Parte. Capítulo

1      I.     6|   boca admiran a quien los oye; y tal es la suavidad de
2      I.    13| acomete; y aun si nadie le oye, está obligado a decir algunas
3      I.    36|    maravilla; porque no se oye entre ellos otra cosa que
4      I.    42|    y suspenden a quien los oye; y es de tal manera el gusto
5      I.    48| con todo eso, el vulgo las oye con gusto, y las tiene y
6     II.    33|   solos, y que aquí no nos oye nadie, querría yo que el
7     II.    44|  oro fino de Arabia!~ ~ ...Oye a una triste doncella,~ ~ ~ ~
8     II.    62|  estoy enterado que no nos oye y escucha alguno, y está
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