Parte. Capítulo

1      I.    30|       decir que no llega a su zapato de la que está delante.
2      I.    32|        y adónde me aprieta el zapato! No piense vuestra merced
3     II.     3|       llegan a la suela de mi zapato, y, con todo eso, los llaman
4     II.     8|      sacaba otra cosa sino el zapato roto o las costillas quebradas;
5     II.    14|   caballero - que vale más el zapato descosido y sucio de la
6     II.    33| porque sé dónde me aprieta el zapato: dígolo porque los buenos
7     II.    44|      descubre el remiendo del zapato, el trasudor del sombrero,
8     II.    48|       llegue a la suela de su zapato, y que una que llaman Altisidora,