Parte. Capítulo

  1      I.     1|    sobredicho hidalgo, los ratos que estaba ocioso, que eran los más
  2      I.     1|        resucitara para sólo ello. No estaba muy bien con las heridas
  3      I.     1|         descomunales gigantes. Mejor estaba con Bernardo del Carpio,
  4      I.     1|           criado. Pero, sobre todos, estaba bien con Reinaldos de Montalbán,
  5      I.     1|            lo que era entonces; pues estaba muy puesto en razón que,
  6      I.     2|            confirmar don Quijote que estaba en algún famoso castillo,
  7      I.     3|              oyó semejantes razones, estaba confuso mirándole, sin saber
  8      I.     3|              velar las armas, porque estaba derribada para hacerla de
  9      I.     3|            que a un lado de la venta estaba; y recogiéndolas don Quijote
 10      I.     3|             pila que junto a un pozo estaba, y, embrazando su adarga,
 11      I.     3|             había pasado (porque aún estaba aturdido el arriero), llegó
 12      I.     3|           don Quijote, y dijo que él estaba allí pronto para obedecerle,
 13      I.     3|              vino adonde don Quijote estaba, al cual mandó hincar de
 14      I.     4|       espesura de un bosque que allí estaba, salían unas voces delicadas,
 15      I.     4|              no sin causa, porque le estaba dando con una pretina muchos
 16      I.     4|          arrimada a la encina adonde estaba arrendada la yegua - ; que
 17      I.     4|              que para el paso en que estaba y juramento que había hecho (
 18      I.     4|           por levantarse y no podía, estaba diciendo:~ ~ -Non fuyáis,
 19      I.     4|          tanto y que le dejase; pero estaba ya el mozo picado y no quiso
 20      I.     5|             lo canta.~ ~ El labrador estaba admirado oyendo aquellos
 21      I.     5|         quitándole la visera, que ya estaba hecha pedazos de los palos,
 22      I.     5|          volvió a preguntar que cómo estaba y qué sentía, le respondió
 23      I.     5|          donde conoció que su vecino estaba loco, y dábale priesa a
 24      I.     5|           amigos de don Quijote, que estaba diciéndoles su ama a voces:~ ~ -¿
 25      I.     5|            con las paredes; y cuando estaba muy cansado decía que había
 26      I.     6|      Palmerín de Oliva, y junto a él estaba otro que se llamaba Palmerín
 27      I.     7|        llegaron a don Quijote, ya él estaba levantado de la cama, y
 28      I.     7|              ama que hacia qué parte estaba el aposento de sus libros.
 29      I.     7|           sus libros. El Ama, que ya estaba bien advertida de lo que
 30      I.     7|              muy bueno, porque él no estaba duecho a andar mucho a pie.
 31      I.     8|             ni echaba de ver, aunque estaba ya bien cerca, lo que eran;
 32      I.     8|            con el primero molino que estaba delante; y dándole una lanzada
 33      I.     8|      Rocinante, que medio despaldado estaba. Y, hablando en la pasada
 34      I.     8|             que iba a Sevilla, donde estaba su marido, que pasaba a
 35      I.     8|            viendo que ya don Quijote estaba desviado de allí, hablando
 36      I.     8|              buen espacio de allí le estaba aguardando, y esperando
 37      I.     8|             espaldas.~ ~ Don Quijote estaba, como se ha dicho, hablando
 38      I.     9|              que aquí se refiere.~ ~ Estaba en el primero cartapacio
 39      I.     9|            vizcaíno tan al vivo, que estaba mostrando ser de alquiler
 40      I.     9|              a los pies de Rocinante estaba otro que decía: Don Quijote.
 41      I.     9|              que decía: Don Quijote. Estaba Rocinante maravillosamente
 42      I.     9|             de Rocinante. Junto a él estaba Sancho Panza, que tenía
 43      I.     9|            asno, a los pies del cual estaba otro rétulo que decía: Sancho
 44      I.     9|           que le cortaría la cabeza. Estaba el vizcaíno tan turbado,
 45      I.     9|              él lo pasara mal, según estaba ciego don Quijote, si las
 46      I.     9|          pendencia, no fueran adonde estaba y le pidieran con mucho
 47      I.    10|             un bosque que allí junto estaba. Seguíale Sancho, a todo
 48      I.    11|          fuera hecho de argamasa. No estaba, en esto, ocioso el cuerno,
 49      I.    11|              llaneza. La justicia se estaba en sus proprios términos,
 50      I.    11|       consintió Sancho Panza, porque estaba más para dormir que para
 51      I.    12|               vecino de un lugar que estaba en aquellas sierras, el
 52      I.    13|              Quijote, y a decille si estaba todavía con propósito de
 53      I.    13|            gastara en lo que debía y estaba obligado como cristiano.
 54      I.    13|             que yo  que de secreto estaba ese caballero muy bien enamorado;
 55      I.    14|     desdichado escribió esta canción estaba ausente de Marcela, de quien
 56      I.    14|         pensamientos, y que por esto estaba obligada a corresponder
 57      I.    14|              un monte que allí cerca estaba, dejando admirados, tanto
 58      I.    16|                 Todas estas pláticas estaba escuchando muy atento don
 59      I.    16|       fementido lecho de don Quijote estaba primero en mitad de aquel
