RESUMEN
742 "La prueba de que sois hijos es que
Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo que clama:Abba,
Padre" (Ga 4, 6).
743 Desde el comienzo y hasta de la consumación
de los tiempos, cuando Dios envía a su Hijo, envía siempre a su Espíritu: la
misión de ambos es conjunta e inseparable.
744 En la plenitud de los tiempos, el Espíritu
Santo realiza en María todas las preparaciones para la venida de Cristo al Pueblo
de Dios. Mediante la
acción del Espíritu Santo en ella, el Padre da al mundo el Emmanue l,
"Dios con nosotros" (Mt 1, 23).
745 El Hijo de Dios es consagrado Cristo [Mesías] mediante la Unción del
Espíritu Santo en su Encarnación (cf. Sal 2, 6-7).
746 Por
su Muerte y su Resurrección, Jesús es constituído Señor y Cristo en la gloria
(Hch 2, 36). De su plenitud derrama el Espíritu Santo sobre los Apóstoles y la
Iglesia.
747 El
Espíritu Santo que Cristo, Cabeza, derrama sobre sus miembros, construye, anima
y santifica a la Iglesia. Ella es el sacramento de la Comunión de la Santísima
Trinidad con los hombres.
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