Parte. Capítulo

 1     II.    39| sepultura de la Reina el gigante Malambruno, primo cormano de Maguncia,
 2     II.    39|     follón y mal intencionado de Malambruno, cubriendo la blandura y
 3     II.    40|        por encantador y gigante, Malambruno, y ¿no hallaste otro género
 4     II.    40|          Es también de saber que Malambruno me dijo que cuando la suerte
 5     II.    40|         él. De allí le ha sacado Malambruno con sus artes, y le tiene
 6     II.    40|      este tal caballo (si es que Malambruno quiere dar fin a nuestra
 7     II.    40|     Clavileño, y ya me viese con Malambruno; que yo  que no habría
 8     II.    40|         los hombros la cabeza de Malambruno; que Dios sufre a los malos,
 9     II.    40|          ser reinas! ¡Oh gigante Malambruno, que, aunque eres encantador,
10     II.    41|           pareciéndole que, pues Malambruno se detenía en enviarle,
11     II.    41|          aquella aventura, o que Malambruno no osaba venir con él a
12     II.    41|      tiene, y fíese del valeroso Malambruno, que si no fuere de su espada,
13     II.    41|        aires, adonde los atiende Malambruno; pero porque la alteza y
14     II.    41|       caballero, las promesas de Malambruno han sido ciertas: el caballo
15     II.    41|         a quien quisiéredes; que Malambruno, aunque es encantador, es
16     II.    41|           que yo le fío y  que Malambruno no tiene nada de malicioso
17     II.    41|        con sólo intentarla.»~ ~ «Malambruno se da por contento y satisfecho
18     II.    44|         yo qué le pudo mover a Malambruno para deshacerse de tan ligera
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