I La familia en el plan de Dios
2201 La comunidad conyugal está establecida
sobre el consentimiento de los esposos. El matrimonio y la familia están
ordenados al bien de los esposos y a la procreación y educación de los hijos.
El amor de los esposos y la generación de los hijos establecen entre los
miembros de una familia relaciones personales y responsabilidades primordiales.
2202 Un
hombre y una mujer unidos en matrimonio forman con sus hijos una familia. Esta
disposición es anterior a todo reconocimiento por la autoridad pública; se
impone a ella. Se la considerará como la referencia normal en función de la
cual deben ser apreciadas las diversas formas de parentesco.
2203 Al
crear al hombre y a la mujer, Dios instituyó la familia humana y la dotó de su
constitución fundamental. Sus
miembros son personas iguales en dignidad. Para el bien común de sus miembros y
de la sociedad, la familia implica una diversidad de responsabilidades, de
derechos y de deberes.
La familia cristiana
2204. ‘La
familia cristiana constituye una revelación y una actuación específicas de la
comunión eclesial; por eso... puede y debe decirse iglesia doméstica’
(FC 21, cf LG 11). Es una comunidad de fe, esperanza y caridad, posee en la
Iglesia una importancia singular como aparece en el Nuevo Testamento (cf Ef 5, 21-6, 4; Col 3, 18-21;
1 P 3, 1-7).
2205 La
familia cristiana es una comunión de personas, reflejo e imagen de la comunión
del Padre y del Hijo en el Espíritu Santo. Su actividad procreadora y educativa
es reflejo de la obra creadora de Dios. Es llamada a participar en la oración y
el sacrificio de Cristo. La oración cotidiana y la lectura de la Palabra de
Dios fortalecen en ella la caridad. La familia cristiana es evangelizadora y
misionera.
2206 Las
relaciones en el seno de la familia entrañan una afinidad de sentimientos,
afectos e intereses que provienen sobre todo del mutuo respeto de las personas.
La familia es una ‘comunidad privilegiada’ llamada a realizar un ‘propósito
común de los esposos y una cooperación diligente de los padres en la educación
de los hijos’ (GS 52, 1).
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