días, a quien todos pudimos ver en
televisión, paralítico en una silla de ruedas, teniendo que hablar por medio de
un sintetizador sonoro, no hubiera nacido, si en 1942, algún listo abortista
hubiera descubierto en los cromosomas de su embrión que iba a ser inválido .
El 15 de febrero de 1979 el periódico YA , publicó un documento del
Colegio Oficial de Médicos, donde dice que: «Desde el punto de vista científico
la vida comienza en el momento de la concepción» 730.
El Dr. José Antonio Abrisqueta, Jefe de la Unidad de Genética Humana del Centro
de Investigaciones Biológicas del Consejo Superior de Investigaciones
Científicas de Madrid, afirma: «Ningún científico dudaría en afirmar que la
vida humana empieza en el momento de la concepción .
La biología contemporánea impone que el embrión humano es un individuo
estrictamente determinado, con un potencial genético propio, desde el instante
de la concepción».
«Ningún biólogo duda hoy en día que en el momento mismo de la reunión de los
gametos, se ha engendrado ya no sólo una vida nueva e independiente, sino
además una individualidad inédita»731.
El profesor Herranz Catedrático de Histología y Embriología General de la
Universidad de Navarra, ha dicho: «El embrión humano es un ser humano, tiene
vida humana. Su DNA es el mismo que tendrá toda su vida» 732.
A su vez, el Dr. Severo Ochoa , Premio Nobel de Medicina de 1959, afirma que el
hombre es lo que su clave genética determina. Y esta clase genética se
establece desde el momento que se constituye el huevo (zigoto). Desde este
momento este nuevo ser tiene sus derechos personales.
Jamás un anatómico o un fisiólogo considerará el feto como parte integrante de
la madre, como puede serlo el apéndice o una verruga que se pueden extirpar a
voluntad. La vida del feto no es la de la madre, sino la suya propia, y tiene
derecho a que se respete como se debe respetar la vida de un adulto
733.
Las mujeres abortistas dicen que ellas hacen de su cuerpo lo que quieren; pero
el feto no es una verruga. Es un ser
humano.
Julián Marías , de la Real Academia Española, en un artículo del ABC , dice
cosas muy acertadas: «Eso de que el feto es parte del cuerpo de la madre es una
insigne falsedad, porque no es parte, está "alojado" en ella,
"implantado" en ella. Una mujer no dice "voy a tener un
tumor", sino "voy a tener un hijo"... A veces se usa una
expresión de refinada hipocresía para denominar el aborto provocado: Se dice
que es la "interrupción del embarazo". Como si al ahorcar se le
llamara 3interrupción de la respiración2...» Esa nueva vida que se ha formado
en el vientre de una madre, no le pertenece a ella, pertenece a la especie
humana, pertenece a Dios .
Dios ha dispuesto que los primeros días del ser humano se desarrollen dentro
del seno de la madre para proteger su vida. Esto para algunos seres, en lugar
de ser una defensa resulta un riesgo, pues madres que no se atreverían a
asesinar a su hijo de dos años, se atreven a hacerlo si sólo lleva pocos meses
en su seno. Estas madres traicionan
la misión que Dios les ha confiado. Esto no lo hacen ni las fieras.
Todos los animales defienden a
sus crías. El que en algunas naciones el aborto no esté penalizado por
la ley, no lo convierte en moral. Las
normas morales absolutas son independientes de la voluntad de los hombres. La
ley de Dios prohíbe el aborto, y ninguna ley hecha por el hombre puede hacer
lícita la muerte de un inocente. La ley universal de Dios obliga también
a los no creyentes. El no matar, el no robar, el no fornicar, el no calumniar,
etc. es para todo el mundo, y no sólo para los creyentes. Aunque en una nación
se legislara lícita la calumnia, no por eso la calumnia dejaría de ser una
injusticia.
Nadie pude autorizar la muerte de un inocente, sea embrión, feto, enfermo o
anciano, sin cometer, por ello un crimen de extrema gravedad .
Biológicamente no hay diferencia entre matar un embrión humano de veinticuatro
horas o un niño de veinticuatro meses .
El Papa Juan Pablo II , dijo en Madrid el 2 de noviembre de 1982: Nunca se
puede legitimar condenar a muerte a un inocente .
La Comisión Permanente del Episcopado Español, dijo el 5 de febrero de 1983: La
despenalización del aborto nos parece gravemente injusta y del todo
inaceptable. Ningún católico podrá en conciencia colaborar en la realización
del aborto... Lo que hoy se llama interrupción voluntaria del embarazo, no
podrá escapar a la calificación moral de homicidio .
Querer despenalizar el aborto
criminal porque son muchas las mujeres que lo practican, es una aberración. En
ese caso, habría que permitir los robos y los atracos cuando son frecuentes. La
despenalización del aborto criminal para contentar las voces que lo reclaman,
no convierte el aborto en bueno. Las cosas o se hacen buenas por ser
frecuentes. En ese caso, el egoísmo, tan frecuente, sería bueno; y el heroísmo,
tan excepcional, sería malo.
La despenalización del aborto lleva a que se realicen monstruosidades, como
cubos de basura llenos de fetos humanos, o aquel ginecólogo que alimentaba a su
perro con lo fetos que obtenía de los abortos que practicaba a las mujeres que
acudían a su clínica.
Eso de que despenalizando el aborto se evitarían los abortos clandestinos es
una utopía. En los países abortistas
no han descendido los abortos clandestinos .
El órgano de la Asociación de Médicos de Munich, la Münchener Artzliche
Anzeigen , ha demostrado en un informe, que en 1978 sólo se registraron 73.548
abortos de los 180.000 allí realizados.
A los dos años de despenalizarse el aborto en Francia, según el informe del
Ministerio de Sanidad francés, sólo se registraron 45.000 abortos de los
cientos de miles realizados, según fuentes del mismo ministerio .
El 23 de abril de 1978, el episcopado francés publica un documento
contra el aborto, declarando que en cinco años de ley permisiva, el número de
abortos ha aumentado, y que la ley abortista no ha servido para resolver las
situaciones difíciles que trataba de arreglar .
En Francia, donde los anticonceptivos están al alcance de cualquiera, el 57% de
las solteras llegan al matrimonio con dos o tres abortos .
En Estados Unidos donde también es muy fácil el uso de anticonceptivos, el
número de abortos sigue creciendo: alrededor de un millón en 1973; en 1981 ha
llegado a 1.500.000 abortos anuales .
Desde que hay ley abortista en
Estados Unidos se han realizado 15 millones de abortos autorizados . En
Inglaterra hubo 543 abortos de menores de 16 años en la primera mitad de 1970 .
Por otra parte, la despenalización del aborto para evitar los peligros de los
abortos clandestinos realizados por inexpertos, trae peores consecuencias; se
crea una conciencia colectiva de que no puede ser malo moralmente lo que está
autorizado, y se aumenta enormemente el número de abortos. En Rumanía, después
de despenalizarse el aborto en 1965, abortaron el 25% de las mujeres fértiles,
hasta el punto de realizarse cuatro abortos por cada nacimiento. Esto
hizo que el gobierno socialista de Rumanía revisase la legislación abortiva
734.
Estos asesinatos de seres humanos inocentes se ha generalizado en nuestra
sociedad de un modo aterrador. Según el informe del fiscal del Tribunal Supremo
sobre la delincuencia, en España se dan al año trescientos mil abortos
provocados . En Estados Unidos se
realizan al año más de un millón de abortos provocados . Según la Organización Mundial
de la Salud, en el mundo se realizan al año cincuenta millones de abortos:
cincuenta millones de asesinatos autorizados! .
Es una hipocresía defender como política de partido las libertades
democráticas de la persona humana, y luego defender el aborto, privando del
derecho a la vida a una persona inocente, aprovechándose que no puede
defenderse, ni siquiera protestar. Los defensores del aborto criminal piensan
mucho en los inconvenientes que tiene para la madre un hijo no deseado, pero no
piensan en los derechos que ese hijo tienen a seguir viviendo.
En 1996 se bautizó en la Iglesia Católica el Dr. Bernard Nathanson , conocido
en otro tiempo como el rey de aborto , pues desde 1945 había cometido 75.000
abortos. Fue Director de la mayor
clínica abortista de Estados Unidos. En los años 80 se convenció de que el feto
era un ser humano, y se volvió antiabortista. Es autor del libro
Abortando en América y de la película «El Grito Silencioso». La gente del
Movimiento Pro-Vida le hicieron cuestionarse el ateísmo que había mamado desde
pequeño. Dice: Comencé a considerar en serio la idea de Dios. Descubrí el Dios
del Nuevo Testamento en quien yo podía encontrar el perdón que durante tanto
tiempo busqué desesperadamente.
