- LIBRO II DEL PUEBLO DE DIOS
- PARTE II DE LA CONSTITUCION JERARQUICA DE LA IGLESIA
- SECCION II DE LAS IGLESIAS PARTICULARES Y DE SUS AGRUPACIONES
- TÍTULO III DE LA ORDENACIÓN INTERNA DE LAS IGLESIAS PARTICULARES (Cann. 460 – 572)
- CAPÍTULO VIII DE LOS RECTORES DE LAS IGLESIAS Y DE LOS CAPELLANES
- Art. 1 DE LOS RECTORES DE IGLESIAS
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CAPÍTULO VIII
DE LOS RECTORES DE LAS IGLESIAS Y
DE LOS CAPELLANES
Art. 1
DE LOS RECTORES DE IGLESIAS
556 Por
rectores de iglesias se entiende aquí aquellos sacerdotes a quienes se confía,
para que celebren en ella los oficios, la atención de una iglesia no parroquial
ni capitular, ni tampoco aneja a la casa de una comunidad religiosa o de una
sociedad de vida apostólica.
557 § 1. El Obispo diocesano nombra
libremente al rector de una iglesia, sin perjuicio del derecho de elección o de
presentación, cuando éste competa legítimamente a alguien; en este caso, corresponde
al Obispo diocesano confirmar o instituir al rector.
§ 2. Aunque la
iglesia pertenezca a un instituto religioso clerical de derecho pontificio,
corresponde al Obispo diocesano conferir la institución al rector presentado
por el Superior.
§ 3. El rector del
Seminario o de un colegio dirigido por clérigos es también rector de la iglesia
aneja al Seminario o colegio, a no ser que el Obispo diocesano haya establecido
otra cosa.
558 Sin perjuicio de lo prescrito en el [link] c.
262, el rector no puede realizar en la iglesia que se le encomienda
las funciones parroquiales de las que trata el [link] c. 530, nn. 1
-6 sin el consentimiento o, si llega el caso, la delegación del
párroco.
559 En la iglesia que se le encomienda, el rector puede
celebrar también las funciones litúrgicas solemnes, quedando a salvo las leyes
legítimas de fundación, y siempre que, a juicio del Ordinario del lugar, de
ninguna manera causen perjuicio al ministerio parroquial.
560 Cuando le parezca oportuno, el Ordinario del lugar
puede mandar al rector que celebre para el pueblo determinadas funciones,
incluso parroquiales, y también que la iglesia esté abierta para grupos
concretos de fieles, para que celebren allí funciones litúrgicas.
561 Sin licencia del rector o de otro superior legítimo, a
nadie es lícito celebrar la Eucaristía, administrar sacramentos o realizar
otras funciones sagradas en la iglesia; esta licencia ha de otorgarse o
denegarse de acuerdo con la norma del derecho.
562 Bajo la autoridad del Ordinario del lugar y respetando
los estatutos legítimos y los derechos adquiridos, el rector de la iglesia
tiene el deber de cuidar de que las funciones sagradas se celebren en la misma
dignamente, de acuerdo con las normas litúrgicas y las prescripciones de los
cánones, de que se cumplan fielmente las cargas, se administren con diligencia
los bienes, se provea a la conservación y decoro de los objetos y edificios
sagrados, y no se haga nada que de cualquier modo desdiga de la santidad del
lugar y del respeto debido a la casa de Dios.
563 Con causa justa y según su prudente arbitrio, el
Ordinario del lugar puede remover de su oficio al rector de una iglesia, aunque
hubiera sido elegido o presentado por otros, permaneciendo firme lo que
prescribe el [link] c. 682 § 2.
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