Parte. Capítulo

 1      I.    12|            de quedar a guardar las cabras de todos.~ ~ -Bien dices,
 2      I.    14|         aldeas y el cuidado de mis cabras me entretiene. Tienen mis
 3      I.    20|         quiero decir, que guardaba cabras, el cual pastor o cabrerizo,
 4      I.    20|  determinación y, antecogiendo sus cabras, se encaminó por los campos
 5      I.    20|         pasase a él y a trecientas cabras que llevaba. Entró el pescador
 6      I.    20|       vuestra merced cuenta en las cabras que el pescador va pasando,
 7      I.    20|           la historia es saber las cabras que han pasado, por extenso,
 8      I.    20|       merced que me dijese cuántas cabras habían pasado, y me respondió
 9      I.    20|           cuenta del pasaje de las cabras.~ ~ -Acabe norabuena donde
10      I.    23|   parecieron una buena cantidad de cabras, y tras ellas, por cima
11      I.    23|       veces pisado sino de pies de cabras o de lobos y otras fieras
12      I.    24|            acertó el número de las cabras que habían pasado el río,
13      I.    51|           yo un numeroso rebaño de cabras, también mías, pasamos la
14     II.    23|          saltando y brincando como cabras, y apenas las hube visto,
15     II.    41|       Sancho se entretenía con las cabras -preguntó el Duque - , ¿
16     II.    41| pregúntenme las señas de las tales cabras, y por ellas verán si digo
17     II.    41|           mezcla. -Nueva manera de cabras es ésa -dijo el Duque - ,
18     II.    41|          usan tales colores; digo, cabras de tales colores.~ ~ -Bien
19     II.    41|      diferencia ha de haber de las cabras del cielo a las del suelo.~ ~ -
20     II.    41|             vistes allá entre esas cabras algún cabrón?~ ~ -No, señor -
21     II.    52|      sacado de gobernar un hato de cabras, no pueden imaginar para
22     II.    52|            pensar que un pastor de cabras había de venir a ser gobernador