Convencido de que Dios me perdonaría
los crímenes que había cometido.
Eso me resultó sumamente consolador para mi espíritu afligido .
Es inconcebible que los mismos que
quitan la pena de muerte para asesinos, que son un peligro para la sociedad,
condenen a muerte a seres inocentes en el seno de su madre. Qué podemos esperar
de una sociedad que permite asesinar a niños no nacidos, por egoísmo de los
mayores? Qué valores van a respetar los que no respetan el derecho a vivir de
sus hijos inocentes? .
El Papa Juan Pablo II dijo en Polonia el 4 de junio de 1991: «Ningún gobierno
tiene derecho a autorizar la muerte de seres humanos inocentes . El hombre
progresa en la medida en que mejora .
Progresar no es tener más, sino ser más y mejor. Permitir asesinar a seres
humanos inocentes no nacidos, no es progresar. Es retroceder.
Dar muerte voluntariamente a una persona inocente es siempre pecado mortal».
La Comisión Permanente del Episcopado Español ha publicado una declaración
donde afirma ( en el n 6 ) que «el Estado no tiene autoridad para decidir que
sea permisible suprimir la vida de un ser humano inocente». El 15 de octubre de
1993 Monseñor Elías Yanes Presidente de la Conferencia Episcopal Española, en
el discurso de apertura de la Asamblea Plenaria, hablando del derecho a vivir
de los seres humanos concebidos pero todavía no nacidos, expresó estas ideas:
«El derecho a vivir es un derecho fundamental que el legislador no crea sino
que debe reconocer y proteger.
Nadie, aunque no sea católico, tiene derecho a condenar a muerte a un inocente.
El derecho a vivir de un ser humano inocente no depende de las opiniones
humanas. El Estado no puede amparar legalmente la licitud de dar muerte a un
ser humano inocente. Por encima de
las leyes humanas está la ley natural, y ningún gobierno puede legislar contra
la ley natural. Si bastaran las leyes humanas para hacer moralmente aceptable
cualquier cosa, estarían justificados los crímenes de Hitler y Stalin que ellos
ampararon legalmente».
Es curioso que muchos ecologistas son abortistas. Defienden a las plantas y a
los pajaritos, y no les importa asesinar seres humanos. Un párroco de La
Rioja fue multado por retirar de la torre de su iglesia unos huevos de cigüeña;
pero no se castiga a la madre que mata a su hijo. Y es que, como dice monseñor
Bira , Obispo de La Rioja, «el feto humano no es especie protegida».
Monseñor Gea , Obispo de Mondoñedo, ha publicado una pastoral titulada «El
hombre, especie no protegida». Dice
entre otras cosas: «Está muy bien que se multe a quienes destruyen nidos de
cigüeñas o de águilas reales. Lo que es un contrasentido es que no se castigue
también a quienes destruyen vidas humanas. Es que el que destruye vidas humanas
inocentes en el seno de su madre, es menos asesino que el terrorista que pone
un "coche bomba"? Qué dirían los políticos que defienden el aborto
por "angustias" de la madre, si nos negáramos a pagar tributos
exagerados por las "angustias" que esto nos produce?».
A mediados de septiembre de 1994 murieron el mismo día dos niños, Marcos
Alegre, de trece años, y Judit Rivera de catorce, porque sus padres, Testigos
de Jehová, se negaron a que les hicieran una transfusión de sangre que les
hubiera salvado la vida. Esto
es lamentable. Pero es ridículo que la ministra socialista de Asuntos Sociales,
Cristina Alberdi, haga solemnes manifestaciones contra el hecho de que por
motivos religiosos unos padres dejen morir a sus hijos, pues los padres no
tienen derecho a disponer de la vida de sus hijos 735.
Y después ella promueve una
ley que permite a miles de madres que asesinen a sus hijos inocentes, si así lo
desean.
Defender el aborto criminal como un derecho de la mujer, es como
defender la libertad del asesino para matar, y olvidarse del derecho que tiene
la víctima a vivir.
Y si se trata de un embarazo por violación? La situación de una muchacha
embarazada por violación es triste, pero esto no justifica el aborto. Qué culpa
tiene el hijo? Por qué se le va a condenar a muerte a él? Si hay que castigar a
alguien, es al violador. No va el hijo a pagar con su vida la culpa de su padre.
La honra de la madre no justifica el derecho a matar a su hijo. Si es un hijo
no deseado, que lo entregue en adopción, pero matarlo es un crimen.
Eso de que la madre puede disponer
de la vida de su hijo es una monstruosidad. La madre tiene obligación de que su
hijo viva, y si es culpable de su muerte, nadie le quitará ese remordimiento . El
aborto puede quedar impune ante la ley, pero no ante la conciencia; el
remordimiento no la dejará dormir tranquila. Así me lo aseguraba una chica que
se despertaba sobresaltada por las noches, mucho tiempo después de haber
practicado el aborto, por el remordimiento de haber asesinado al hijo de sus
entrañas. Me decía: Padre, a veces me despierto viendo a mi hijo a quien
asesiné .
El doctor D. Antonio Peco , ginecólogo, con treinta años de profesión en la
Seguridad Social y en su clínica privada, me habló del trauma psíquico que
sobreviene después del aborto: a) Remordimientos de conciencia por haber
asesinado a su propio hijo.
b) Mujeres que tenían uno o dos hijos y abortaron al que venía de camino.
Después perdieron uno o los dos hijos, y viven desesperadas, pues ya es tarde
para encargar otro.
c) Matrimonios que no tienen valor de mirarse a la cara después de haber
abortado, y terminan rompiendo definitivamente.
d) Padres que ayudan a sus hijas a abortar, y después terminan odiándose
mutuamente. Con razón los psicólogos austríacos reconocen gran cantidad de
neurosis y depresiones en mujeres que han abortado voluntariamente .
El Dr. Henry P. David , profesor de Psicología de la Universidad de Maryland de
Baltimore (U.S.A.) dice: «El 64% de las mujeres a las que se ha realizado el
aborto fueron ingresadas en hospitales psiquiátricos» 736.
Decía el Dr. Wilke : Es más fácil sacar un bebé del útero de una mujer que de
su conciencia .
Tampoco se admite el aborto ante el peligro de que el niño pueda nacer
subnormal . Es que los enfermos no
tienen derecho a vivir? Es que vamos matar a todos los enfermos? Es que la
solución de las enfermedades es matar a los enfermos? Esto sería muy
cómodo y barato.
Se acabarían los problemas de la
Seguridad Social. Pero nada puede justificar condenar a muerte a una
persona inocente. Aparte de que esas
predicciones de subnormalidad en los todavía no nacidos se presta a enormes
errores. Así ocurrió cuando la nube tóxica de Seveso (Italia), que recomendaron
a las madres embarazadas que abortaran ante el peligro de tener hijos
subnormales, y luego resultó que las cuatrocientas madres que no quisieron
abortar tuvieron hijos perfectamente sanos 737.
Lo mismo ocurrió en España con las embarazadas enfermas del aceite de colza, a
quienes se les recomendó el aborto ante el peligro de tener niños anormales.
Luego resultó, según el Dr.Zamarriego , Presidente del Consejo del Plan
Nacional de Prevención de la Subnormalidad, que de cuatrocientos cincuenta
partos de mujeres afectadas por el síndrome tóxico, ninguno de los nacidos ha
presentado malformaciones738.
Si se hubiera hecho caso a las predicciones, se habrían cometido
cuatrocientos cincuenta asesinatos de niños inocentes.
El Dr. López Ibor denuncia el caso de una mujer a quien habían aconsejado
abortar porque iba a tener un hijo deforme. Él la disuadió del aborto, y al año
se le presentó ella con un niño precioso y perfecto 739.
Una señora italiana, Marisa Ferrante, al cuarto mes de embarazo, el ginecólogo
le recomendó que abortase pues iba a dar a luz una niña con malformaciones: un
auténtico monstruo. Ella no quiso abortar, y cuando su «monstruo» cumplió
veinte años, fue elegida «Miss Italia, 1995» 740.
