Parte. Capítulo

 1      I.    13|      el mundo no estoy en dos dedos de ponello en duda. Porque,
 2      I.    18|    machucándole malamente dos dedos de la mano. Tal fue el golpe
 3      I.    18|    dolor.~ ~ Metió Sancho los dedos, y estándole tentando, le
 4      I.    20|    apretándolas entre los dos dedos, y, con tono algo gangoso,
 5      I.    20|    todo esto sin quitarse los dedos de las narices) - , y desde
 6      I.    35|       y por detrás tenía seis dedos menos; las piernas eran
 7     II.     4|   tienen sobre el alma cuatro dedos de enjundia de cristianos
 8     II.    14|       berenjena; bajábale dos dedos más abajo de la boca; cuya
 9     II.    29| Sancho.~ ~ Y sacudiéndose los dedos, se lavó toda la mano en
10     II.    35|       en la garganta, no diez dedos de los labios, que no espera
11     II.    39|       andante, como tenga dos dedos de ventura, está en potencia
12     II.    41|      y apenas hubo puesto los dedos en ella, cuando todas las
13     II.    45|      las cinco cabezas de los dedos de la mano, y dijo:~ ~ -
14     II.    48|   pies a la cabeza. Entre los dedos de la mano izquierda traía
15     II.    49|      riquísima daga, y en los dedos, muchos y muy buenos anillos.
16     II.    52| cristiana que no faltaron dos dedos para volverme loca de contento.
17     II.    69|  derechas en alto, con cuatro dedos de muñecas de fuera, para
18     II.    70|     no estaban los Duques dos dedos de parecer tontos, pues
19     II.    70|  servían de puños, con cuatro dedos de brazo de fuera, porque