Parte, Sección, Capítulo, Párrafo
1 1, 1, 2, 127 | retened lo que nuestro Señor y Maestro, Cristo, ha enseñado mediante
2 1, 2, 2, 450 | encuentra en su Señor y Maestro" (GS 10, 2; cf. 45, 2).~
3 1, 2, 2, 554 | el Hijo de Dios vivo, el Maestro "comenzó a mostrar a sus
4 1, 2, 2, 643 | la muerte en cruz de su Maestro, anunciada por él de antemano(
5 1, 2, 3, 741 | las obras de Dios, es el Maestro de la oración (esto será
6 1, 2, 3, 891 | ministerio cuando, como Pastor y Maestro supremo de todos los fieles
7 1, 2, 3, 894 | servicio que es el de su Maestro (cf. Lc 22, 26-27).~
8 1, 2, 3, 957 | incomparable hacia su rey y maestro; que podamos nosotros, también
9 2, 2, 1, 1248| discípulos se unen con Cristo, su Maestro. Por lo tanto, hay que iniciar
10 2, 2, 2, 1429| la triple negación de su Maestro. La mirada de infinita misericordia
11 2, 2, 3, 1548| del sacrificio redentor, Maestro de la Verdad. Es lo que
12 2, 2, 3, 1558| veces del mismo Cristo, Maestro, Pastor y Sacerdote, y actúan
13 2, 2, 3, 1585| configurado con Cristo Sacerdote, Maestro y Pastor, de quien el ordenado
14 3, 0, 0, 1697| catequesis del Espíritu Santo, Maestro interior de la vida según
15 3, 1, 3, 1995| El Espíritu Santo es el maestro interior. Haciendo nacer
16 3, 1, 3, 2046| terrenas, sino que, fieles a su Maestro, las cumplen con rectitud,
17 3, 2 | SECCIÓN~LOS DIEZ MANDAMIENTOS~“Maestro, ¿qué he de hacer...?”~
18 3, 2, 0, 2052| 2052 ‘Maestro, ¿qué he de hacer yo de
19 3, 2, 0, 2053| encontrarla en la Persona de su Maestro, que es quien le da la plenitud
20 4, 1, 1, 2601| uno de sus discípulos: `Maestro, enséñanos a orar'" (Lc
21 4, 1, 1, 2601| todo, al contemplar a su Maestro en oración, cuando el discípulo
22 4, 1, 1, 2601| Entonces, puede aprender del Maestro de la oración. Contemplando
23 4, 1, 1, 2612| 36). En comunión con su Maestro, la oración de los discípulos
24 4, 1, 2, 2672| todo nuestro ser, es el Maestro interior de la oración cristiana.
25 4, 1, 2, 2681| invocar al Espíritu Santo como Maestro interior de la oración cristiana.~
26 4, 1, 2, 2690| se pone porque tal sea el maestro, tal será el discípulo;
27 4, 1, 3, 2701| oración silenciosa de su Maestro, éste les enseña una oración
28 4, 2, 0, 2759| uno de sus discípulos: 'Maestro, enséñanos a orar, como
29 4, 2, 0, 2765| cf Jn 17, 7): él es el Maestro de nuestra oración. Por
30 4, 2, 0, 2775| nos viene del Señor Jesús, Maestro y modelo de nuestra oración.~
31 4, 2, 0, 2844| discípulo configurándolo con su Maestro. El perdón es cumbre de
|