Parte. Capítulo

 1      I.    Pr|          fuentes, la quietud del espíritu son grande parte para que
 2      I.    17| instigados y movidos de un mesmo espíritu, se llegaron a Sancho, y
 3      I.    23|         caballeros tienen más de espíritu que de primor.~ ~ -Lea más
 4      I.    28|       los trabajos que nacen del espíritu. Ésta, pues, era la vida
 5      I.    32|     cuento, pues aún no tengo el espíritu tan sosegado que me conceda
 6      I.    37|         movido de otro semejante espíritu que el que le movió a hablar
 7      I.    37|          es que los trabajos del espíritu exceden a los del cuerpo,
 8      I.    37|       ciudad sitiada, así con el espíritu como con el cuerpo. Si no,
 9      I.    37|          que las armas requieren espíritu, como las letras, veamos
10     II.     2|         sentía yo entonces en mi espíritu que tú en tu cuerpo. Pero
11     II.    10|          Panza quedó sosegado su espíritu, y tuvo por bien acabado
12     II.    17|          del cuerpo, ha sido del espíritu, que suele tal vez redundar
13     II.    20|  invidiado, duermes con sosegado espíritu, ni te persiguen encantadores,
14     II.    27|     mundo, y más de carne que de espíritu; porque Jesucristo, Dios
15     II.    35| condolíme,~ ~ ~ ~Y encerrando mi espíritu en el hueco~ ~ ~ ~Desta
16     II.    35|     argentada ninfa que junto al espíritu de Merlín venía, quitándose
17     II.    36|         resolución de mi animoso espíritu.~ ~ ~ ~
18     II.    44|         a esto llaman pobreza de espíritu; pero tú, segunda pobreza (
19     II.    74|         allí se hallaron, dio su espíritu: quiero decir que se murió.~ ~
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