I El
nombre de este sacramento
1214 Este
sacramento recibe el nombre de Bautismo en razón del carácter del rito
central mediante el que se celebra: bautizar (baptizein en griego)
significa "sumergir", "introducir dentro del agua"; la "inmersión"
en el agua simboliza el acto de sepultar al catecúmeno en la muerte de Cristo
de donde sale por la resurrección con El (cf Rm 6,3-4; Col 2,12) como
"nueva criatura" (2 Co 5,17; Ga 6,15).
1215 Este
sacramento es llamado también “baño de regeneración y de renovación del
Espíritu Santo” (Tt 3,5), porque significa y realiza ese nacimiento del
agua y del Espíritu sin el cual "nadie puede entrar en el Reino de
Dios" (Jn 3,5).
1216
"Este baño es llamado iluminación porque quienes reciben esta
enseñanza (catequética) su espíritu es iluminado..." (S. Justino, Apol.
1,61,12). Habiendo recibido en el Bautismo al Verbo, "la luz verdadera que
ilumina a todo hombre" (Jn 1,9), el bautizado, "tras haber sido
iluminado" (Hb 10,32), se convierte en "hijo de la luz" (1 Ts
5,5), y en "luz" él mismo (Ef 5,8):
El Bautismo es el más bello y magnífico de los dones de Dios...lo llamamos
don, gracia, unción, iluminación, vestidura de incorruptibilidad, baño de
regeneración, sello y todo lo más precioso que hay. Don, porque es
conferido a los que no aportan nada; gracia, porque, es dado incluso a
culpables; bautismo, porque el pecado es sepultado en el agua; unción,
porque es sagrado y real (tales son los que son ungidos); iluminación,
porque es luz resplandeciente; vestidura, porque cubre nuestra
vergüenza; baño, porque lava; sello, porque nos guarda y es el
signo de la soberanía de Dios (S. Gregorio Nacianceno, Or. 40,3-4).
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