Parte. Capítulo

1      I.     8|    conmigo no hay palabras blandas; que ya yo os conozco, fementida
2      I.    41|    ni lo podían sufrir sus blandas entrañas, ver delante de
3     II.    32| mostrado que soy de carnes blandas y no nada impenetrables,
4     II.    38|    agudezas, que a modo de blandas espinas os atraviesan el
5     II.    41| halló algo duras y no nada blandas, y pidió al Duque que, si
6     II.    46|  por don Quijote, dejó las blandas plumas, y no nada perezoso,