Parte. Capítulo

 1      I.    28|     de mi casa; dio y ofreció dádivas y mercedes a mis parientes;
 2      I.    33|   dobla a las promesas, a las dádivas, a las lágrimas y a las
 3      I.    33|       estaba tan entera a las dádivas y promesas como a las palabras,
 4      I.    34|       han tenido en poco; las dádivas no se han admitido; de algunas
 5      I.    34|      cosas tan bajas como son dádivas ni promesas. Conténtate,
 6      I.    34|   razones y en las promesas y dádivas de Lotario toda su alma,
 7      I.    34|    tanto, que las manifiestas dádivas y las largas promesas y
 8      I.    34|     muchas promesas y mayores dádivas fueron de mí creídas ni
 9      I.    36| vuestras promesas ni vuestras dádivas. Notad cómo el cielo, por
10     II.    35| ligero por una montaña, y que dádivas quebrantan peñas, y a Dios
11     II.    42|      por entre las promesas y dádivas del rico como por entre
12     II.    58|       pueden corresponder las dádivas del hombre a las de Dios
13     II.    65|      medio del favor y de las dádivas, muchas cosas dificultosas
14     II.    65|      esperar en favores ni en dádivas; porque con el gran don
15     II.    65|       ruegos, no promesas, no dádivas, no lástimas; porque aunque