 60      I.    16|          puntualísima Maritornes. Ya estaba Sancho bizmado y acostado,
 61      I.    16|           como liebre. Toda la venta estaba en silencio, y en toda ella
 62      I.    16|             ha puesto.~ ~ Maritornes estaba congojadísima y trasudando,
 63      I.    16|         apuñeado de don Quijote, que estaba en su derribado lecho, tendido
 64      I.    16|       meneaba, se dio a entender que estaba muerto, y que los que allí
 65      I.    17|        llamado a su escudero, cuando estaba tendido en el val de las
 66      I.    17|           castillo, al tiempo que yo estaba con ella en dulcísimos y
 67      I.    17|        verdad que aún don Quijote se estaba boca arriba sin poderse
 68      I.    17|        huesos, y fue a escuras donde estaba el ventero; y, encontrándose
 69      I.    17|              con el cuadrillero, que estaba escuchando en qué paraba
 70      I.    17|             llevó a don Quijote, que estaba con las manos en la cabeza,
 71      I.    17|           asió de un lanzón que allí estaba, para que le sirviese de
 72      I.    17|        Sancho que entre la gente que estaba en la venta se hallasen
 73      I.    17|           caballo a las bardas; pero estaba tan molido y quebrantado,
 74      I.    17|            se dice della que, aunque estaba en aquel trato, tenía unas
 75      I.    18|           por haber visto que cuando estaba por las bardas del corral
 76      I.    18|            en sus libros mentirosos! Estaba Sancho Panza colgado de
 77      I.    18|      maltrecho, creyó, sin duda, que estaba muerto o malferido y, acordándose
 78      I.    18|             fuese adonde su escudero estaba, de pechos sobre su asno,
 79      I.    19|              cuya venganza a él solo estaba reservada, y, sin hacer
 80      I.    19|             esforzado como él diceEstaba una hacha ardiendo en el
 81      I.    19|           que el prado donde estaban estaba colmado de verde y menuda
 82      I.    20|    desembarcadero, de la otra parte, estaba lleno de cieno y resbaloso,
 83      I.    20|             y a estarse quedo: tanto estaba de bien atado.~ ~ En esto,
 84      I.    20|            el de los oídos, y Sancho estaba tan junto y cosido con él,
 85      I.    20|         cosas, y vio don Quijote que estaba entre unos árboles altos,
 86      I.    21|              barbero, y el otro, que estaba junto a él, sí; y así, el
 87      I.    21|             sobre la cabeza; y, como estaba limpia, desde media legua
 88      I.    22|         emboscasen en la sierra, que estaba cerca.~ ~ -Bien está eso -
 89      I.    23|        Sierra Morena, que allí junto estaba, llevando Sancho intención
 90      I.    23|            los ojos y vio que su amo estaba parado, procurando con la
 91      I.    23|            alzar no  qué bulto que estaba caído en el suelo, por lo
 92      I.    23|              señor, pareciéndole que estaba más que rebién pagado con
 93      I.    23|          llegando adonde don Quijote estaba, dijo:~ ~ -Apostaré que
 94      I.    23|              y allí se queda como se estaba; que no quiero perro con
 95      I.    23|           Quijote que don Quijote lo estaba de verle a él. En resolución,
 96      I.    24|           peña poco desviada de allí estaba. En llegando a él, se tendió
 97      I.    24|              que por buenos respetos estaba obligado a negarme la entrada
 98      I.    24|           entré en un aposento donde estaba, le hallé con una carta
 99      I.    24|            me enviase luego donde él estaba; que quería que fuese compañero,
100      I.    24|               donde el duque Ricardo estaba. Fui dél tan bien recebido
101      I.    24|             desto, por parecerle que estaba yo obligado, en vez de buen
102      I.    24|             En tanto que don Quijote estaba diciendo lo que queda dicho,
103      I.    24|     bellaconazo del maestro Elisabat estaba amancebado con la reina
104      I.    24|          accidente de su locura y no estaba para proseguir su historia;
105      I.    24|          pues, que, como ya Cardenio estaba loco, y se oyó tratar de
106      I.    25|       advertir que cuando lo dijo ya estaba sin juicio.~ ~ -Eso digo
107      I.    25|              casi como peñón tajado, estaba sola entre otras muchas
108      I.    25|              desesperado, pues no lo estaba su amo, que era yo, cuando
109      I.    25|              de quien vuestra merced estaba enamorado, o alguna persona
110      I.    26|          Lorenzo Corchuelo, de quien estaba enamorado hasta los hígados.
111      I.    26|             sacarle del error en que estaba, pareciéndoles que, pues
112      I.    26|             irían adonde don Quijote estaba, fingiendo ser ella una
113      I.    27|            montaña, donde a la sazón estaba. Cayeron luego el ventero
114      I.    27|           junto de donde don Quijote estaba, y así, dobló sus vestidos,
115      I.    27|              mayor de las desdichas. Estaba Cardenio entonces en su
116      I.    27|           suceso y desventura que me estaba guardada.~ ~ Llegué al lugar
117      I.    27|          nuevo correo esto me decía, estaba yo colgado de sus palabras,
118      I.    27|               arrepentido y loco.~ ~ Estaba esperando el cura la respuesta
119      I.    27|            me habían hallado, y como estaba diciendo tantos disparates
