II Definición de pecado
1849 El
pecado es una falta contra la razón, la verdad, la conciencia recta; es faltar
al amor verdadero para con Dios y para con el prójimo, a causa de un apego
perverso a ciertos bienes. Hiere la naturaleza del hombre y atenta contra la
solidaridad humana. Ha sido definido como ‘una palabra, un acto o un deseo
contrarios a la ley eterna’ (S. Agustín, Faust. 22, 27; S. Tomás de A., s. th.,
1-2, 71, 6) )
1850 El
pecado es una ofensa a Dios: ‘Contra ti, contra ti sólo he pecado, lo malo a
tus ojos cometí’ (Sal 51, 6). El pecado se levanta contra el amor que Dios nos
tiene y aparta de El nuestros corazones. Como el primer pecado, es una
desobediencia, una rebelión contra Dios por el deseo de hacerse ‘como dioses’,
pretendiendo conocer y determinar el bien y el mal (Gn 3, 5). El pecado es así
‘amor de sí hasta el desprecio de Dios’ (S. Agustín, civ, 1, 14, 28). Por esta
exaltación orgullosa de sí, el pecado es diametralmente opuesto a la obediencia
de Jesús que realiza la salvación (cf Flp 2, 6-9).
1851 En la
Pasión, la misericordia de Cristo vence al pecado. En ella, es donde éste
manifiesta mejor su violencia y su multiplicidad: incredulidad, rechazo y
burlas por parte de los jefes y del pueblo, debilidad de Pilato y crueldad de
los soldados, traición de Judas tan dura a Jesús, negaciones de Pedro y
abandono de los discípulos. Sin
embargo, en la hora misma de las tinieblas y del príncipe de este mundo (cf Jn
14, 30), el sacrificio de Cristo se convierte secretamente en la fuente de la
que brotará inagotable el perdón de nuestros pecados.
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