Recientemente ha aparecido una píldora abortiva , la RU-486, que ha producido
malformaciones en el feto cuando su efecto no ha sido eficaz 741.
Una mujer francesa de treinta y un años de edad, que estaba tomando la píldora,
falleció víctima de una accidente cardiovascular. Como se han multiplicado los accidentes y muertes
mal explicadas en mujeres que la han tomado, el gobierno francés está
«reexaminando» esta
píldora abortiva .
Por eso el Tribunal Supremo norteamericano ha prohibido la píldora
RU-486 en el territorio de los Estados Unidos, por considerarla mercancía
peligrosa .
El Boletín Oficial del Estado francés, restringe el uso de la píldora abortiva
RU-486, porque puede suponer un daño importante para la salud pública .
La mal llamada vacuna anticonceptiva ni es vacuna ni es anticonceptiva. No es
vacuna, pues no previene ninguna enfermedad, sino que mata a un ser humano. Y
no es anticonceptiva, pues lo que hace es impedir que siga viviendo un ser
humano ya concebido. Es decir, que
es abortiva.
El DIU (dispositivo intra-uterino) además de ser abortivo, pues impide la
anidación del óvulo ya fecundado, es peligroso para la salud, pues puede
producir infecciones y hasta perforación del útero 742 .
Hay que distinguir entre el aborto espontáneo , que ocurre
involuntariamente, y el aborto criminal provocado que es un pecado gravísimo.
También existe diferencia entre este último y el aborto terapéutico , que
intenta salvar lo que puede salvarse en aquel trance. En caso de que haya que elegir entre dos vidas, la
del feto y la de la madre, se puede elegir la vida que parezca más importante. Se
trata de aplicar a este caso el principio moral de la acción de doble
significación. Con este nuevo enfoque el aborto terapéutico resultaría
justificable. Así razona el Padre jesuita Marcelino Zalba , Catedrático de
Teología Moral de la Universidad Gregoriana de Roma y Consultor de la Sagrada
Congregación Pontificia de la Doctrina de la Fe 743. Si hubiera sido
posible, se hubieran salvado la dos vidas.
Pero jamás puede ser lícito procurar voluntariamente un aborto directo El Dr.
John Peel , ginecólogo de la Reina Isabel de Inglaterra ha calificado de
valiosísima investigación científica la del Dr.Wynn , según la cual un gran
porcentaje de niños anormales con malformaciones graves nacen así debido a que
sus madres practicaron el aborto con anterioridad 744.
En el aborto peca, además de la madre, quien lo realiza, quien colabora y quien
lo aconseja745.
El Vaticano recuerda a los operadores sanitarios que tienen una obligación
grave a presentar objeción de conciencia en el caso de legislaciones abortistas
746.
Quien practica el aborto queda excomulgado 747.
Lo mismo todos los que colaboren a él de modo eficaz y voluntariamente
748.
Es decir si el delito no se hubiera cometido sin su colaboración .
La excomunión es la pena canónica que la Iglesia impone a ciertos pecados muy
graves para que no se cometan. Consiste
en que al excomulgado se le prohíben todos los sacramentos menos el de la
confesión. Pero no todos los sacerdotes pueden quitar la excomunión.
Desde el siglo primero la Iglesia ha afirmado la malicia moral de todo aborto provocado
. El aborto se condena en la Iglesia desde los tiempos de la «Didajé», en el
siglo I749.
67,6. En marzo de 1987, la Santa Sede publicó un documento titulado «Donum
vitae» sobre Bioética, poniendo barreras morales a la manipulación genética. La
Iglesia está a favor del hombre y no acepta que se fabriquen hombres en serie
para luego destruirlos cuando ya no interesen.
No puede permitirse el derecho a crear una vida humana con el fin de destruirla
después. Leí en el Diario YA, que frente a los seiscientos niños probeta
conseguidos, se han destruido veintitrés mil cuatrocientos óvulos fecundados
«in vitro»,es decir, que se perdieron el 97,5% de las vidas humanas que se
iniciaron750.
En Francia, en 1986 se consiguieron ochocientos «niños probeta», pero se habían
concebido «in vitro» once mil embriones humanos. Es decir, se destruyeron diez mil doscientos seres
humanos751.
El Dr. Justo Aznar, Jefe del Departamento de Biopatología Clínica del Hospital
de la Fe de Valencia, dice que por cada niño «in vitro» que nace se pierden
cuarenta vidas humanas752, pues para obtener un niño probeta se
fecundan unos cincuenta óvulos. La experimentación científica no puede
legitimar esta destrucción de vidas humanas.
El Dr. Jacques Testart cuenta en su libro «El embrión transparente» cómo en la
Clínica Clamart donde él trabaja, a veces coinciden en la misma habitación una
mujer que va a abortar y otra que está sometida a tratamiento para lograr la
fecundación «in vitro». No sería más lógico que la segunda adoptara al niño de
la primera, en lugar de que tengan que morir cincuenta niños probeta para que
ella consiga uno?.
En la presentación del documento «Donum Vitae», el cardenal Ratzinger dice: «La
actividad científica está sometida a la ley ética. La Ciencia no es un absoluto
a lo que se puede sacrificar todo, aun la dignidad del hombre». Progreso que va
contra la dignidad del hombre no es verdadero progreso.
He aquí algunas ideas del documento «Donum Vitae»:
« Si el progreso tecnológico no está encauzado por la moral, puede atentar
contra la dignidad de la persona humana (Introducción n 2). No todo lo que es
técnicamente posible es moralmente admisible (Introducción n 4). La Ciencia y
la técnica exigen el respeto incondicional a los criterios fundamentales de la
moralidad: deben estar al servicio de la persona humana (Introducción n 2). El
ser humano debe ser respetado y tratado como persona desde el primer instante
de su concepción (I,1). Es inmoral
producir embriones humanos destinados a ser explotados como "material
disponible". Resulta obligado denunciar la particular gravedad de la
destrucción voluntaria de los embriones humanos obtenidos "in vitro"
con el sólo objeto de investigar (I, 4). Tanto en el caso de los fetos muertos,
como cuando se trata de cadáveres de personas adultas, toda práctica comercial
es ilícita y debe ser prohibida (I, 4). Desde el punto de vista moral,
sólo es verdaderamente responsable, para con quien ha de nacer, la procreación
que es fruto del matrimonio... La fidelidad de los esposos, en la unidad del
matrimonio, comporta el recíproco respeto de su derecho a llegar a ser padre y
madre exclusivamente el uno a través del otro. El hijo tiene derecho a ser
concebido, llevado en las entrañas, traído al mundo y educado dentro del
matrimonio (II, 1)».
Un hijo concebido con ayuda de un gameto procedente de una tercera persona es
propiamente un hijo adulterino. Por lo mismo están prohibidos los «vientres de
alquiler» que van contra la unidad del matrimonio, y la congelación de
embriones que los expone a posibles manipulaciones contra la dignidad de la
persona humana.
Las técnicas que provocan una disociación de la paternidad por la intervención
de una persona extraña a los cónyuges (donación del esperma o del óvulo,
préstamo de útero), son gravemente deshonestas.
El P. Javier Gafo, S.I., Catedrático de Bioética en la Universidad de Comillas
en Madrid, dice: «El desarrollo tecnológico no es un valor en sí absoluto, en
nombre del cual pueda legitimarse cualquier tipo de avance. Las nuevas técnicas
de reproducción humana pueden llevar a abusivas manipulaciones del embrión y a
una degradación de su valor humano». Se pueden realizar verdaderas
perversiones. Manipulando el cromosoma de la agresividad se podrían obtener
seres humanos de tendencias criminales destinados al terrorismo. La ingeniería
genética podría conseguir hombres infradotados para ponerlos al servicio de los
listos que los han «producido». Sería una nueva modalidad de esclavitud. Y
ningún hombre debe ser explotado por el que es más fuerte que él sea
económicamente, sea culturalmente, sea físicamente, sea psíquicamente. Todo
hombre, nacido o no nacido, enfermo incurable o desbordante de salud, es hijo
de Dios. No puede ser explotado por otro hombre.
El Premio Nobel Dr.Severo Ochoa entrevistado por la periodista Pilar Urbano,
dijo: «Muchas veces el hallazgo científico se escapa de nuestras manos y se
vuelve contra el hombre».
Evidentemente, no todo lo que es técnicamente posible es moralmente aceptable.
Los Medios de Información propagaron que dos lesbianas del país vasco habían
tenido un hijo en común: una quedó embarazada con espermatozoide de banco, y el
óvulo fecundado fue anidado en la otra.