120      I.    28|            no fueron sentidos, ni él estaba a otra cosa atento que a
121      I.    28|             Cura decía estas razones estaba la disfrazada moza como
122      I.    28|       fuerzas para defenderme, según estaba turbada), comenzó a decirme
123      I.    28|         imagen que en aquel aposento estaba, la puso por testigo de
124      I.    28|     solicitallo, puesto que supe que estaba en la villa y que los más
125      I.    28|         donde entendí que mi enemigo estaba. Él, después que hubo reprehendido
126      I.    28|              pareciéndome que aún no estaba del todo cerrada la puerta
127      I.    28|             que era cristiano, y que estaba más obligado a su alma que
128      I.    29|             mala manera que Cardenio estaba vestido, y así, le dijo:~ ~ -
129      I.    29|      esperando, había respondido que estaba determinado de no parecer
130      I.    29|          venir a ser emperador, como estaba obligado, ni aun arzobispo,
131      I.    29|            guiase adonde don Quijote estaba; al cual advirtieron que
132      I.    29|               y viendo que ya el don estaba concedido y con la diligencia
133      I.    29|            parecerle que ya su señor estaba puesto en camino, y muy
134      I.    29|              debía de extender, pues estaba claro que de donde las barbas
135      I.    29|              de reinos.~ ~ Ella, que estaba bien en todo, entendió que
136      I.    30|              quien os la hizo!~ ~ No estaba tan maltrecho Sancho, que
137      I.    31|            respondió Sancho - , ella estaba en la fuga del meneo de
138      I.    31|               Sancho. Y en tanto que estaba en su menester, ¿qué coloquios
139      I.    31|              con el mucho ejercicio, estaba sudada y algo correosa.~ ~ -
140      I.    31|              una fontecilla que allí estaba. Detúvose don Quijote, con
141      I.    31|              gusto de Sancho, que ya estaba cansado de mentir tanto
142      I.    31|            merced de la encina donde estaba atado.~ ~ Reconocióle don
143      I.    31|             mentir en nada. Digo que estaba atado a la encina, desnudo
144      I.    31|           enfrenase a Rocinante, que estaba paciendo en tanto que ellos
145      I.    32|       acontecido, y mirando si acaso estaba allí Sancho, como no le
146      I.    33|             veras los dos se amaban, estaba confusa de ver en él tanta
147      I.    33|      determinó de decirle que Camila estaba tan entera a las dádivas
148      I.    33|         nuevas había y de qué temple estaba Camila. Lotario le respondió
149      I.    33|             la de un amigo suyo, que estaba en una aldea, no lejos de
150      I.    33|         díjole que advirtiese que no estaba bien que nadie, él ausente,
151      I.    33|              que levantarse de donde estaba y entrarse a su aposento,
152      I.    34|       desenvueltamente que cuando él estaba en casa; pero que ya estaba
153      I.    34|          estaba en casa; pero que ya estaba desengañada y creía que
154      I.    34|    deshonraba, entonces le decía que estaba más honrado; y con esto,
155      I.    34|          muchas veces que su Leonela estaba con su galán en un aposento
156      I.    34|              dicho a Anselmo, y cómo estaba concertado de esconderse
157      I.    34|         Camila y Leonela que Anselmo estaba escondido, entraron en la
158      I.    34|              mas cuando entendió que estaba resuelta en matar a Lotario,
159      I.    34|          encima de una cama que allí estaba, comenzó Leonela a llorar
160      I.    34|             que quisiesen; que él no estaba para dar consejo que de
161      I.    34|           suyo, y que la buena mujer estaba obligada a no dar ocasión
162      I.    34|             la memoria cuán engañado estaba su amigo y cuán injustamente
163      I.    35|             extraño traje del mundo. Estaba en camisa, la cual no era
164      I.    35|            los ojos abiertos, porque estaba durmiendo y soñando que
165      I.    35|              durmiendo y soñando que estaba en batalla con el gigante;
166      I.    35|         reino de Micomicón, y que ya estaba en la pelea con su enemigo;
167      I.    35|        gigante, que todo el aposento estaba lleno de vino. Lo cual visto
168      I.    35|              de ver de la manera que estaba. Dorotea, que vio cuán corta
169      I.    35|              cuán corta y sotilmente estaba vestido, no quiso entrar
170      I.    35|              la sal en el agua.~ ~ Y estaba peor Sancho despierto que
171      I.    35|            esto Sancho - . Sí que no estaba yo borracho: ¡mirad si tiene
172      I.    35|              aplacar al ventero, que estaba desesperado por la repentina
173      I.    35|            mundo), y que por esto no estaba obligado a pagar nada, que
174      I.    35|       obligado a pagar nada, que así estaba escrito en los aranceles
175      I.    35|              desventura; y ansí como estaba, sin acabarse de vestir,
176      I.    35|             el bufete, sobre el cual estaba, con el papel escrito y
177      I.    35|             hallándole frío, vio que estaba muerto. Admiróse y congojóse
178      I.    35|         conoció que de su mesma mano estaba escrito, el cual contenía
179      I.    35|             yo la perdono, porque no estaba ella obligada a hacer milagros,
