IntraText Índice | Palabras: Alfabética - Frecuencia - Inverso - Longitud - Estadísticas | Ayuda | Biblioteca IntraText | Búsqueda |
Alfabética [« »] cartero 1 cartones 1 cartujos 2 casa 335 casaba 2 casaca 3 casada 6 | Frecuencia [« »] 344 sí 337 aquella 336 gran 335 casa 334 eso 333 panza 333 soy | Miguel de Cervantes Saavedra Don Quijote de la Mancha Concordancias casa |
Parte. Capítulo
1 I. Pr| más pintado, y estás en tu casa, donde eres señor della, 2 I. Pr| tierras extrañas, en vuestra casa tenéis a Fonseca, Del amor 3 I. 1| lo más fino. Tenía en su casa una ama que pasaba de los 4 I. 1| leer, y así, llevó a su casa todos cuantos pudo haber 5 I. 4| camisas, determinó volver a su casa y acomodarse de todo, y 6 I. 4| véngase Andrés conmigo a mi casa, que yo se los pagaré un 7 I. 5| entró en el pueblo, y en la casa de don Quijote, la cual 8 I. 5| Nicolás, con el cual se vino a casa de don Quijote.~ ~ ~ ~ 9 I. 6| vos, compadre, en vuestra casa, mas no los dejéis leer 10 I. 6| días de su vida. Llevadle a casa y leedle, y veréis que es 11 I. 7| en el corral y en toda la casa, y tales debieron de arder 12 I. 7| aposento ni libros en esta casa, porque todo se lo llevó 13 I. 7| por el tejado, y dejó la casa llena de humo; y cuando 14 I. 7| hecho el daño en aquella casa que después se vería. Dijo 15 I. 7| mejor estarse pacífico en su casa y no irse por el mundo a 16 I. 7| él estuvo quince días en casa muy sosegado, sin dar muestras 17 I. 9| hallazgo, le truje a mi casa, donde en poco más de mes 18 I. 20| testamento cerrado que dejé en mi casa, fue por lo que podía suceder; 19 I. 21| subir a tan alto estado: casa a su escudero con una doncella 20 I. 21| y tenelle asalariado en casa? Y aun, si fuere menester, 21 I. 23| entrañas, nacido en mi mesma casa, brinco de mis hijos, regalo 22 I. 23| que le diesen tres en su casa, de cinco que había dejado 23 I. 24| negarme la entrada de su casa, casi imitando en esto a 24 I. 24| los dos nos viniésemos en casa de mi padre, con ocasión 25 I. 25| aquí me quiero volver a mi casa, y a mi mujer y a mis hijos, 26 I. 25| llévola para aderezarla en mi casa y hacerme la barba en ella, 27 I. 25| fulano, habiendo en esta casa tantos maestros, tantos 28 I. 25| ha de mentar la soga en casa del ahorcado. Pero venga 29 I. 25| de los cinco que dejé en casa y están a cargo de vuestra 30 I. 26| cuatro o cinco que estaban en casa.~ ~ Y con esto, les contó 31 I. 27| cielos y alguna gente de casa. Cuál yo quedo, imaginaldo; 32 I. 27| una mula en que venía en casa del buen hombre que me había 33 I. 27| acertaba a entrar en su casa, ni podía moverme a parte 34 I. 27| más que pude y entré en su casa; y como ya sabía muy bien 35 I. 27| fuera, sino los criados de casa. De allí a un poco salió 36 I. 27| alborotada toda la gente de casa, me aventuré a salir, ora 37 I. 27| fin, yo salí de aquella casa y vine a la de aquel donde 38 I. 27| una doncella recogida en casa de sus padres, hecha y acostumbrada 39 I. 28| la vida que yo tenía en casa de mis padres, la cual, 40 I. 28| alguna que de los criados de casa, porque los días que iba 41 I. 28| sobornó toda la gente de mi casa; dio y ofreció dádivas y 42 I. 28| los que llaman zagales en casa de los labradores, que era 43 I. 28| traidora doncella, salí de mi casa, acompañada de mi criado, 44 I. 28| la ciudad pregunté por la casa de los padres de Luscinda, 45 I. 28| quisiera oír. Díjome la casa, y todo lo que había sucedido 46 I. 28| Luscinda había faltado de casa de sus padres, y de la ciudad, 47 I. 28| decía que me había sacado de casa de mis padres el mozo que 48 I. 29| desventuras juntas; y así, dejé la casa y la paciencia, y una carta, 49 I. 29| menos para llevarle a su casa; a lo cual dijo Dorotea 50 I. 29| dijo que había sacado de su casa para lo que se ofreciese, 51 I. 31| trigo en un corral de su casa.