Esto es una monstruosidad. Ese niño va a vivir traumatizado cuando se entere
que es hijo de dos mujeres anormales. Siempre será verdad que toda ciencia
necesita de la conciencia. «Las
intervenciones sobre el embrión humano sólo son lícitas si tienen como fin la
mejora de sus condiciones de vida» 753.
El 24 de Febrero de 1997 todos los medios de información se hicieron eco de la
clonación de una oveja en Escocia, quitando el código genético de un óvulo y
fecundándolo con otra célula con su código genético. Así se engendra un
nuevo ser idéntico al segundo.
Con esta ocasión se multiplicaron los comentarios sobre la aplicación de la
clonación al ser humano. Uno de ellos fue el de Juan Antonio Martínez, Delegado
de la Conferencia Episcopal Española, que dijo por televisión: «La Ciencia sin
conciencia se vuelve contra el hombre».
Efectivamente, sería una monstruosidad que unos hombres «fabricaran» a otros
infradotados intelectualmente, sumisos y dóciles, pero muy fuertes físicamente,
para su servicio en trabajos duros o peligrosos.
Sería una nueva forma de esclavitud.
Por eso la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe en su documento
«Donum Vitae» (I,6) dice que la clonación humana es contraria a la moral.
En Abril de 1997 se celebró en
Oviedo un Convenio de Bioética.
Representantes de veinte países firmaron un Convenio Europeo sobre Derechos
Humanos y Biomedicina auspiciado por el Consejo de Europa.
Este documento incluye un anexo especial sobre la clonación humana que prohibe
expresamente. Pone límites a la ingeniería genética y protege a los ciudadanos
frente a los avances científicos. (ABC de Madrid del 5-IV-97, pg. 59).
67,7. Los Testigos de Jehová
prohíben las transfusiones de sangre, diciendo que están prohibidas por la
Biblia; y son capaces de dejar morir a una persona antes de facilitarle esta
ayuda.
En primer lugar hay que decir que esto es falso. En ningún lugar de la Biblia
se habla de las transfusiones de sangre. La Biblia no puede prohibir una
cosa que se desconocía en su tiempo. Lo que la Biblia prohíbe es comer sangre de animales, por estar relacionada
con la idolatría que ellos veían en otros pueblos que sacrificaban animales a
los ídolos. También la Biblia prohíbe comer sebo 754.
Y a esto no hacen caso.
Pero además Cristo abolió algunas prácticas del Antiguo Testamento e instauró
el Nuevo755.
Muchas de las leyes del Antiguo Testamento no rigen en el Nuevo (circuncisión,
peregrinar a Jerusalén, pena de muerte para los adúlteros, etc.). Esta
prohibición de no tomar sangre se mantuvo al principio por consideración a los
cristianos procedentes del judaísmo, apegados a sus costumbres, que tenían
reparo en participar en comidas que habían estado prohibidas para ellos durante
toda su vida, y no se les debía escandalizar. El tránsito del Antiguo al Nuevo
Testamento, necesitaba su tiempo para que aquellos judíos se desprendieran de
sus viejas costumbres; pero pronto se permitió a los cristianos tomar toda
clase de alimentos, como dice San Pablo: «Ni porque comamos ni porque no
comamos mereceremos o desmereceremos; pero si lo que yo como escandaliza a mi hermano,
no comeré»756.
Pero después dice que se puede comer de todo 757.
El abstenerse de comer sangre fue una norma transitoria, circunstancial y
disciplinar que cayó en desuso al desaparecer las comunidades palestinenses
judeo-cristianas con la guerra del 70758.
Por eso no vuelve a mencionarse ni en San Pablo ni en los Padres Apostólicos.
En cambio la prohibición de la fornicación se repite con frecuencia en San
Pablo y en los Padres Apostólicos.
Por otra parte, ya lo dijo San Mateo: «Lo que mancha al hombre no es lo que
entra por la boca, sino lo que sale del corazón» 759.
En cambio lo que dice la Biblia con toda claridad es que debemos dar la vida
por los hermanos , pues ésta es la mejor manera de mostrarles nuestro amor a
ellos . Pues, si debemos estar dispuestos a dar la vida por nuestros hermanos;
cuánto más un poco de sangre, que recuperamos con facilidad, y que puede salvar
la vida de un hermano! Luego, las transfusiones de sangre no sólo no están
contra la Biblia, sino que están muy de acuerdo con ella, ya que nos manda
sacrificarnos por nuestros hermanos. El que se oponga a las transfusiones de sangre, está muy lejos de conocer
la Biblia y el mensaje de amor que ella encierra en bien de todos.
67,8. Es, además, un pecado contra este mandamiento el suicidio, es decir,
quitarse a sí mismo la vida deliberadamente y por propia iniciativa .
El suicidio es pecado grave porque la vida no nos pertenece a nosotros, sino a
Dios, que nos la ha entregado en usufructo 760.
No puedo quemar la casa en que vivo porque no es mía: la tengo sólo arrendada.
Acaso me he dado yo la vida para considerarla como mía? Pero generalmente el
suicida lo hace en un momento de arrebato o desesperación. Y esto es un atenuante.
Las situaciones difíciles se superan pidiendo a Dios que nos libre de ellas o
nos dé fuerzas para sobrellevarlas. Pero el suicidio no arregla nada: lo
estropea del todo y para siempre. Por eso sólo la locura o la irreligión pueden
llevar al suicidio.
«El suicidio lo cometen frecuentemente personas que por enfermedad, o por otras
causas, no son totalmente dueñas de sí mismas. De ordinario es difícil medir el
grado de responsabilidad y de culpabilidad que contraen». Trastornos psíquicos
graves pueden disminuir la responsabilidad del suicida .
«La Iglesia ora por las personas que han atentado contra su vida».
No es suicidarse el perder la vida en un acto de servicio o de caridad , como
al salvar a un náufrago. Aunque uno sepa, al tirarse al agua, que es posible
pierda la vida. Esto no es suicidarse, pues no se busca la muerte directamente,
sino que se pierde la vida al querer salvar a otro.
67,9. No sólo está prohibido quitarse la vida, sino también acortarla
directamente, como sucede con la eutanasia.
La eutanasia es un acto deliberado de dar fin a la vida de una persona.
«Anticipar la muerte, por muy cierta que sea, y por insoportable que parezca la
vida, es otorgarse un derecho que sólo a Dios pertenece. Y esto aun cuando el
enfermo consienta y lo solicite vivamente, porque ni siquiera él puede conferir
un derecho que tampoco posee, ya que no es dueño ni propietario de su cuerpo y
de su existencia».
La eutanasia se quiere enmascarar con la etiqueta de «muerte digna», lo mismo
que el aborto asesino se quiere disimular llamándole «interrupción del
embarazo».
Después del aborto vendrá la eutanasia. Por la misma razón que se permite matar
a los niños no deseados, se permitirá matar a los enfermos y ancianos que
estorben. «Que nadie se engañe. Primero
fue el no nacido, ahora el anciano, y luego vendrá todo aquel que estorbe al
que manda, o el que se
atreva a disentir. La cultura de la muerte es imparable, aunque sus argumentos
sean nulos», ha dicho Santiago Martín.
Se empieza con una etiqueta de buena apariencia: muerte digna, ayudar a morir
al que no desea sufrir más. Pero luego se pasa a acciones aterradoras, como el
caso de un matrimonio joven que quería eliminar a la abuela porque necesitaba
su cama. Por los años 70, en la
China comunista desaparecieron de golpe leprosos, ciegos, locos y minusválidos.
Esta «purga» explica en parte el impresionante agujero descubierto por los
demógrafos de cincuenta millones de habitantes en la población china
761.
Por la misma razón por la cual algunos defienden hoy el aborto, el día de mañana
serán ellos mismos eliminados por sus hijos, que los considerarán una carga
inútil. Diego Díaz en su libro «La última edad», recuerda unas palabras
del demógrafo americano Dr. Gallop, de la Universidad de Manitoba (Canadá):
«Una vez que hayas permitido la muerte del feto, el ciclo no se cerrará. No habrá límites de edad. Se
habrá puesto en movimiento una reacción en cadena que podrá hacer de ti una
víctima. Tus hijos querrán matarte,
porque permitiste que fueran muertos sus hermanos y hermanas. Querrán
matarte por no poder soportar tu vejez». Incluso hay quien se ufana de haber
podido comprar un coche con el dinero del seguro de vida del enfermo que dejó
morir por falta de asistencia . Y como dice el Dr. Gallop :«Si un doctor acepta
dinero para matar a un inocente en el seno materno, el mismo doctor te matará a
ti con un inyección, cuando alguien se lo pague».
