Parte. Capítulo

 1      I.    11|         las casas, sobre rústicas estacas sustentadas, no más que
 2      I.    15|          les hacía, acudieron con estacas, y tantos palos le dieron,
 3      I.    15|           tantos, acudieron a sus estacas y cogiendo a los dos en
 4      I.    15|         la furia con que machacan estacas puestas en manos rústicas
 5      I.    15| machacaron, no eran otras que sus estacas, y ninguno dellos, a lo
 6      I.    17|          tendido en el val de las estacas, le comenzó a llamar, diciendo:~ ~ -
 7      I.    17|          que el molimiento de las estacas fue tortas y pan pintado.
 8      I.    23|            las bendiciones de las estacas, las puñadas del harriero,
 9      I.    25|          que hay tocinos y no hay estacas. Mas, ¿quién puede poner
10     II.     4|          suspenderme sobre cuatro estacas que puso a los cuatro lados
11     II.     4|  estremecido, cuando faltando las estacas, di conmigo en el suelo
12     II.    10|      donde no hay tocinos, no hay estacas; y también se dice: donde
13     II.    16|          atrevimiento y lluvia de estacas de los yangüeses; finalmente,
14     II.    55|           que hay tocinos, no hay estacas; y Dios me entiende, y basta,
15     II.    65|     siempre hay tocinos donde hay estacas, dé una higa al médico (
16     II.    73|        que muchas veces donde hay estacas no hay tocinos; y vámonos