Parte. Capítulo

1      I.    17|        tuvo en sus manos aquella incomparable fermosura que ha dicho;
2      I.    20|         Toboso, donde dirás a la incomparable señora mía Dulcinea que
3      I.    27|     sirve representarme ahora la incomparable belleza de aquella adorada
4      I.    28|     estaban de ver una hermosura incomparable; tal, que Cardenio dijo
5      I.    36|          descubrió una hermosura incomparable y un rostro milagroso, aunque
6      I.    36|    nobleza por quien me dejas la incomparable voluntad que te tengo. Tú
7      I.    41|         Nuestro, por el bien tan incomparable que nos había hecho. Sacamos
8      I.    46| elocuencia del señor Cura y a la incomparable liberalidad de don Fernando.~ ~
9     II.    44|        dejar a solas gozar de la incomparable firmeza mía...! ¿Qué la