El jueves 4 de junio de 1987 pudimos ver en televisión en el espacio «Debate»
cómo el defensor de la eutanasia decía que todos debíamos tener derecho a morir
de modo digno, y el médico del Hospital de Basurto le dijo que en eso tiene
toda la razón, pero la eutanasia consiste en matar al enfermo, y los médicos
están para sanar, no para matar.
Morir dignamente es asumir la muerte humana y cristianamente.
Todos los periódicos de España hablaron del caso de la niña Mercedes Rodríguez,
de Bilbao, cuyo padre, Emilio, de veintiséis años, pidió por todos los Medios
de Comunicación que los médicos mataran a su hija enferma. Hubo algún
matrimonio que quiso hacerse cargo de su hija.
Más tarde se encontró remedio a
algunos de los males de la niña .
Una enfermera del Hospital holandés de Vliethoven asesinó por medio de
una inyección a nueve ancianos .
Cuatro enfermeras de Austria fueron
condenadas por liquidar a cuarenta y nueve enfermos que les resultaban molestos
. Una de las enfermeras, llamada Waltraud Wagner, reconoce haber matado a once
personas .
En Holanda se registran al año más de dos mil casos de eutanasia, mil de los
cuales se practicaron sin ser solicitada por el paciente . La
legalización de la eutanasia en 1992 ha provocado una enorme difusión de una
tarjeta donde se dice que el portador no admite le sea practicada la eutanasia;
y ochenta de cada cien mayores de setenta y cinco años no quieren ni oír hablar
del Hospital por miedo a ser eliminados. El miedo a que se les practique la eutanasia ha hecho que los ancianos
holandeses se asocien en la NPV para defenderse de la eutanasia. La NPV cuenta
con sesenta y tres mil miembros, y en las últimas semanas se han apuntado cinco
mil nuevos socios .
Conozco casos de enfermos terminales por los que se ha hecho todo lo que es
razonable hacer, y que mueren desesperados creyendo que se les tiene
abandonados. Si esto ocurre en una situación en la que la eutanasia está
rechazada, cuántos morirían desesperados creyéndose abandonados en una
situación en que la eutanasia esté legalizada?.
De hecho en Australia se ha anulado la ley que permitía la eutanasia .
No es lícito dar a un enfermo una inyección con el propósito de provocar la
muerte, ya inevitable, apoyados en el piadoso deseo de que no sufra. No es
lícito provocar directamente la muerte por un medio artificial 762, ni
siquiera a petición del interesado, pero el médico puede dar al enfermo algún
lenitivo de los dolores, aun a sabiendas de que posiblemente con ello se
acelere indirectamente la muerte763.
Pero si la dosis empleada, aunque no produzca directamente la muerte, hace
privar al enfermo del uso de la razón hasta el momento de morir no se podrá
aplicar al moribundo; a no ser que esté ya preparado espiritualmente. En caso
contrario sería privarle de una adecuada preparación para su salvación eterna,
lo cual es mucho más importante que el alivio corporal .
Todos debemos poner los medios proporcionados para conservar o recuperar la
salud. Pero no estamos obligados a los medios desproporcionados como serían
medicamentos muy caros o intervenciones quirúrgicas muy dolorosas . Cuando el
enfermo, a juicio del médico, no tiene esperanza de curación, no es necesario
prolongar indefinidamente (distanasia), por medio de medicinas o aparatos, una
vida que corre irrevocablemente a su término . Sobre todo cuando la vida se
prolonga artificialmente, tan sólo vegetativamente, sin reacciones humanas, es
perfectamente lícito interrumpir las medidas extraordinarias y suspenderle el
tratamiento o desconectarle los aparatos dejando que la naturaleza siga su
curso . Una existencia irreversiblemente vegetativa, que ha dejado de ser
humana, puede no tener sentido el prolongarla. Aunque no se puede privar a los
familiares de su derecho de emplear todos los medios a su alcance para mantener
la esperanza hasta última hora.
En septiembre de 1989 la Conferencia Episcopal Española ha redactado un
«Testamento Vital» para los enfermos que se hayan en una situación terminal.
Dice así: «El que suscribe pide que si por mi enfermedad llegara a estar en
situación crítica e irrecuperable, no se me mantenga en vida por medio de
tratamientos desproporcionados o extraordinarios, que no se me aplique la
eutanasia activa, ni se me prolongue abusiva e irracionalmente mi proceso de
muerte; pero que se me administren los tratamientos adecuados para paliar los
sufrimientos.
Pido igual ayuda para asumir cristiana y humanamente mi propia muerte.
Deseo poder prepararme para este acontecimiento final de mi existencia en paz,
con la compañía de mis seres queridos y el consuelo de mi fe cristiana».
La doctrina de la Iglesia sobre la eutanasia puede resumirse en este decálogo:
1º.- Jamás es lícito matar a un paciente, ni siquiera para no verle sufrir o no
hacerle sufrir, aunque él lo pidiera expresamente. Ni el paciente, ni los
médicos, ni el personal sanitario, ni los familiares tienen la facultad de
decidir o provocar la muerte de una persona.
2º.- No es lícita la acción que por su naturaleza provoca directa o
intencionalmente la muerte de un paciente.
3º.- No es lícito omitir una prestación debida normalmente a un paciente, sin
la cual va irremisiblemente a la muerte: por ejemplo, los cuidados vitales (alimentación
por tubo y remedios terapéuticos normales) debidos a todo paciente, aunque
sufra un mal incurable o esté en fase terminal o en coma irreversible.
4º.- No es lícito rehusar o renunciar a cuidados y tratamientos posibles y
disponibles cuando se sabe que resultan eficaces, aunque sea sólo parcialmente.
En concreto, no se ha de omitir el tratamiento a enfermos en coma si existe
alguna posibilidad de recuperación; aunque se puede interrumpir cuando se haya
constatado su total ineficacia. En todo caso, siempre se han de mantener las
medidas de sostenimiento.
5º.- No existe la obligación de someter al paciente terminal a nuevas
operaciones quirúrgicas cuando no se tiene la fundada esperanza de hacerle más
llevadera su vida.
6º.- Es lícito suministrar narcóticos y analgésicos que alivien el dolor,
aunque atenúen la consciencia y provoquen de modo secundario un acortamiento de
la vida del paciente. Siempre que el fin de la acción sea calmar el dolor, y no
provocar subrepticiamente un acortamiento sustancial de la vida; en este caso,
la moralidad de la acción depende de la intención con que se haga, y de que
exista una debida proporción entre lo que se logra (la disminución del dolor) y
el efecto negativo para la salud.
7º.- Es lícito dejar de aplicar tratamientos desproporcionados a un paciente en
coma irreversible cuando haya perdido toda actividad cerebral. Pero no lo es
cuando el cerebro del paciente conserva ciertas funciones vitales, si esta
omisión provocase la muerte inmediata.
8º.- Las personas minusválidas o con malformaciones tienen los mismos derechos
que las demás personas, concretamente, en lo que se refiere a recepción de
tratamiento terapéutico. En las
fases prenatal y posnatal se les han de proporcionar las mismas curas que a los
fetos y niños sin ninguna minusvalía.
9º.- El Estado no puede atribuirse el derecho de legalizar la eutanasia,
pues la vida del inocente es un bien que supera el poder de disposición, tanto
del individuo como del Estado.
10º.- La eutanasia es un crimen contra la vida humana y contra la ley divina,
del que se hacen responsables todos los que intervienen en la decisión y
ejecución del acto homicida .
67,10. Una obra de caridad muy
actual es la donación de órganos para trasplantes . Donar el cadáver para que
otra persona pueda recibir un órgano aprovechable es una obra de caridad que
deberíamos hacer todos.
Sería bueno llevar junto al Documento Nacional de Identidad, un papel
firmado donde se haga donación de todo órgano aprovechable después de nuestra
muerte.
Actualmente se puede solicitar la
tarjeta de donante en las Residencias y Ambulatorios de la Seguridad Social.
Esto facilita la gestión, pues el donante figura en los archivos de la
Seguridad Social.