180      I.    35|              monesterio donde Camila estaba, casi en el término de acompañar
181      I.    36|             en esto, el ventero, que estaba a la puerta de la venta,
182      I.    36|            la sentó en una silla que estaba a la entrada del aposento
183      I.    36|             tal traje y tal silencio estaba, se fue donde estaban los
184      I.    36|         dejándolos, se volvió adonde estaba Dorotea; la cual, como había
185      I.    36|            ofrecimientos, todavía se estaba en su silencio, hasta que
186      I.    36|            distintamente, como quien estaba tan junto de quien las decía,
187      I.    36|              aposento de don Quijote estaba en medio; y así como las
188      I.    36|           que abrazada con la señora estaba, vio que el que abrazada
189      I.    36|             Fernando, que era el que estaba abrazado con la otra, y
190      I.    36|              enterneciera. Mirándola estaba Luscinda, no menos lastimada
191      I.    36|              meses vino a saber cómo estaba en un monesterio, con voluntad
192      I.    36|      caballeros, vino al lugar donde estaba, a la cual no había querido
193      I.    36|      temeroso que en sabiendo que él estaba allí, había de haber más
194      I.    37|            don Fernando, y su amo se estaba durmiendo a sueño suelto,
195      I.    37|            bien que poseía; Cardenio estaba en el mismo pensamiento,
196      I.    37|         señora reina se esté como se estaba, me regocijo en el alma,
197      I.    38|              mesma pobreza que antes estaba, y que sea menester que
198      I.    38|           aunque letrado y graduado, estaba de su mesmo parecer.~ ~
199      I.    39|           famosa isla de Chipre, que estaba debajo del dominio del Venecianos:
200      I.    39|           asieron de su capitán, que estaba sobre el estanterol gritando
201      I.    39|           pequeño fuerte o torre que estaba en mitad del estaño, a cargo
202      I.    40|          lienzo, atado, y la caña se estaba blandeando y moviendo, casi
203      I.    40|              y esto fue a tiempo que estaba el baño, como la vez pasada,
204      I.    40|           quien como miembro podrido estaba dividido y apartado, por
205      I.    40|              sin otra moneda alguna. Estaba allí el renegado; dímosle
206      I.    40|            dicho, y que en ella sola estaba dilatar aquel negocio, o
207      I.    40|           muchos días que mi rescate estaba en Argel, y que el mercader,
208      I.    41|              fondo en una caleta que estaba no dos tiros de ballesta
209      I.    41|              suya ordenaba, y que yo estaba ya rescatado, y que sólo
210      I.    41|              adonde su padre conmigo estaba; antes, luego cuando su
211      I.    41|     rescataba. Yo le respondí que ya estaba rescatado, y que en el precio
212      I.    41|         cogiendo la fruta, aunque no estaba madura. Sobresaltóse el
213      I.    41|         donde la hermosísima Zoraida estaba.~ ~ Ya los cristianos que
214      I.    41|            ya a tiempo que la ciudad estaba ya cerrada, y por toda aquella
215      I.    41|            ser sentidos de nadie.~ ~ Estaba la bellísima Zoraida aguardándonos
216      I.    41|            dijo en lengua morisca si estaba su padre en el jardín. Ella
217      I.    41|      presteza subió donde Agi Morato estaba, y juntamente con él fueron
218      I.    41|           quejarse ni esquivarse, se estaba queda; pero, con todo esto,
219      I.    41|            un poco en la mar, que ya estaba algo más sosegada; y habiendo
220      I.    41|             padre de Zoraida, que ya estaba en todo su acuerdo, dijo:~ ~ -¿
221      I.    41|             grande reposo y descuido estaba labrando un palo con un
222      I.    41|            que legua y media de allí estaba. Algunos dellos volvieron
223      I.    41|            en aquel instante y sazón estaba en su punto, ansí con el
224      I.    42|           principal toda la que allí estaba; pero el talle, visaje y
225      I.    42|               se ordenó lo que antes estaba ordenado: que todas las
226      I.    42|         satisfechos.~ ~ Ya, en esto, estaba aderezada la cena, y todos
227      I.    42|             sucedido; a todo lo cual estaba tan atento el Oidor, que
228      I.    42|            Todo lo que el Cura decía estaba escuchando algo de allí
229      I.    42|            la mesa, y entrando donde estaba Zoraida, la tomó por la
230      I.    42|         Dorotea y la hija del Oidor. Estaba esperando el capitán a ver
231      I.    42|           todos.~ ~ Allí don Quijote estaba atento, sin hablar palabra,
232      I.    42| especialmente Dorotea, que despierta estaba, a cuyo lado dormía doña
233      I.    43|              favor si no era, cuando estaba mi padre fuera de casa y
234      I.    43|            pecaba don Quijote, y que estaba fuera de la venta armado
235      I.    43|             y vieron que don Quijote estaba a caballo, recostado sobre
236      I.    43|             de la luna, que entonces estaba en toda su claridad, cómo
237      I.    43|           fue imposible soltarse.~ ~ Estaba, pues, como se ha dicho,
238      I.    43|            si podía soltarse; mas él estaba tan bien asido, que todas
