RESUMEN
2247 ‘Honra
a tu padre y a tu madre’ (Dt 5,16 ; Mc 7,10).
2248 De
conformidad con el cuarto mandamiento, Dios quiere que, después que a El,
honremos a nuestros padres y a los que El reviste de autoridad para nuestro
bien.
2249 La
comunidad conyugal está establecida sobre la alianza y el consentimiento de los
esposos. El matrimonio
y la familia están ordenados al bien de los cónyuges, a la procreación y a la
educación de los hijos.
2250 ‘La salvación de la persona y de la sociedad
humana y cristiana está estrechamente ligada a la prosperidad de la comunidad conyugal
y familiar’ (GS 47, 1).
2251 Los
hijos deben a sus padres respeto, gratitud, justa obediencia y ayuda. El
respeto filial favorece la armonía de toda la vida familiar.
2252 Los padres son los primeros responsables de
la educación de sus hijos en la fe, en la oración y en todas las virtudes.
Tienen el deber de atender, en la medida de lo posible, las necesidades
materiales y espirituales de sus hijos.
2253 Los padres deben respetar y favorecer la vocación
de sus hijos. Han de recordar y enseñar que la vocación primera del cristiano
es la de seguir a Jesús.
2254 La autoridad pública está obligada a
respetar los derechos fundamentales de la persona humana y las condiciones del
ejercicio de su libertad.
2255 El deber de los ciudadanos es cooperar
con las autoridades civiles en la construcción de la sociedad en un espíritu de
verdad, justicia, solidaridad y libertad.”
2256 El ciudadano está obligado en conciencia
a no seguir las prescripciones de las autoridades civiles cuando son contrarias
a las exigencias del orden moral. ‘Hay que obedecer a Dios antes que a los
hombres’ (Hch 5, 29).
2257. Toda sociedad refiere sus juicios y su
conducta a una visión del hombre y de su destino. Si se prescinde de la luz del
Evangelio sobre Dios y sobre el hombre, las sociedades se hacen fácilmente
totalitarias.
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