Parte. Capítulo

 1      I.     2|      que era la más graciosa y extraña figura que se pudiera pensar;
 2      I.     4|     destas razones, y a ver la extraña figura del que las decía,
 3      I.    12|     movido a hacer aquella tan extraña mudanza. Ya en este tiempo
 4      I.    19|     voz baja y compasiva. Esta extraña visión, a tales horas y
 5      I.    23|        aquellas malezas alguna extraña aventura.~ ~ Yendo, pues,
 6      I.    23|   risco y de mata en mata, con extraña ligereza. Figurósele que
 7      I.    23|     queso en ella traía; y con extraña ligereza, hecho esto, se
 8      I.    26|      si tenía algún remedio su extraña locura.~ ~ ~ ~
 9      I.    30| acomodó todo. Pero ¿no es cosa extraña ver con cuánta facilidad
10      I.    32|     todos los pasajeros, de la extraña locura de don Quijote y
11      I.    35|      noticia de la causa de su extraña muerte; y comenzando a escribir,
12      I.    37|      Fernando y a los demás la extraña presencia de don Quijote,
13      I.    41|     sobre él; y metiéndose con extraña ligereza por el bosque adelante,
14      I.    47|      llevar por los aires, con extraña ligereza, encerrados en
15      I.    52|   recibió el Canónigo, que con extraña curiosidad notó la manera
16      I.    52|        las ledanías, viendo la extraña catadura de don Quijote,
17     II.    11|            Capítulo XI.~ De la extraña aventura que le sucedió
18     II.    12|           Capítulo XII.~ De la extraña aventura que le sucedió
19     II.    18|   quedaron suspensos de ver la extraña figura de don Quijote; el
20     II.    32|   quedó don Quijote con la más extraña figura y más para hacer
21     II.    36|     XXXVI.~ Donde se cuenta la extraña y jamás imaginada aventura
22     II.    38|       que debo, a causa que mi extraña y jamás vista desdicha me
23     II.    41|      queriendo dar remate a la extraña y bien fabricada aventura,
24     II.    44|   llevado al gobierno, y de la extraña aventura que en el castillo
25     II.    66|    haber visto y notado así su extraña figura como la discreción