Parte. Capítulo

 1      I.    25|         el diablo. Y querría ya verme en camino, sólo por vella;
 2      I.    28|        que desear ni yo temiera verme en la desdicha en que me
 3      I.    28|        un no sé qué de contento verme tan querida y estimada de
 4      I.    28|        camino de aquélla podría verme otras noches, pues ya era
 5      I.    30|        al cabo del mundo, hasta verme con el fiero enemigo vuestro,
 6      I.    33|       sino persuadiéndome de no verme sin honra. Y estás obligado
 7      I.    34|        como es más cierto~ ~ ~ ~Verme a tus pies ¡oh bella ingrata!
 8      I.    34|    arrepentido.~ ~ ~ ~ Podré yo verme en la región de olvido,~ ~ ~ ~
 9      I.    36|      del dolor y sentimiento de verme de ti olvidada. Tú quisiste
10      I.    39| conmovió el ánimo y el deseo de verme en la jornada que se esperaba;
11      I.    41|    porque el deseo que tengo de verme en mi tierra y con las personas
12      I.    41|         y ya no veía la hora de verme gozar sin sobresalto del
13      I.    41|       que el gusto que tengo de verme suyo y de que ella sea mía
14      I.    46|    desea, de cuanto yo tarde de verme con vuestro contrario.~ ~
15      I.    50|       la fortuna, en pocos días verme rey de algún reino, adonde
16     II.     5|   pensase antes de mucho tiempo verme gobernador de una ínsula,
17     II.     5|        no pienso dar ocasión de verme en tal aprieto; vos, hermano,
18     II.     8|      pierdo ni gano; aunque por verme puesto en libros y andar
19     II.    14|        y espacio demasiado para verme; y si ahora no satisfago
20     II.    23|         iba cansado y mohíno de verme, pendiente y colgado de
21     II.    28|        te haga; que a trueco de verme sin tan mal escudero, holgaréme
22     II.    32|        menos sino es con desear verme armado caballero andante,
23     II.    41|        gran bien espero como es verme gobernador.~ ~ A lo que
24     II.    53|        Duque mi señor: yo voy a verme con él, y a él se la daré
25     II.    63|         que no tuviese lugar de verme un mancebo caballero llamado