Parte. Capítulo

 1      I.    15|         teniéndole preso, más de docientos azotes con las riendas de
 2      I.    20|           mas no hubieron andado docientos pasos, cuando llegó a sus
 3      I.    41|         de tener asimismo más de docientos mil escudos españoles, de
 4     II.     1| caballero andante un ejército de docientos mil hombres, como si todos
 5     II.     9|           y habiendo andado como docientos pasos, dio con el bulto
 6     II.    26|      luego prender, y que le den docientos azotes, llevándole por las
 7     II.    26|         el mono, sino la mona; y docientos diera yo ahora en albricias
 8     II.    27|      della, a su parecer, más de docientos hombres armados de diferentes
 9     II.    45|         a la redonda, so pena de docientos azotes. ¡Andad luego digo,
10     II.    54|         a encubrirlo, yo te daré docientos escudos con que podrás remediar
11     II.    54|     contigo, si como me prometes docientos escudos, me dieras aquí
12     II.    57|        había dado un bolsico con docientos escudos de oro, para suplir
13     II.    58|  agradecimiento de nuestra parte docientos escudos de oro que en una
14     II.    60|          Sicilia; llevamos hasta docientos o trecientos escudos, con