Si la donación es en vida, deben darse algunas condiciones :
a) que el donante lo otorgue libre y responsablemente, después de haber sido
suficientemente informado.
b) que las garantías de éxito sean proporcionales a los inconvenientes para el
donante.
c) que el órgano sea doble o regenerable: como la sangre.
Exceptuados los casos de prescripciones médicas, de orden estrictamente
terapéutico, las amputaciones, mutilaciones o esterilizaciones directamente
voluntarias de personas inocentes son contrarias a la ley moral .
67,11. La Patria debe ser para ti la cosa más grande después de Dios y de la
Religión. Patria no es sólo el territorio en el que se ha nacido. Abarca
también un entramado de ideas, historia, tradiciones, costumbres, religión,
etc., que identifican la personalidad de un pueblo.
«Para un soldado cristiano el morir por la Patria es un acto sublime de
caridad. Si mueres por la Patria en gracia de Dios, tendrás gran mérito y poco
purgatorio» (P. Vilariño, S.I.).
Los que se dedican al servicio de la Patria en la vida militar, son servidores
de la seguridad y de la libertad de los pueblos .
Los poderes públicos atenderán equitativamente el caso de quienes, por motivos
de conciencia, rehusan el empleo de las armas. Éstos siguen obligados a servir
de otra forma a la comunidad humana .
El amor a la Patria es uno de los
amores más puros y más dignos que puedes encerrar en tu pecho.
«Cultiven los ciudadanos con magnanimidad y lealtad el amor a la Patria, pero
sin estrechez de espíritu, de suerte que miren siempre también por el bien de
toda la familia humana»764.
«El amor a la Patria es legítimo, como es legítimo el amor al hogar y a
la propia madre. Es, mejor, una exigencia ineludible de todo corazón bien
nacido. El que desprecia a su madre o desprecia a su hogar es un descastado. El
que desprecia a su Patria o la injuria es también un mal nacido. El
cristianismo prescribe y fomenta el amor a la Patria y lo sobrenaturaliza. El
amor ordenado a la Patria es un deber moral para todo cristiano» 765.
Todos debemos esforzarnos por el engrandecimiento de la Patria con nuestro
servicio, con nuestra colaboración, con nuestro trabajo y hasta con el
sacrificio de la vida, si esto es necesario para defenderla, cuando está en
peligro766.
Nuestros deberes para con la Patria son: amarla, defenderla, cumplir sus leyes
y contribuir al bien común .
Debemos estar orgullosos de nuestra Patria. De sus cualidades y de sus virtudes. Pero también debemos darnos cuenta de
los defectos de nuestra raza, y trabajar para corregirlos; contribuyendo así a
su engrandecimiento. No debemos ser fanáticos nacionalistas creyendo que
lo nuestro es siempre lo mejor. Pero tampoco ingenuos admiradores del
extranjero, creyéndolo siempre y en todo superior .
Conocida es la actitud de los
Testigos de Jehová hacia la Patria y la bandera. Rehusan hacer el servicio
militar porque dicen que no creen en más Patria que la de Dios; niegan saludar
a la bandera, porque, según ellos, este saludo constituiría una forma de
adoración religiosa... Valiente barbaridad! Cuánta ignorancia, o qué
deseos de confundir! El saludo a la bandera es un acto de contenido patriótico,
que no es igual que religioso767.
67,12. Las leyes civiles,
moralmente justas, ordenadas al bien común, obligan en conciencia. Pero
no obliga la ley injusta que va contra la razón, contra la conciencia o contra
Dios .
Algunos gobiernos de hoy, con sus leyes, más que defender la moralidad pública
y estimular el comportamiento moral, lo que hacen es autorizar con las leyes
los comportamientos inmorales, por ejemplo, el aborto.
No se preocupan de lo que se debe hacer, sino de autorizar lo que se hace.
Estamos en una sociedad permisiva. Por respeto a la libertad se permite todo,
sin preocuparse de orientar la libertad al bien común .
«El hombre se realiza en sociedad.
Es un ser sociable y social. Dios lo ha hecho así. Por eso tienen que
darse normas y haber autoridades al servicio del funcionamiento de las
sociedades... La autoridad es, por consiguiente, un servicio para la comunidad,
no un privilegio para el que la ejerce.
Y, si es legítima, viene en última instancia de Dios. Es decir, la obediencia, bien entendida, termina
en la voluntad de Dios... Por supuesto, toda autoridad es limitada,
tiene un determinado ámbito de actuación. Si mandase fuera de esos límites no
hay lugar a la obediencia»768.
«Dios ha querido que los hombres
vivamos en sociedad. La organización social facilita el desarrollo del
hombre. En toda sociedad hay
autoridades que dan leyes, y hacen que estas leyes sean cumplidas.
Todos los ciudadanos tienen el derecho y el deber de elegir por votación a los
gobernantes que consideren más capacitados para conseguir el bien de la
sociedad. El cristiano tiene el deber de elegir responsablemente a quienes le
parece mejor van a servir al bien común. El bien común se realiza plenamente
sólo cuando todos los ciudadanos están seguros de sus derechos (Juan Pablo II
). Los cristianos han de cooperar con todas sus fuerzas a promover el bien
común.
Es deber también de los cristianos preocuparse por la paz, la justicia y la
unión entre todos los hombres, y trabajar, en la medida de lo posible, para
lograrlo»769.
Los que ejercen una autoridad, deben ejercerla como un servicio .
El ejercicio de los derechos
políticos está destinado al bien común de la nación y de toda la comunidad humana
.
El 28 de septiembre de 1989 la Comisión Permanente del Episcopado
Español publicó un documento con ocasión de las próximas elecciones titulado
«Responsabilidad cristiana ante las elecciones generales». En él se advierte el
deber moral de votar para colaborar al bien común, y añadían que el voto hay
que darlo con responsabilidad, apoyando al partido que mejor defienda el tipo
de sociedad que esté de acuerdo con los valores de la propia conciencia.
D. Gabino Díaz Merchán, Presidente de la Conferencia Episcopal Española, en la
apertura de la XLIII Asamblea Plenaria, dijo: «La libertad de opción política,
no significa que el cristiano pueda comprometerse en el terreno socio-político
sin tener en cuenta los criterios que dimanan de su fe».
En febrero de 1977 la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española
publicó una nota en la que decía que la Iglesia debe mantenerse independiente
respecto a los distintos partidos políticos, pero los cristianos deben excluir
su apoyo a aquellos partidos o programas que sean incompatibles con la fe. En
cuanto a los sacerdotes y religiosos dice que, como cualquier ciudadano, tienen
derecho a asumir sus propias opciones políticas; pero no deben asumir funciones
de militancia activa ni de liderazgo en los partidos políticos. Si en
circunstancias concretas y excepcionales el bien de la comunidad exige tales
compromisos, se ha de obtener previamente el consentimiento del Obispo,
consultado el Consejo Presbiteral y, si el caso lo requiere, también la
Conferencia Episcopal .
La Iglesia es por naturaleza apolítica. Pero tanto la Iglesia como el Estado
deben buscar el bien integral de los individuos. Cada cual en su esfera. Si
esto se hace correctamente, no tiene que haber conflictos. Si el Estado no
respeta los bienes espirituales de la la persona humana, la Iglesia tiene
obligación de denunciarlo.
«El cristiano no debe someter su conciencia a las imposiciones del partido en
que milite. (...) Los cristianos al ejercer el derecho del voto tienen
obligación de elegir aquellos partidos y aquellas personas que ofrezcan más
garantías de favorecer realmente el bien común considerado en toda su
integridad... El bien común no puede reducirse a los aspectos materiales de la
vida, con ser éstos de primera importancia. La concepción cristiana del bien
común incluye también otros aspectos culturales y morales» 770.
«Es gravísimo deber de los católicos votar a los candidatos que ofrezcan
mayores garantías sobre la defensa de los derechos de Dios y de la Iglesia, y
cometerían fácilmente pecado mortal votando a los indignos, o absteniéndose de
votar, con peligro de contribuir al triunfo de los candidatos anticatólicos»
771.
El 29 de mayo de 1986 la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe del
Vaticano, publicó una «Instrucción sobre la libertad cristiana y liberación»,
donde dice: «La Iglesia tiene la firme voluntad de responder a las inquietudes
del hombre contemporáneo sometido a duras opresiones y ansioso de libertades.
