Parte. Capítulo

 1      I.     2|      traía atada con unas cintas verdes, y era menester cortarlas,
 2      I.    11| encarecen, sino de algunas hojas verdes de lampazos y yedra, entretejidas,
 3      I.    18|    partidas a cuarteles, azules, verdes, blancas y amarillas, y
 4      I.    26|         estáis,~ ~ ~ ~Tan altos, verdes y tantas,~ ~ ~ ~Si de mi
 5      I.    50|         apacible floresta de tan verdes y frondosos árboles compuesta,
 6     II.    11|         de Dulcinea deben ser de verdes esmeraldas, rasgados, con
 7     II.    14|        grande cantidad de plumas verdes, amarillas y blancas; la
 8     II.    19|      entrar a visitar las yerbas verdes de que está cubierto el
 9     II.    30|         adornada de guarniciones verdes y con un sillón de plata.
10     II.    41|       respondió Sancho - las dos verdes, las dos encarnadas, las
11     II.    44|     verde porque las medias eran verdes.~ ~ Aquí exclamó Benengeli,
12     II.    49|     aljófar; los gregüescos eran verdes, de tela de oro, y una saltaembarca
13     II.    59|         poco sobre los colchones verdes destas yerbas, y verá como