RESUMEN
2590 "La
oración es la elevación del alma hacia Dios o la petición a Dios de bienes
convenientes" (San Juan Damasceno, f. o. 3, 24).
2591 Dios
llama incansablemente a cada persona al encuentro misterioso con El. La oración
acompaña a toda la historia de la salvación como una llamada recíproca entre
Dios y el hombre.
2592 La
oración de Abraham y de Jacob aparece como una lucha de fe vivida en la
confianza a la fidelidad de Dios, y en la certeza de la victoria prometida a
quienes perseveran.
2593 La
oración de Moisés responde a la iniciativa del Dios vivo para la salvación de
su pueblo. Prefigura la oración de intercesión del único mediador, Cristo
Jesús.
2594 La
oración del pueblo de Dios se desarrolla a la sombra de la Morada de Dios, el
arca de la alianza y el Templo, bajo la guía de los pastores, especialmente el
rey David, y de los profetas.
2595 Los
profetas llaman a la conversión del corazón y, buscando siempre el rostro de
Dios, como Elías, interceden por el pueblo.
2596 Los
salmos constituyen la obra maestra de la oración en el Antiguo Testamento.
Presentan dos componentes inseparables: individual y comunitario. Abarcan todas
las dimensiones de la historia, conmemorando las promesas de Dios ya cumplidas
y esperando la venida del Mesías.
2597 Rezados
y cumplidos en Cristo, los Salmos son un elemento esencial y permanente de la
oración de su Iglesia. Se adaptan a los hombres de toda condición y de todo tiempo.
|