239      I.    43|        alguna se había creído que lo estaba; allí el acordarse de nuevo
240      I.    43|          puerta de la venta, que aún estaba cerrada, con grandes golpes;
241      I.    44|           que hacer caso dél, porque estaba fuera de juicio.~ ~ Preguntáronle
242      I.    44|         mulas junto a quien don Luis estaba; y levantándose de allí,
243      I.    44|             hacia la parte donde aún estaba hablando y porfiando con
244      I.    44|          dijo a esto Maritornes, que estaba delante - . Primero que
245      I.    44|    castellano de aquel castillo, que estaba puesto en una grave mengua.
246      I.    44|          había conocido cuán bien le estaba a su hija aquel matrimonio;
247      I.    44|               vio a Sancho Panza que estaba aderezando no  qué de
248      I.    44|        Quijote estos despojos.~ ~ Ya estaba don Quijote delante, con
249      I.    45|          Nuestro barbero, que a todo estaba presente, como tenía tan
250      I.    45|          Maritornes lloraba; Dorotea estaba confusa; Luscinda, suspensa;
251      I.    46|              don Quijote esto decía, estaba persuadiendo el Cura a los
252      I.    46|         punto.~ ~ Sancho, que a todo estaba presente, dijo, meneando
253      I.    46|             aquella ilustre compañía estaba en la venta; y pareciéndoles
254      I.    46|       silencio se entraron adonde él estaba durmiendo y descansando
255      I.    46|             que, sin duda alguna, ya estaba encantado, pues no se podía
256      I.    46|              de todos los presentes, estaba en su mesmo juicio y en
257      I.    48|           venta que no lejos de allí estaba, y trujesen della lo que
258      I.    49|          grande si yo pensase que no estaba encantado y me dejase estar
259      I.    49|             don Quijote, que todo lo estaba escuchando - ; cuanto más
260      I.    49|         cuerpo, y luego se fue donde estaba Rocinante y dándole dos
261      I.    50|           rostro daba a entender que estaba atenta a lo que el cabrero
262      I.    51|           con cualquiera de nosotros estaba su hija bien empleada; y,
263      I.    52|           esparciendo cuanto en ella estaba. Don Quijote, que se vio
264      I.    52|             Quijote, el cual, aunque estaba debajo del cabrero, harto
265      I.    52|         llama.~ ~ El cabrero, que ya estaba cansado de moler y ser molido,
266      I.    52|             una aldea que allí junto estaba venía en procesión a una
267      I.    52|             de don Quijote adonde él estaba; más los de la procesión,
268      I.    52|              del mundo, creyendo que estaba muerto. El Cura fue conocido
269      I.    52|        diciplinantes fueron a ver si estaba muerto el pobre caballero,
270      I.    52|              todo lo que había visto estaba con tanta paciencia como
271      I.    52|              ser domingo, y la gente estaba toda en la plaza, por mitad
272      I.    52|             de entender en qué parte estaba. El Cura encargó a la sobrina
273     II.    Pr|           más carga. Llegábase donde estaba el perro, y mirándole muy
274     II.     1|          bonete colorado toledano; y estaba tan seco y amojamado, que
275     II.     1|         creyeron indubitadamente que estaba del todo bueno y en su entero
276     II.     1|              cada año nos toca arma, estaba puesta en ella toda la cristiandad,
277     II.     1|              de los locos de Sevilla estaba un hombre a quien sus parientes
278     II.     1|  recogimiento, se dio a entender que estaba cuerdo y en su entero juicio,
279     II.     1|              que aquel hombre aún se estaba loco; que puesto que hablaba
280     II.     1|          forzado a creer que el loco estaba cuerdo; y entre otras cosas
281     II.     1|         hacían porque dijese que aún estaba loco, y con lúcidos intervalos;
282     II.     1|         alguna, el licenciado aún se estaba loco. No sirvieron de nada
283     II.     1|        licenciado a una jaula adonde estaba un loco furioso, aunque
284     II.     1|     licenciado escuchó otro loco que estaba en otra jaula, frontero
285     II.     1|            de una estera vieja donde estaba echado y desnudo en cueros,
286     II.     2|     desesperaron, viendo cuán puesto estaba en sus desvariados pensamientos,
287     II.     2|            llevo de ventaja.~ ~ -Eso estaba puesto en razón -respondió
288     II.     2|         manteaban como a miembro, se estaba mi cabeza detrás de las
289     II.     3|        historia hubiese, pues aún no estaba enjuta en la cuchilla de
290     II.     7|            él se daba a entender que estaba encantado; y venía tal el
291     II.     7|             que la tenía, puesto que estaba más escura por el orín y
292     II.     8|          Dulcinea del Toboso, que no estaba tan claro, que pudiese echar
293     II.     8|            de ser que como su merced estaba ahechando aquel trigo que
294     II.     8|               la cual, viendo que no estaba en la lista de las demás,
295     II.     8|            el Emperador el edificio, estaba con él y a su lado un caballero
296     II.     9|             y entraron en el Toboso. Estaba el pueblo en un sosegado
297     II.    10|            del Toboso hacia donde él estaba venían tres labradoras sobre
298     II.    10|            era carirredonda y chata, estaba suspenso y admirado, sin
