IV La celebración de este sacramento
1572 La
celebración de la ordenación de un obispo, de presbíteros o de diáconos, por su
importancia para la vida de la Iglesia particular, exige el mayor concurso
posible de fieles. Tendrá lugar preferentemente el domingo y en la catedral,
con una solemnidad adaptada a las circunstancias. Las tres ordenaciones, del
obispo, del presbítero y del diácono, tienen el mismo dinamismo. El lugar
propio de su celebración es dentro de la Eucaristía.
1573 El
rito esencial del sacramento del Orden está constituido, para los tres
grados, por la imposición de manos del obispo sobre la cabeza del ordenando así
como por una oración consecratoria específica que pide a Dios la efusión del
Espíritu Santo y de sus dones apropiados al ministerio para el cual el
candidato es ordenado (cf Pío XII, const. ap. Sacramentum Ordinis, DS 3858).
1574 Como
en todos los sacramentos, ritos complementarios rodean la celebración. Estos varían notablemente en las distintas
tradiciones litúrgicas, pero tienen en común la expresión de múltiples aspectos
de la gracia sacramental. Así, en el rito latino, los ritos iniciales -
la presentación y elección del ordenando, la alo cución del obispo, el
interrogatorio del ordenando, las letanías de los santos - ponen de relieve que
la elección del candidato se hace conforme al uso de la Iglesia y preparan el
acto solemne de la consagración; después de ésta varios ritos vienen a expresar
y completar de manera simbólica el misterio que se ha realizado: para el obispo
y el presbítero la unción con el santo crisma, signo de la unción especial del
Espíritu Santo que hace fecundo su ministerio; la entrega del libro de los evangelios,
del anillo, de la mitra y del báculo al obispo en señal de su misión apostólica
de anuncio de la palabra de Dios, de su fidelidad a la Iglesia, esposa de
Cristo, de su cargo de pastor del rebaño del Señor; entrega al presbítero de la
patena y del cáliz, "la ofrenda del pueblo santo" que es llamado a
presentar a Dios; la entrega del libro de los evangelios al diácono que acaba
de recibir la misión de anunciar el evangelio de Cristo.
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