Parte. Capítulo

 1      I.     7|         lo que dejaba hecho, no vimos libro ni aposento alguno;
 2      I.    13|       casi que en nuestros días vimos y comunicamos y oímos al
 3      I.    23|  toparemos con aquel hombre que vimos, el cual, sin duda alguna,
 4      I.    23|     desde entonces nunca más le vimos, hasta que desde allí a
 5      I.    40|         las ajorcas que en ella vimos, nos deshizo este pensamiento,
 6      I.    40|        quince días en que no la vimos, ni la mano tampoco, ni
 7      I.    40|    habían de llover más cianís, vimos a deshora parecer la caña,
 8      I.    40|     llamarse María; porque bien vimos que ella y no otra alguna
 9      I.    41|   manera que íbamos, y nosotros vimos que él nos había visto;
10      I.    41|       Por los cuales gritos nos vimos todos puestos en grandísima
11      I.    41|         de tierra, toda la cual vimos desierta y sin nadie que
12      I.    41|       podimos oír sus palabras, vimos sus obras, que eran arrancarse
13      I.    41|        claramente resplandecía, vimos cerca de nosotros un bajel
14      I.    41|          pero como nosotros nos vimos ir a fondo, comenzamos todos
15      I.    41|  atención si alguno se parecía, vimos al pie de un alcornoque
16      I.    41|         por el mismo camino que vimos que el pastor llevaba, esperando
17      I.    41|       se venían, y así como los vimos, nos estuvimos quedos aguardándolos;
18     II.     5| represente alguna bajeza en que vimos a la tal persona; la cual
19     II.    33|      que en las cosas que nunca vimos; y sepa el señor Sancho
20     II.    49|        queríamos volver a casa, vimos venir un gran tropel de