Parte. Capítulo

 1      I.     8|     vio venir, aunque quisiera apearse de la mula, que, por ser
 2      I.    17|  molido y quebrantado, que aun apearse no pudo; y así, desde encima
 3      I.    18|      las bardas del corral, ni apearse del caballo, en ál estuvo
 4      I.    29|       y hizo grande fuerza por apearse; mas el Cura no lo consintió,
 5      I.    35|   pensamientos, le fue forzoso apearse y arrendar su caballo a
 6     II.    19|        del acompañamiento, sin apearse de sus pollinas, sirvieron
 7     II.    21|         aunque sin hambre, sin apearse del rucio, siguió las huellas
 8     II.    30|    visera; y dando muestras de apearse, acudió Sancho a tenerle
 9     II.    30|        tan desgraciado, que al apearse del rucio se le asió un
10     II.    30|      que no tenía en costumbre apearse sin que le tuviesen el estribo,
11     II.    34|      puso detrás de todos, sin apearse del rucio, a quien no osara
12     II.    34|          Luego el Demonio, sin apearse, encaminando la vista a
13     II.    54|   conocer de todo punto, y sin apearse del jumento, le echó los
14     II.    55| llegándose algo más cerca, sin apearse, miró aquella hondura; y