299     II.    10|            siquiera sacáramos lo que estaba encubierto debajo de aquella
300     II.    11|            pintadas alas; al un lado estaba un emperador con una corona,
301     II.    11|              a los pies de la Muerte estaba el dios que llaman Cupido,
302     II.    11|           pero cuando a él llegó, ya estaba en tierra, y junto a él
303     II.    11|              tribulación llegó donde estaba don Quijote harto más maltrecho
304     II.    11|          volvió a la carreta, que ya estaba bien cerca del pueblo, y
305     II.    12|          dijo Sancho, que allí junto estaba - ; porque es mi señora
306     II.    13|             sino ser emperador, y yo estaba entonces temblando si le
307     II.    13|            El dueño dijo que la cuba estaba limpia, y que el tal vino
308     II.    14|              donde el de los Espejos estaba hincando a su caballo las
309     II.    14|             mano, dio señales de que estaba muerto.~ ~ Apenas le vio
310     II.    14|           priesa vino donde su señor estaba; el cual, apeándose de Rocinante,
311     II.    14|            le diese el aire si acaso estaba vivo, vio... ¿Quién podrá
312     II.    14|             verdad, que con los ojos estaba mirando. Finalmente, se
313     II.    16|          caballeros andantes, de que estaba lleno el mundo, tan en daño
314     II.    16|          rucio, y llegó donde su amo estaba, a quien sucedió una espantosa
315     II.    17|             que le trujese el yelmo, estaba él comprando unos requesones
316     II.    17|             fue forzoso dársela como estaba. Tomóla don Quijote, y sin
317     II.    17|        llegándose a don Quijote, que estaba dando priesa al leonero
318     II.    17|              la primera jaula, donde estaba, como se ha dicho, el león,
319     II.    18|           decía, ni delante de quién estaba, dijo:~ ~ -¡Oh dulces prendas,
320     II.    18|               donde el estudiante le estaba esperando para entretenerle
321     II.    19|           verdad, de quien tan lejos estaba.~ ~ Y levantándose, abrazó
322     II.    19|              les pareció a todos que estaba delante del pueblo un cielo
323     II.    20|        preparada miel que allí junto estaba. Los cocineros y cocineras
324     II.    20|              que esto pasaba Sancho, estaba don Quijote mirando como
325     II.    20|               que aunque don Quijote estaba hecho a ver semejantes danzas,
326     II.    21|              que a un lado del prado estaba, adornado de alfombras y
327     II.    21|           estoque; pero el cura, que estaba presente, fue de parecer
328     II.    21|        pesarosa, llegó donde Basilio estaba ya los ojos vueltos, el
329     II.    22|            respondió Sancho - ; sólo estaba diciendo entre mí que quisiera
330     II.    22|       aquésta, Sancho amigo, para mí estaba guardada.~ ~ Y entonces
331     II.    22|      entendiera que todavía bajaba y estaba vivo; pero pues ya no es
332     II.    23|           dormía, sino que realmente estaba despierto; con todo esto,
333     II.    23|             era yo mismo el que allí estaba, o alguna fantasma vana
334     II.    23|       sobremodo y toda de alabastro, estaba un sepulcro de mármol, con
335     II.    23|         corazón~ ~ ~ ~Adonde Belerma estaba,~ ~ ~ ~Sacándomele del pecho,~ ~ ~ ~
336     II.    23|      respondió don Quijote - ; no me estaba a mí bien hacer eso, porque
337     II.    23|        indubitablemente que su señor estaba fuera de juicio y loco de
338     II.    23|            nos le ha vuelto. Bien se estaba vuestra merced acá arriba
339     II.    24|         encantado, sino cuando no lo estaba, en Francia y en tiempo
340     II.    24|      respondió que en la caballeriza estaba acomodando el macho. Lo
341     II.    25|           ventero le había dicho que estaba, y hallóle, y díjole que
342     II.    25|             hecho.~ ~ Don Quijote no estaba muy contento con las adivinanzas
343     II.    25|             Quijote y decirle que ya estaba en orden el retablo; que
344     II.    25|          Sancho, y vinieron donde ya estaba el retablo puesto y descubierto,
345     II.    26|            su esposa Melisendra, que estaba cautiva en España, en poder
346     II.    26|             se caiga, a causa que no estaba la señora Melisendra acostumbrada
347     II.    27|             blanco venía, en el cual estaba pintado muy al vivo un asno
348     II.    28|        refiero ahora.~ ~ En esto, ya estaba a caballo Sancho, ayudado
349     II.    28|        Cuerpo de mí! ¿Tan encubierta estaba la causa de mi dolor que
350     II.    29|           otras jarcias algunas, que estaba atado en la orilla a un
351     II.    29|            un árbol que en la ribera estaba. Miró don Quijote a todas
352     II.    29|            un álamo o sauce que allí estaba. Preguntóle Sancho la causa
353     II.    30|              entonces le parecía que estaba bien lejos de tenerle; porque
354     II.    30|              donde la bella cazadora estaba, y apeándose, puesto ante
355     II.    30|              otras fermosuras.~ ~ Ya estaba a esta sazón libre Sancho
356     II.    31|           con él en una cuadra donde estaba un rico lecho, se desnudó,
357     II.    31|          llevaron a otra sala, donde estaba puesta una rica mesa con
