Parte, Sección, Capítulo, Párrafo
1 1, 1, 1, 35 | la existencia de un Dios personal. Pero para que el hombre
2 1, 1, 1, 37 | verdadero y cierto de un Dios personal, que protege y gobierna
3 1, 1, 3, 150 | es ante todo una adhesión personal del hombre a Dios; es al
4 1, 1, 3, 150 | revelado. En cuanto adhesión personal a Dios y asentimiento a
5 1, 1, 3, 166 | 166 La fe es un acto personal: la respuesta libre del
6 1, 1, 3, 176 | 176 La fe es una adhesión personal del hombre entero a Dios
7 1, 2, 1, 258 | común según su propiedad personal. Así la Iglesia confiesa,
8 1, 2, 1, 259 | divina, obra a la vez común y personal, da a conocer la propiedad
9 1, 2, 1, 299 | llamado a una relación personal con Dios. Nuestra inteligencia,
10 1, 2, 1, 403 | que no han cometido pecado personal (Cc. de Trento: DS 1514).~
11 1, 2, 1, 404 | y Eva cometen un pecado personal, pero este pecado afecta
12 1, 2, 1, 405 | Adán, un carácter de falta personal. Es la privación de la santidad
13 1, 2, 2, 450 | debe someter su libertad personal, de modo absoluto, a ningún
14 1, 2, 2, 468 | como una especie de sujeto personal. Contra éstos, el quinto
15 1, 2, 2, 470 | humanidad su propio modo personal de existir en la Trinidad.
16 1, 2, 2, 493 | permanecido pura de todo pecado personal a lo largo de toda su vida.~"
17 1, 2, 2, 508 | permaneció pura de todo pecado personal a lo largo de toda su vida.~
18 1, 2, 2, 597 | y sea cual sea el pecado personal de los protagonistas del
19 1, 2, 3, 796 | de ambos en una relación personal. Este aspecto es expresado
20 1, 2, 3, 878 | eclesial tener carácter personal. Cuando los ministros de
21 1, 2, 3, 878 | siempre también de manera personal. Cada uno ha sido llamado
22 1, 2, 3, 878 | la misión común, testigo personal, que es personalmente portador
23 1, 2, 3, 879 | Cristo y tiene una índole personal y una forma colegial. Esto
24 1, 2, 3, 921 | Iglesia que es la intimidad personal con Cristo. Oculta a los
25 1, 2, 3, 941 | las dimensiones de la vida personal, familiar, social y eclesial
26 2, 1, 1, 1128| independientemente de la santidad personal del ministro. Sin embargo,
27 2, 1, 1, 1134| sacramental es a la vez personal y eclesial. Por una parte,
28 2, 1, 2, 1199| recogimiento y de oración personal.~
29 2, 2, 1, 1263| pecado de Adán, ni el pecado personal, ni las consecuencias del
30 2, 2, 2, 1423| porque consagra un proceso personal y eclesial de conversión,
31 2, 2, 2, 1460| tener en cuenta la situación personal del penitente y buscar su
32 2, 2, 2, 1482| recibido. Así la confesión personal de los pecados y la absolución
33 2, 2, 2, 1484| Por tanto, la confesión personal es la forma más significativa
34 2, 2, 3, 1643| una unidad profundamente personal que, más allá de la unión
35 2, 2, 3, 1645| confirmada por la igual dignidad personal que hay que reconocer a
36 2, 2, 3, 1656| de fomentar la vocación personal de cada uno y, con especial
37 3, 1, 1, 1791| imputada a la responsabilidad personal. Así sucede ‘cuando el hombre
38 3, 1, 1, 1859| deliberado para ser una elección personal. La ignorancia afectada
39 3, 1, 1, 1868| 1868 El pecado es un acto personal. Pero nosotros tenemos una
40 3, 1, 2, 1877| vocación reviste una forma personal, puesto que cada uno es
41 3, 1, 2, 1914| tareas cuya responsabilidad personal se asume: por la atención
42 3, 1, 2, 1935| esencialmente de su dignidad personal y de los derechos que dimanan
43 3, 1, 3, 2039| de oponer la conciencia personal y la razón a la ley moral
44 3, 2, 0, 2063| de Dios hay un pronombre personal en singular que designa
45 3, 2, 1, 2091| esperar de Dios su salvación personal, el auxilio para llegar
46 3, 2, 1, 2101| exigen siempre. Por devoción personal, el cristiano puede también
47 3, 2, 1, 2143| revela a ellos en su misterio personal. El don del Nombre pertenece
48 3, 2, 2, 2212| pertenecientes al orden personal. El prójimo no es un ‘individuo’
49 3, 2, 2, 2236| tentación oponiendo el interés personal al de la comunidad (cf CA
50 3, 2, 2, 2275| contrarias a la dignidad personal del ser humano, a su integridad
51 3, 2, 2, 2331| un misterio de comunión personal de amor. Creándola a su
52 3, 2, 2, 2334| mujer», Dios da la dignidad personal de igual modo al hombre
53 3, 2, 2, 2334| imagen y semejanza de un Dios personal’ (MD 6).~
54 3, 2, 2, 2337| corporal y biológico, se hace personal y verdaderamente humana
55 3, 2, 2, 2344| una tarea eminentemente personal; implica también un esfuerzo
56 3, 2, 2, 2364| decir, con un consentimiento personal e irrevocable’ (GS 48, 1).
57 3, 2, 2, 2370| a entregarse en plenitud personal’. Esta diferencia antropológica
58 3, 2, 2, 2387| contraria a la igual dignidad personal del hombre y de la mujer,
59 3, 2, 2, 2393| Dios confiere la dignidad personal de manera idéntica a uno
60 3, 2, 2, 2395| aprendizaje del dominio personal.~
61 3, 2, 2, 2414| menospreciar su dignidad personal, a comprarlos, a venderlos
62 3, 2, 2, 2436| la vida. Además del daño personal padecido, de esa privación
63 3, 2, 2, 2516| hombre y su subjetividad personal, sino que trata de las obras -
64 3, 2, 2, 2524| despertar de la conciencia personal. Educar en el pudor a niños
65 4, 1, 0, 2558| una relación viviente y personal con Dios vivo y verdadero.
66 4, 1, 1, 2631| eucaristía como la oración personal comienzan con la petición
67 4, 1, 2, 2657| la Iglesia y la oración personal alimentan en nosotros la
68 4, 1, 2, 2684| de la Iglesia. El carisma personal de un testigo del amor de
69 4, 1, 2, 2688| se medite en la oración personal, se actualice en la oración
70 4, 1, 2, 2691| oración:~— para la oración personal, el lugar favorable puede
71 4, 1, 2, 2691| necesaria para una oració n personal más intensa (cf PC 7).~—
72 4, 1, 2, 2696| oración son el oratorio personal o familiar, los monasterios,
73 4, 1, 3, 2701| para expresar su oración personal, desde la bendición exultante
74 4, 1, 3, 2729| oración vocal (litúrgica o personal), como en la meditación
75 4, 2, 0, 2779| correspondientes a nuestra historia personal y cultural, y que impregnan
76 4, 2, 0, 2780| entrever, es decir, la relación personal del Hijo hacia el Padre (
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