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P. Jorge Loring, S. I. Para salvarte IntraText CT - Texto |
Tercer Mandamiento
65.- EL TERCER MANDAMIENTO
DE LA LEY DE DIOS ES: SANTIFICARAS LAS FIESTAS .
65,1. Santificar las fiestas es oír Misa entera y no trabajar sin verdadera
necesidad .
El día más grande del año es el domingo de la Resurrección del Señor.
Todos los domingos son una conmemoración
de este gran día de Pascua.
En el Antiguo Testamento el día de fiesta era el sábado.
Pero los Apóstoles lo trasladaron al domingo porque en este día resucitó
Nuestro Señor .
En los Hechos de los Apóstoles se
nos cuenta que los cristianos se reunían los domingos para celebrar la
Eucaristía621.
Y la «Didajé» escrita entre los años 80 y 90 de Nuestra Era afirma que los
cristianos asistían a Misa el domingo 622.
Están obligados a oír Misa entera los días de precepto todos los bautizados que
han cumplido los siete años y tienen uso de razón .
«Los que deliberadamente faltan a esta obligación cometen un pecado
grave»623.
Una falta habitual a la Santa Misa, sin causa excusante, supone un desprecio
del precepto.
El precepto de oír Misa consiste en asistencia personal a la iglesia.
No satisface el precepto quien la oye por televisión. Aunque oír Misa por
televisión siempre será unan cosa laudable, pero no suple la obligación de ir a
oírla personalmente, a no ser que haya una causa excusante.
Además de la presencia física es necesario estar presente también mentalmente,
es decir, atendiendo.
Una distracción voluntaria puede ser pecado, si es prolongada. Las distracciones involuntarias no
son pecado.
El precepto es de oír Misa entera, pero omitir una pequeña parte, al
principio o al final, no es pecado grave .
Aunque lo mejor es oírla desde que sale el sacerdote hasta que se retira. Al
que llega después de haber empezado el Ofertorio, esa Misa no le vale .
El precepto de oír Misa puede cumplirse el sábado por la tarde. Lo mismo en las vísperas de las demás fiestas de
precepto .
Cuando hay dos fiestas de precepto seguidas, hay que oír Misa por cada día, en
las horas oportunas.
Decir que lo mismo da ir a Misa el domingo que el lunes es como decir
que lo mismo da ir a felicitar a tu padre porque es su santo, el día que acude
toda la familia, o tres días después porque es más cómodo para ti.
65,2. Quedan excusados de ir a Misa los que tienen algún impedimento:
una enfermedad que no permita salir de casa, un viaje que no te dé tiempo de
oírla, el vivir lejos de la iglesia más cercana, una ocupación que no puede
abandonarse, por ejemplo: los que cuidan enfermos y no tienen quien los
sustituya.
Para saber cuándo tenemos un motivo razonable que nos excuse de ir a Misa lo
mejor es consultar con un sacerdote.
Si no tienes un sacerdote a mano, y te urge solucionar tu duda, puede ayudarte
la norma siguiente:
Puedes dejar la Misa si, dadas las circunstancias en que te encuentras,
dejarías también prudentemente un negocio de cierta importancia para ti .
Si en esas circunstancias en que te
encuentras tuvieras una ocasión única de cobrar cien mil pesetas, dejarías
pasar esa ocasión?
Pues la Misa vale más de un millón. Tiene valor infinito. Recuerda lo que te he
dicho de la Misa en el n 50.
65,3. Los domingos y fiestas de
precepto hay que abstenerse de los trabajos que impiden dar culto a Dios
624.
A no ser que sean necesarios para el Servicio Público, o no se puedan
aplazar por circunstancias imprevistas o por ser urgentes .
65,4. Para santificar las fiestas es necesario, lo primero, cumplir con el
precepto de oír Misa y de no trabajar sin necesidad.
Pero luego hay que evitar toda diversión que suponga una ofensa de Dios. La
palabra Domingo significa Día del Señor , y muchos, con sus pecados, lo
convierten en día de Satanás.
Podrías emplear las fiestas en participar más de la vida de familia,
instruyéndote en Religión y en cultura, descansando con distracciones sanas y
honestas, saliendo de excursión, haciendo deporte, etc.; pero no dedicándote a
profanarlas con diversiones pecaminosas .
Es necesario que te busques el modo de pasar las fiestas distraídamente, pero
sin ofender a Dios.
Las obras de misericordia , las visitas a enfermos, a necesitados, y las obras
de apostolado que tengas en la parroquia, además de distraerte, son un modo muy
provechoso de pasar parte de las fiestas .
65,5. Los libros buenos pueden
ser también un provechoso descanso para los domingos y días de fiesta.
Libros que formen tu carácter, que completen tus conocimientos, tu cultura, tu
formación religiosa.
Pero no te aficiones a la lectura de novelas que pueden hacerte daño y, en el
mejor de los casos, son una pérdida inútil de tiempo.
En el Apéndice tienes una lista de libros provechosos.
Un libro bueno puede hacer mucho bien.
Pero un libro malo, mucho mal; pues con razones más o menos aparentes, con
sofismas, y a veces hasta con auténticas falsedades, puede destruir los
fundamentos de la fe y nuestras razones de vivir.
«Debe advertirse a los fieles la necesidad de leer y difundir la prensa
católica para conseguir un criterio cristiano sobre todos los acontecimientos»
625.
Hay que tener mucho cuidado con los
libros que pervierten las ideas y costumbres. Si alguno de éstos viene a
nuestras manos, debemos destruirlo para que no haga daño a nadie. El mejor
sitio para un libro malo es el fuego.
65,6. Son días de precepto :
Todos los domingos del año.
Santa María Madre de Dios (1 de enero).
Reyes (6 de enero).
San José (19 de marzo).
Santiago (25 de julio). Propia de España.
Asunción (15 de agosto).
Todos los Santos (1 de noviembre).
Inmaculada (8 de diciembre).
Navidad (25 de diciembre).
Ésta es la lista de las fiestas de precepto comunes en España. Pero en algunos
sitios habrá que modificarla según las fiestas locales determinadas por el
Obispo de la Diócesis.