Parte. Capítulo

 1      I.    21|       le hayan visto entrar los muchachos por la puerta de la ciudad,
 2      I.    21|       luego, al alboroto de los muchachos y de la demás gente, se
 3      I.    25|      haya maestro de escuela de muchachos, o si no, cualquiera sacristán
 4      I.    48|       la escuela destetan a los muchachos con ello. Pues sepa que
 5     II.    25|   regidores. Dieron en ello los muchachos, que fue dar en manos y
 6     II.    26|         de las gentes, y de los muchachos, por esas calles. Trata
 7     II.    27|    andan por ahí en boca de los muchachos y de gente de poco más a
 8     II.    48|       mi esposo, tanto, que los muchachos le corrían por las calles;
 9     II.    55|  pláticas llegaron, rodeados de muchachos y de otra mucha gente, al
10     II.    55|        imitando al juego de los muchachos, que dicen «Salta tú, y
11     II.    61|      todo lo malo ordena, y los muchachos, que son más malos que el
12     II.    61| castigar el atrevimiento de los muchachos, y no fue posible, porque
13     II.    62|         de las gentes, y de los muchachos, que como a mona le miraban.
14     II.    62|      don Antonio, que hasta los muchachos desta ciudad, sin nunca
15     II.    62|         tanta la priesa que los muchachos y toda la gente tenía leyendo
16     II.    62|         habían de perseguir los muchachos, y así, él y Sancho, con
17     II.    65|      aun persiguiéronle, muchos muchachos, hasta que le cerraron en