RESUMEN
2797 La
confianza sencilla y fiel, la seguridad humilde y alegre son las disposiciones
propias del que reza el "Padre Nuestro".
2798 Podemos
invocar a Dios como "Padre" porque nos lo ha revelado el Hijo de Dios
hecho hombre, en quien, por el Bautismo, somos incorporados y adoptados como
hijos de Dios.
2799 La
oración del Señor nos pone en comunión con el Padre y con su Hijo, Jesucristo.
Al mismo tiempo, nos revela a nosotros mismos. (cf GS 22,1).
2800 Orar
al Padre debe hacer crecer en nosotros la voluntad de asemejarnos a él, así
como debe fortalecer un corazón humilde y confiado.
2801 Al
decir Padre "Nuestro", invocamos la nueva Alianza en Jesucristo, la
comunión con la Santísima Trinidad y la caridad divina que se extiende por
medio de la Iglesia a lo largo del mundo.
2802 "Que
estás en el cielo" no designa un lugar sino la majestad de Dios y su
presencia en el corazón de los justos. El cielo, la Casa del Padre, constituye
la verdadera patria hacia donde tendemos y a la que ya pertenecemos.
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