La gestión política y económica de la sociedad no entra directamente en su
misión. Pero el Señor Jesús le ha confiado la palabra de la verdad capaz de
iluminar las conciencias (n 61). La misión esencial de la Iglesia, siguiendo la
de Cristo, es una misión evangelizadora y salvífica. En esta misión la Iglesia
enseña el camino que el hombre debe seguir en este mundo para entrar en el
Reino de Dios. Su doctrina abarca todo el orden moral... La Iglesia quiere el
bien del hombre en todas sus dimensiones: en primer lugar como miembro de la
Ciudad de Dios, y luego como miembro de la ciudad terrena (n 63). La Iglesia no
se aparta de su misión cuando se pronuncia sobre la promoción de la justicia en
las necesidades humanas. Sin embargo procura que su misión no se reduzca a ella
(n 64). La Iglesia es fiel a su misión cuando se opone a los intentos de
instaurar una forma de vida social de la que Dios está ausente, y cuando emite
su juicio acerca de los movimientos políticos que tratan de luchar contra la
miseria y la opresión según teorías y métodos de acción contrarios al Evangelio
(n 65)».
Conviene advertir que el marxismo es esencialmente ateo. Así lo afirma Gregorio
R. de Yurre, Profesor de Filosofía en la Facultad de Vitoria, conocido
marxólogo, autor de varios libros sobre marxismo. Dice él que el ateísmo es tan
esencial al marxismo como la divinidad de Cristo lo es para el cristianismo
772.
«Los fieles que profesan la doctrina
marxista y anticristiana de los comunistas y, sobre todo, aquellos que la
defienden y propagan, incurren, de pleno derecho, como apóstatas de la fe
católica»773.
Por eso la Comisión Permanente del Episcopado Italiano ha dicho:«No se
puede ser a la vez cristiano y marxista», porque «la adhesión al comunismo es
una apostasía de hecho». «El comunismo no deja lugar para ninguna religión».
«El comunismo no se limita a negar a Dios, lo combate. El ateísmo marxista,
como ha observado el mismo Lenin, es una consecuencia directa e inevitable del
materialismo dialéctico, parte esencial de la concepción comunista del mundo»
774.
El padre jesuita Bartolomé Sorge, doce años director de la Revista «Civiltá
Cattolica», autorizado portavoz oficioso del Vaticano, y profundo conocedor de
la problemática social de nuestro tiempo, ha publicado un libro titulado «La
opción política del cristiano», donde dice: «El marxismo es esencialmente ateo.
Marx fue un ateo absoluto.
En sus obras ataca toda religión, considerándola como una enfermedad del
espíritu alienado. A lo largo de la historia el marxismo ha sido ateo. Más aún,
del ateísmo de Marx, se pasó con Lenin al antiteísmo, a la lucha feroz contra
la religión.
Todavía hoy, dondequiera que el marxismo está en el poder, la religión es
impedida... En algunas naciones los marxistas se han atraído a los cristianos
para lograr ventajas políticas y electorales, pero el marxismo sigue siendo
radicalmente ateo. Por eso la Comisión Episcopal italiana dice: 3No se puede
ser simultáneamente cristiano y marxista2» 775.
El cardenal Bennelli, arzobispo de Florencia, en unas declaraciones al diario
madrileño «El País», dijo a propósito de los cristianos que votan comunista:
«Lo hacen porque no conocen el marxismo o no conocen el cristianismo».
Un decreto del Santo Oficio del 1 de julio de 1949, excomulga, como apóstatas
de la fe católica, a los que profesan la doctrina materialista y anticristiana
de los marxistas.
En mayo de 1971 Pablo VI dijo en su carta apostólica «Octogessima adveniens»:
«Hoy día muchos cristianos se sienten atraídos por las corrientes
socialistas... (pero) el cristiano que quiere vivir su fe, no puede adherirse,
sin contradecirse a sí mismo, a sistemas ideológicos que se oponen radicalmente
a su fe».
Recientemente ha aparecido en la Iglesia la Teología de la Liberación que ha
sido muy bien recibida en algunos sectores por lo que tiene de cristiano la
«opción por los pobres». Pero algunos han entendido este ideal cristiano en
clave marxista. Leonardo Boff, uno de los teólogos de la liberación más
conocidos, exhorta a la «utilización del marxismo» 776.
Por eso, otros sectores de la
Iglesia Católica han presentado sus reparos a los teólogos de la liberación. La
Sagrada Congregación de la Fe publicó en 1984 una Instrucción sobre la Teología
de la Liberación, titulada «Libertatis nuntius», en la que dice que ciertas
formas de ésta, recurren a conceptos marxistas que implican riesgos de
desviación ruinosos para la fe y para la vida cristiana .
Por otra parte, el marxismo ha fracasado totalmente en su doctrina
social. Después de setenta años de comunismo, el pueblo ruso no ha salido de la
miseria. Allí sólo vivían bien los afines al gobierno.
Para sacar a su pueblo de la miseria, Gorbachov ha pedido ciento cincuenta mil
millones de dólares a los países capitalistas 777.
Quizás venga bien decir aquí algo sobre la masonería.
Las Logias del Gran Oriente de
España propusieron a las Cortes Constituyentes de la República Española que en
la Constitución de la República se incluyesen, entre otras, las siguientes
disposiciones:
- Romper las relaciones diplomáticas con el Vaticano.
- Prohibir toda manifestación de índole religiosa en la calle.
- Incautación de los bienes de la Iglesia dedicados a la beneficencia.
- Nacionalización de todos los bienes de las Ordenes Religiosas.
- Expulsar o exclaustrar a todos los religiosos de ambos sexos.
- Incapacitación legal de los sacerdotes para ejercer la enseñanza.
- Etc., etc., etc.
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas de Madrid publicó una tesis
doctoral, a base de documentos del Archivo de Simancas, donde se transcriben
artículos que las logias masónicas de España enviaban a los periódicos durante
la República (1931-1936) calumniando a la Iglesia Católica .
Por eso la Iglesia prohibe que los católicos se hagan masones:
La masonería es contraria a la doctrina católica, y pecan gravemente los fieles
que la profesan .
Según la Declaración de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la
Fe del 26-XI-83 está prohibido que un católico se inscriba en la masonería, y
el que lo haga está en pecado grave y no puede acercarse a la comunión porque
es una afiliación incompatible con la fe católica .
67,13. Peca gravemente contra el quinto mandamiento quien se emborracha
hasta perder el uso de la razón.
Lo mismo que no podemos privarnos de la vida, tampoco podemos privarnos de la
razón. Sería matar la personalidad, y esto no puede hacerse sin causa
justificada, como sería anestesiar antes de una operación quirúrgica.
Cuando la borrachera no es completa, es decir, cuando no pasa de un «ponerse
alegre», no es pecado grave. Pero hay que tener mucho cuidado, porque el que ha
bebido demasiado tiene poco dominio de sí mismo y fácilmente comete pecados que
sin haber bebido no cometería.
Por eso hay que saber beber con moderación y cortar a tiempo.
Puede ser que borracho se hagan tonterías que no se harían si se estuviera
sereno. No se es responsable de lo que se hace sin darse cuenta, pero el pecado
se comete antes de emborracharse, cuando se daba uno cuenta de lo que se podía
hacer borracho, y sin embargo, se emborrachó voluntariamente. Lo mismo que el
que va de noche junto a un precipicio, sin necesidad, y se despeña; el mal paso
que le hizo caer lo dio sin querer, pero es responsable de su caída cuando,
dándose cuenta del peligro, emprendió el camino sin necesidad.
El beber con exceso no sólo ofende a Dios, sino que es también malo para la
salud. El alcohol debilita la voluntad, destroza el sistema nervioso, lesiona
el hígado y el cerebro, envenena la sangre, y dispone al organismo para
multitud de enfermedades: tuberculosis, pulmonía, tifus, reúma, diabetes, etc.
Por otra parte, es muy difícil que quien se da a la bebida lleve una vida
moral, pues el alcohol atiza la lujuria.
67,14. Unas palabras sobre
drogas. «El uso de las drogas, excepto por razones terapéuticas, es falta
grave»778.
Es muy triste que la juventud sea el campo abonado donde hacen su gran negocio
los traficantes de drogas. Las drogas están haciendo estragos en la juventud. Esclavizan
de tal modo que los adictos no pueden pasar sin la droga. Y como cuesta mucho
dinero, lo sacan de donde sea, incluso robando y matando. Y terminan destrozando su salud, y con frecuencia
en la cárcel. El hambre de drogas es insaciable; el cuerpo y el alma son sus
esclavos. El drogadicto es un verdadero enfermo. No tiene más que un
pensamiento, un deseo, una preocupación: la droga.