358     II.    31|             los dos lados.~ ~ A todo estaba presente Sancho, embobado
359     II.    31|             cuento, y don Quijote se estaba consumiendo en cólera y
360     II.    32|            haberle a él jabonado.~ ~ Estaba atento Sancho a las ceremonias
361     II.    32|       huéspedes.~ ~ Perecida de risa estaba la Duquesa viendo la cólera
362     II.    33|              válame Dios, y cuán mal estaba con estas señoras un hidalgo
363     II.    34|         entre dos altísimas montañas estaba, donde tomados los puestos,
364     II.    34|             no le veían creyeron que estaba entre los dientes de alguna
365     II.    35|        lóbregas de Dite,~ ~ ~ ~Donde estaba mi alma entretenida~ ~ ~ ~
366     II.    37|               Válame Dios, y qué mal estaba con ellas el tal boticario!
367     II.    38|           particular que en la Corte estaba, confiado en su mocedad
368     II.    38|              una callejuela donde él estaba, que, si mal no me acuerdo,
369     II.    39|       respuestas, como la infanta se estaba siempre en sus trece, sin
370     II.    39|         muerto, y parecíame a mí que estaba la reina Maguncia obligada
371     II.    41|              el caballero para quien estaba guardada aquella aventura,
372     II.    41|            sintiendo don Quijote que estaba como había de estar, tentó
373     II.    41|      haciendo aire: tan bien trazada estaba la tal aventura por el Duque
374     II.    41|           Borbón, y por la mañana ya estaba de vuelta en Madrid, donde
375     II.    41|            con grandes letras de oro estaba escrito lo siguiente:~ ~ «
376     II.    44|              y preguntóle que de qué estaba triste; que si era por la
377     II.    44|        alguna doncella de la Duquesa estaba dél enamorada, y que la
378     II.    44|              dar a entender que allí estaba, dio un fingido estornudo,
379     II.    45|       mayordomo decía esto a Sancho, estaba él mirando unas grandes
380     II.    45|           imaginación que dentro dél estaba la paga de lo que pedían.
381     II.    45|            se la entregase, así como estaba, a la querellante; él lo
382     II.    45|         Duque, que con gran deseo lo estaba esperando.~ ~ Y quédese
383     II.    46|            sabía la verdad del caso, estaba suspensa y admirada. Levantóse
384     II.    47|              adonde en una gran sala estaba puesta una real y limpísima
385     II.    47|              asió de la silla en que estaba sentado, y dijo:~ ~ -¡Voto
386     II.    48|             memoria eterna~ ~ Además estaba mohíno y malencólico el
387     II.    48|             vio la priesa con que se estaba haciendo cruces don Quijote;
388     II.    48|             gente baldía que en ella estaba; vínose a pie mi ama, y
389     II.    48|            mi señora la Duquesa, que estaba recién casada con el Duque
390     II.    49|          tiempo, al parecer suyo, se estaba quedo, sin moverse de un
391     II.    49|       llegaba a perlas orientales, y estaba deseando que su desgracia
392     II.    49|       encaminaron hacia ella, que no estaba muy lejos de allí. Llegaron,
393     II.    49|             bajó una criada, que los estaba esperando, y les abrió la
394     II.    50|       levantó en pie una mozuela que estaba lavando, y dijo:~ ~ -Esa
395     II.    50|             tocarse ni calzarse, que estaba en piernas y desgreñada,
396     II.    51|             pues, que sobre este río estaba una puente, y al cabo della,
397     II.    51|            en aquella horca que allí estaba, y no a otra cosa. Repararon
398     II.    53|       alboroto llegaron donde Sancho estaba, atónito y embelesado de
399     II.    53|           fin, y poco a poco, porque estaba molido y no podía ir mucho
400     II.    54|       adelante; y puesto que el mozo estaba en Flandes, adonde se había
401     II.    54|             yo no les descubrí dónde estaba, temeroso de algún desmán;
402     II.    55|          unos edificios muy antiguos estaba, y al tiempo del caer, se
403     II.    55|       recogió el aliento, por ver si estaba sano, o agujereado por alguna
404     II.    55|            porque sin duda pensó que estaba hecho mil pedazos. Tentó
405     II.    55|          vicio; que, a la verdad, no estaba muy bien parado. «¡Ay -dijo
406     II.    55|             acabó de dar por muerto. Estaba el rucio boca arriba, y
407     II.    55|           cual volvió a salir adonde estaba el jumento, y con una piedra
408     II.    55|           debía de ser muerto, y que estaba allí penando su alma; y
409     II.    55|              de tiempos inmemoriales estaba allí hecha; pero no podían
410     II.    56|            peligro de su muerte, que estaba cierto si de lleno en lleno
411     II.    56|            la estacada, toda la cual estaba coronada de infinita gente,
412     II.    56|          señora Dulcinea del Toboso, estaba aguardando que se le diese
413     II.    56|            la señal de la arremetida estaba nuestro lacayo transportado,
414     II.    56|          llegó adonde doña Rodríguez estaba, y dijo a grandes voces:~ ~ -
415     II.    57|             Duques salieron a verle. Estaba Sancho sobre su rucio, con
416     II.    57|             desenvolturas; y como no estaba advertida desta burla, creció
417     II.    58|           Altisidora, le pareció que estaba en su centro, y que los
