RESUMEN
1795
“La conciencia es el núcleo más secreto y el sagrario del hombre, en el que
está solo con Dios, cuya voz resuena en lo más íntimo de ella” (GS 16).
1796 La
conciencia moral es un juicio de la razón por el que la persona humana reconoce
la calidad moral de un acto concreto.
1797 Para
el hombre que ha cometido el mal, el veredicto de su conciencia constituye una
garantía de conversión y de esperanza.
1798 Una
conciencia bien formada es recta y veraz. Formula sus juicios según la razón,
conforme al bien verdadero querido por la sabiduría del Creador. Cada cual debe
poner los medios para formar su conciencia.
1799 Ante
una decisión moral, la conciencia puede formar un juicio recto de acuerdo con
la razón y la ley divina o, al contrario, un juicio erróneo que se aleja de
ellas.
1800 El
ser humano debe obedecer siempre el juicio cierto de su conciencia.
1801 La
conciencia moral puede permanecer en la ignorancia o formar juicios erróneos. Estas ignorancias y estos errores no están
siempre exentos de culpabilidad.
1802 La
Palabra de Dios es una luz para nuestros pasos. Es preciso que la asimilemos en la fe y en la
oración, y la pongamos en práctica. Así se forma la conciencia moral.
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