Donde sea, como sea, sin freno, sin vergüenza, sin pensar. Está dispuesto a no
comer, a reducirse a un mal oliente, a prostituirse, a robar, a matar, con tal
de poder procurarse la droga. El precio no le importa .
El síndrome de abstinencia,«el mono», lleva a reacciones impensables a fin de
conseguir la droga. El mono es algo que crece y crece, que no se detiene, que
obliga a quien lo sufre a cometer cualquier locura con tal de acabar con ese
infierno, que enloquece al adicto y lo convierte en un ser radicalmente
distinto, un ser al que no le importa nada ni nadie, al que no le preocupa otra
cosa que conseguir más droga y «matar el mono».
En los Estados Unidos faltan plazas
en los hospitales para tantos drogadictos como hay que internar. En Nueva York
mueren mensualmente cien adolescentes por culpa de las drogas. Más que por
todas otras causas juntas. Por eso, mucho cuidado. Jamás tomar. Ni siquiera probar. Muchos empezaron por
la tontería de probar, y luego se enviciaron y terminaron esclavos de la droga.
El conocido doctor Garrido Lestache, dijo por Radio Nacional de España,
el 20 de agosto de 1984, a las doce y cuarto del mediodía, que el que empieza
fumando porros, termina con la heroína.
Esto está confirmado por la experiencia, a pesar de lo que digan en contra
algunos interesados en difundir el consumo de drogas.
Los traficantes a veces la regalan para que la juventud se aficione.
Luego viene todo rodando. Si se empieza, se terminará haciéndose un
desgraciado; quizás loco, y hasta muerto prematuramente hecho una piltrafa. «Si
la población conociera de verdad los efectos de las drogas que van deteriorando
la personalidad de un modo progresivo, física y psíquicamente, si conociera de
verdad la dificultad de salir del círculo de la droga-adicción, reaccionaría
violentamente contra el consumo de drogas. Los fracasos de la terapéutica son
muy numerosos; por eso los esfuerzos deben dirigirse no solamente para curar a
los pacientes que ya han caído en la drogadicción, sino sobre todo en evitar
que los sujetos lleguen a adquirirla».
El 12 de noviembre de 1979 oí en Radio Nacional de España en «Protagonistas
nosotros», un espacio sobre drogas a cargo del Dr.Monegal, especialista en
problemas con drogadictos. Apunté las siguientes afirmaciones: «El porro
envenena gravemente. A veces, después, es muy difícil la desintoxicación. Los
que piden la despenalización del porro, porque consideran a la marihuana
inofensiva, tienen un absoluto desconocimiento científico de sus consecuencias
biológicas y psíquicas. A veces se
producen daños
irreparables, sobre todo en el desarrollo de los adolescentes.
La dependencia, es decir, la esclavitud de la droga, puede producirse
con la primera dosis: depende de personas».
«Se ha descrito una serie de trastornos y estados psíquicos (manifestaciones
esquizofrénicas, maníacas y orgánicas agudas), relacionadas con el uso de la
marihuana».
En otro programa sobre Drogas en Radio Nacional de España, a las 9 de la
mañana, primeros de enero de 1979, dijo el Dr.Cajal, Catedrático de
Psicopatología en la Facultad de Madrid: «Las actitudes permisivas siempre han
favorecido la propagación de las drogodependencias».
Oí decir a un drogadicto que cuando empezó pensaba inyectarse una vez al día, y
después necesitó inyectarse cuatro o cinco veces al día . El Dr. Freixa,
Catedrático de Psiquiatría de la Facultad de Medicina de Barcelona, dijo por
Radio Nacional de España en el programa «Protagonistas nosotros» el 6 de
febrero de 1980: «Todos los drogadictos que han terminado esclavos de la
heroína y con graves lesiones psíquicas, empezaron fumándose un porro con unos
amigos».
Generalmente se empieza por curiosidad o por tirón del grupo, con el engaño de
probar sensaciones nuevas, etc. y después viene la dependencia física que produce
una alteración del metabolismo, que puede llevar a la muerte. Esto es muy
frecuente.
El drogadicto siempre es un enfermo. La droga modifica el psiquismo.
Las drogas producen alteraciones
psíquicas irreversibles aunque se cure la tendencia.
El drogadicto pierde interés por todo lo que no sea la droga: ni
familia, ni trabajo, ni sociedad, ni nada. Poco a poco se desmorona su
personalidad y termina convirtiéndose en una piltrafa humana.
Alejandro Vallejo-Nájera, hermano del famoso psiquiatra Juan Antonio, que
estuvo metido en el mundo de la droga, decía: «La droga es el infierno».
En España han muerto por las drogas
sesenta personas en dos meses, y sólo en Barcelona, veintidós muertos por las
drogas en una semana . En Madrid mueren siete personas por sobredosis
cada día .
Acción Familiar ha editado un tríptico en el que sugiere a los padres cinco
consejos para evitar que sus hijos se droguen.
1.- Hacer acogedor el ambiente familiar, armonizando la autoridad, que nunca
debe faltar en el hogar, con el diálogo, la comprensión y la participación.
2.- Acostumbraos a escuchar a vuestros hijos, y no deis excesiva importancia a
unas formas externas que son propias de la moda de cada época.
3.- Evitad tanto la sobreprotección como el ser «padres de paja», y educadles en
una razonable austeridad, acostumbrándoles a soportar frustraciones.
4.- Más que sermones sobre los daños de la droga, dadles el ejemplo de vuestra
sobriedad, especialmente en el uso que hacéis del alcohol, del tabaco y de los
psicofármacos.
5.- Ofrecedles objetivos e ideales
en lugar de nuevos medios de bienestar, de comodidad y de vida fácil, que hacen
su voluntad débil ante el asalto de la droga.
Estos cinco consejos están orientados a crear en el hogar un ambiente
sano, que haga innecesaria la evasión por la droga.
Recordemos que, según la
Organización Mundial de la Salud, entre las causas predominantes de la
drogadicción se hallan las circunstancias de tipo familiar: hogares
desintegrados por el divorcio, padres sobreprotectores, padres sin tiempo para
los hijos, falta de comunicación padres-hijos, etc. .
67,15. Peca además contra este mandamiento el que escandaliza a otro, es
decir, le enseña, le invita o le provoca a pecar; ya sea con palabras, con su
ejemplo, o haciéndole cómplice de los propios pecados.
El escándalo es un pecado gravísimo, porque hace perder al prójimo la vida de
la gracia, que es mucho más preciosa que la vida del cuerpo.
El que escandaliza es un asesino de
almas. Se hacen culpables de escándalo los que manipulando la opinión pública
la desvían de los valores morales .
Con la pública desvergüenza de algunas parejas, además de los pecados que
cometen en su «trato libre», cometen también el pecado de escandalizar muchas
almas, que, al verlas, aprenden o son tentadas. Y dijo Jesucristo, hablando de
los que escandalizan, que más le valiera que los arrojaran al mar con una
piedra de molino atada al cuello , pues es grande el castigo que les espera en
la otra vida.
El que ha hecho daño espiritual a otro tiene obligación de reparar el
daño según sus posibilidades.
Debe procurar llevarle de nuevo al buen camino. Debe exhortarle con la palabra
y el buen ejemplo.
Debe orar por él .
No se debe ser jamás un mal amigo. Los que arrastran al pecado a sus compañeros
hacen el oficio de Satanás.
Y tú, mucho cuidado con los malos amigos o amigas. Huye de ellos como de la peste. Si no, acabarán
por perderte y serás un desgraciado en esta vida y en la otra: una manzana
podrida pudre a las que la rodean.
Para salvar a uno que se está ahogando hace falta saber nadar muy bien;
si no, los dos se ahogarán.
Para convertir a otro, hace falta tener mucho espíritu; si no, serás tú quien
pierdas. El consejo de un sacerdote
experimentado te dirá lo que debes hacer. Tenemos que transformar los
ambientes. Pero para remar contra corriente hace falta tener mucha
fuerza; sino, seremos arrastrados hacia abajo.
67,16. Son pecado grave contra el quinto mandamiento: el suicidio, el aborto provocado, el asesinato, el odio a muerte, las drogas, la borrachera hasta perder el uso de la razón, y el ser para otros ocasión de que comentan un pecado grave.