I El nombre de sacramento del Orden
1537 La
palabra Orden designaba, en la antigüedad romana, cuerpos constituidos
en sentido civil, sobre todo el cuerpo de los que gobiernan. Ordinatio
designa la integración en un ordo. En la Iglesia hay cuerpos
constituidos que la Tradición, no sin fundamentos en la Sagrada Escritura (cf
Hb 5,6; 7,11; Sal 110,4), llama desde los tiempos antiguos con el nombre de taxeis
(en griego), de ordines (en latín): así la liturgia habla del ordo
episcoporum, del ordo presbyterorum, del ordo diaconorum.
También reciben este nombre de ordo otros grupos: los catecúmenos, las
vírgenes, los esposos, las viudas...
1538 La
integración en uno de estos cuerpos de la Iglesia se hacía por un rito llamado ordinatio,
acto religioso y litúrgico que era una consagración, una bendición o un
sacramento. Hoy la palabra ordinatio está reservada al acto sacramental que
incorpora al orden de los obispos, de los presbíteros y de los diáconos y que
va más allá de una simple elección, designación, delegación
o institución por la comunidad, pues confiere un don del Espíritu Santo
que permite ejercer un "poder sagrado" (sacra potestas; cf LG 10) que
sólo puede venir de Cristo, a través de su Iglesia. La ordenación también es
llamada consecratio porque es un "poner a parte" y un
"investir" por Cristo mismo para su Iglesia. La imposición de manos
del obispo, con la oración consecratoria, constituye el signo visible de esta
consagración.
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