Parte. Capítulo

 1      I.    Pr|      cielos, el murmurar de las fuentes, la quietud del espíritu
 2      I.    11|      sazonado fruto. Las claras fuentes y corrientes ríos, en magnífica
 3      I.    25|         las aguas de las claras fuentes, mató pastores, destruyó
 4      I.    28|      poco caer por sus ojos dos fuentes de lágrimas; mas no por
 5     II.    14|       maná sabroso, reíanse las fuentes, murmuraban los arroyos,
 6     II.    22| Guisando, la Sierra Morena, las fuentes de Leganitos y Lavapiés,
 7     II.    28|     aguas, ya de arroyos, ya de fuentes: de las que encontramos
 8     II.    32|       tales barbas, en lugar de fuentes y aguamaniles de oro puro
 9     II.    39|  quisiera decir hechos mis ojos fuentes; pero la consideración de
10     II.    48|          a Dios; y luego, a dos fuentes que tiene en las dos piernas,
11     II.    48|     debe de ser así. Pero tales fuentes, y en tales lugares, no
12     II.    48|       creer que esto de hacerse fuentes debe de ser cosa importante
13     II.    50|        calle el Aranjuez de sus fuentes, no lo pudo sufrir, ni menos
14     II.    67|       líquidos cristales de las fuentes, o ya de los limpios arroyuelos,