RESUMEN
1315 "Al enterarse los apóstoles que estaban
en Jerusalén de que Samaría había aceptado la Palabra de Dios, les enviaron a
Pedro y a Juan. Estos bajaron y oraron por ellos para que recibieran el
Espíritu Santo; pues todavía no había descendido sobre ninguno de ellos;
únicamente habían sido bautizados en el nombre del Señor Jesús. Entonces les
imponían las manos y recibían el Espíritu Santo" (Hch 8,14-17).
1316 La
Confirmación perfecciona la gracia bautismal; es el sacramento que da el
Espíritu Santo para enraizarnos más profundamente en la filiación divina,
incorporarnos más firmemente a Cristo, hacer más sólido nuestro vínculo con la
Iglesia, asociarnos todavía más a su misión y ayudarnos a dar testimonio de la
fe cristiana por la palabra acompañada de las obras.
1317 La
Confirmación, como el Bautismo, imprime en el alma del cristiano un signo
espiritual o carácter indeleble; por eso este sacramento sólo se puede recibir
una vez en la vida.
1318 En
Oriente, este sacramento es administrado inmediatamente después del Bautismo y
es seguido de la participación en la Eucaristía, tradición que pone de relieve
la unidad de los tres sacramentos de la iniciación cristiana. En la Iglesia
latina se administra este sacramento cuando se ha alcanzado el uso de razón, y
su celebración se reserva ordinariamente al obispo, significando así que este
sacramento robustece el vínculo eclesial.
1319 El
candidato a la Confirmación que ya ha alcanzado el uso de razón debe profesar
la fe, estar en estado de gracia, tener la intención de recibir el sacramento y
estar preparado para asumir su papel de discípulo y de testigo de Cristo, en la
comunidad eclesial y en los asuntos temporales.
1320 El
rito esencial de la Confirmación es la unción con el Santo Crisma en la frente
del bautizado (y en Oriente, también en los otros órganos de los sentidos), con
la imposición de la mano del ministro y las palabras: "Accipe signaculum
doni Spiritus Sancti" ("Recibe por esta señal el don del Espíritu
Santo"), en el rito romano; "Signaculum doni Spiritus Sancti"
("Sello del don del Espíritu Santo"), en el rito bizantino.
1321 Cuando
la Confirmación se celebra separadamente del Bautismo, su conexión con el
Bautismo se expresa entre otras cosas por la renovación de los compromisos
bautismales. La celebración de la Confirmación dentro de la Eucaristía
contribuye a subrayar la unidad de los sacramentos de la iniciación cristiana.
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