418     II.    58|           nieve, me parecía a mí que estaba metido entre las estrechezas
419     II.    58|       cubrían alguna cosa que debajo estaba; estaban empinadas y tendidas
420     II.    58|           selva que fuera del camino estaba, y a deshora, sin pensar
421     II.    58|           ellas que el que con ellas estaba era el valeroso don Quijote
422     II.    58|             no lejos del verde prado estaba. Siguióle Sancho sobre su
423     II.    59|             yerba de que aquel prado estaba lleno a los dos continuos
424     II.    59|              lo que don Quijote, que estaba sentado sobre un poyo, le
425     II.    59|              de los pescados del mar estaba proveída aquella venta.~ ~ -
426     II.    59|            huésped la olla, así como estaba, y sentóse a cenar muy de
427     II.    59|              junto al de don Quijote estaba, que no le dividía más que
428     II.    59|              que no menos que Sancho estaba de sus manos y de sus uñas
429     II.    59|               si se había casado, si estaba parida, o preñada, o si,
430     II.    60|       importare.~ ~ Don Quijote, que estaba escuchando atentamente lo
431     II.    60|            mortal parasismo. Confuso estaba Roque, y no sabía qué hacerse.
432     II.    60|            al lugar de su padre, que estaba allí cerca, para que le
433     II.    60|        Barcelona, dándole aviso como estaba consigo el famoso don Quijote
434     II.    61|              no pudiesen saber dónde estaba; porque los muchos bandos
435     II.    61|            día, así, a caballo, como estaba, y no tardó mucho cuando
436     II.    61|           Quijote suspenso y atónito estaba, y uno dellos, que era el
437     II.    62|            hubieran puesto, y Sancho estaba contentísimo, por parecerle
438     II.    62|              sostenía, sobre la cual estaba puesta, al modo de las cabezas
439     II.    62|         fiarse de todos.~ ~ Suspenso estaba don Quijote, esperando en
440     II.    62|         encerró en la estancia donde estaba la cabeza. Contóles la propiedad
441     II.    62|            con tal traza y tal orden estaba fabricada.~ ~ El primero
442     II.    62|        romano, y de color de bronce, estaba toda hueca, y ni más ni
443     II.    62|             la estancia de la cabeza estaba. Por todo este hueco de
444     II.    62|          conciencia que pensé que ya estaba quemado y hecho polvos,
445     II.    63|           galeras. El cuatralbo, que estaba avisado de su buena venida,
446     II.    63|       Entraron todos en la popa, que estaba muy bien aderezada, y sentáronse
447     II.    63|              para lo que ahora diré. Estaba Sancho sentado sobre el
448     II.    63|             donde infinita gente los estaba esperando, deseosos de ver
449     II.    63|             de tierra, y conoció que estaba en la marina el virrey de
450     II.    64|            díchoselo al visorrey que estaba hablando con don Quijote
451     II.    65|         respondió que ya una por una estaba en buen punto aquel negocio,
452     II.    66|             si cuando era gobernador estaba alegre, agora que soy escudero
453     II.    66|        trofeo de las armas de Roldán estaba escrito:~ ~ ~ ~Nadie las
454     II.    66|              que, por ser fiesta, se estaba allí solazando. Cuando llegaba
455     II.    66|             la sombra de un árbol le estaba esperando.~ ~ ~ ~
456     II.    67|         caído. A la sombra del árbol estaba, como se ha dicho, y allí,
457     II.    68|           escura, puesto que la luna estaba en el cielo; pero no en
458     II.    69|           palma. A un lado del patio estaba puesto un teatro y en dos
459     II.    69|             que el cuerpo muerto que estaba sobre el túmulo era el de
460     II.    69|             encendida que junto a él estaba, dio tras las dueñas, y
461     II.    70|              a entender que Dulcinea estaba encantada y transformada
462     II.    70|      engañaba, porque verdaderamente estaba encantada Dulcinea; de que
463     II.    71|              que tres leguas de allí estaba. Apeáronse en un mesón,
464     II.    71|            las aldeas. En una dellas estaba pintado de malísima mano
465     II.    71|           llevó a Menalao, y en otra estaba la historia de Dido y de
466     II.    71|              Orbaneja, un pintor que estaba en Úbeda; que cuando le
467     II.    71|             sangre caliente y cuando estaba picado el molino, porque
468     II.    72|             aquel caballero que allí estaba presente, declarase ante
469     II.    72|              la Mancha, que asimismo estaba allí presente, y que no
470     II.    72|        Álvaro Tarfe del error en que estaba; el cual se dio a entender
471     II.    73|  presentósela a don Quijote, el cual estaba diciendo:~ ~ -Malum signum!
472     II.    73|     preguntóle si traía algo; que le estaba esperando como el agua de
473     II.    73|           principal de aquel negocio estaba hecho, porque les tenía
474     II.    74|            duda, y a hacer creer que estaba cuerdo.~ ~ Hizo salir la
475     II.    74|              Bachiller en qué estado estaba su señor), hallando a la
476     II.    74|              buen rey,~ ~ ~ ~Para mí estaba guardada.~ ~ Para mí sola
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