Parte. Capítulo

1     II.    10|  éstas, las que aquí vienen, resplandecientes como el mismo sol a medio
2     II.    10|       sino lunas y estrellas resplandecientes. Pero dime, Sancho: aquella
3     II.    14|     muchas lunas pequeñas de resplandecientes espejos, que le hacían en
4     II.    17|      un caballero, armado de resplandecientes armas, pasar la tela en
5     II.    19| cielo lleno de inumerables y resplandecientes estrellas. Oyeron asimismo