~ ~ -Pues haz cuenta -dijo 52 I. 32| nunca tengo buen rato en mi casa sino aquel que vos estáis 53 I. 33| continuó Lotario como solía la casa de su amigo Anselmo, procurando 54 I. 33| con cuidado de las idas en casa de Anselmo, por parecerle 55 I. 33| volviese a ser señor de su casa, y a entrar y salir en ella 56 I. 33| volviese como solía a su casa, respondió Lotario con tanta 57 I. 33| qué amigos llevaba a su casa como en mirar con qué amigas 58 I. 33| concierta y facilita en casa de la amiga o la parienta 59 I. 33| del concierto del ir a su casa, porque no pareciese mal 60 I. 33| pensaba que tenía, en la casa de una mujer tan hermosa 61 I. 33| este acuerdo se volvieron a casa de Anselmo, donde hallaron 62 I. 33| acostumbrado.~ ~ Fuese Lotario a su casa, y Anselmo quedó en la suya, 63 I. 33| porque la demás gente de casa toda se había ido a comer. 64 I. 33| luego salieron los dos de casa, y así, le preguntó lo que 65 I. 33| lugar, aunque no saliese de casa, porque en ella se ocuparía 66 I. 33| de hacer ausencia de su casa por ocho días, yéndose a 67 I. 33| salen de las paredes de su casa; tú eres su cielo en la 68 I. 33| vendría Lotario a mirar por su casa y a comer con ella; que 69 I. 33| ella sabría gobernar su casa, que probase por aquella 70 I. 33| Anselmo, y otro día vino a su casa Lotario, donde fue rescebido 71 I. 33| niñas las dos juntas en casa de los padres de Camila, 72 I. 34| habré de ir a entretener en casa de mis padres, aunque deje 73 I. 34| hiciese mudamiento de su casa en modo ninguno, porque 74 I. 34| se atrevía a estar en su casa, ni, menos, irse a la de 75 I. 34| pocos días Anselmo a su casa, y no echó de ver lo que 76 I. 34| Lotario, y hallóle en su casa; abrazáronse los dos, y 77 I. 34| y, vuelto Anselmo a su casa, preguntó a Camila lo que 78 I. 34| que cuando él estaba en casa; pero que ya estaba desengañada 79 I. 34| entrar y poner dentro de casa a su amante, confiada que, 80 I. 34| galán en un aposento de su casa, no sólo no la osaba reñir, 81 I. 34| visto salir tan a deshora de casa de Anselmo no había entrado 82 I. 34| vez hagas ausencia de tu casa, me hablará en la recámara 83 I. 34| a un galán suyo en esta casa y se está con él hasta el 84 I. 34| horas tan inusitadas de mi casa. Y lo que me fatiga es que 85 I. 34| hombre entre ahora en esta casa y nos halle solas. Mira, 86 I. 34| este desuellacaras en su casa! Y ya, señora, que le mates, 87 I. 34| sentimiento, se salió de casa; y cuando se vio solo y 88 I. 34| tener lugar para salir de su casa, y ir a verse con su buen 89 I. 34| mismo llevó por la mano a su casa, creyendo que llevaba el 90 I. 35| yo sé que todo lo desta casa es encantamento; que la 91 I. 35| hora menguada entró en mi casa este caballero andante, 92 I. 35| porque todo cuanto en aquella casa pasaba era por vía de encantamento, 93 I. 35| Lotario para no venir a su casa, pues claramente se mostraba 94 I. 35| nadie sentida, salió de casa y se fue a la de Lotario, 95 I. 35| en la cama ni en toda la casa, quedó asombrado. Preguntó 96 I. 35| Preguntó a los criados de casa por ella; pero nadie le 97 I. 35| aquella noche había faltado de casa, y había llevado consigo 98 I. 35| con todo, volviéndose a su casa, no halló en ella ninguno 99 I. 35| ni criadas tenía, sino la casa desierta y sola.~ ~ No sabía 100 I. 35| Cerró las puertas de su casa, subió a caballo, y con 101 I. 35| sábana por las ventanas de la casa de Anselmo. En efeto, no 102 I. 35| Llevantóse como pudo, y llegó a casa de su amigo, que aún no 103 I. 35| impertinente. Viendo el señor de casa que era ya tarde y que Anselmo 104 I. 35| manera, y llamó a la gente de casa para que viesen la desgracia 105 I. 36| que, así, se salió de su casa despechado y corrido, con 106 I. 36| Luscinda había faltado de casa de sus padres, sin que nadie 107 I. 37| cuando entrasen en alguna casa dijesen: «Paz sea en esta 108 I. 37| dijesen: «Paz sea en esta casa»; y otras muchas veces les 109 I. 39| dice: «Iglesia, o mar, o casa real», como si más claramente 110 I. 39| entrar a servirle en su casa; que ya que la guerra no 111 I. 39| saliese del tronco de la casa), en un mesmo día nos despedimos 112 I. 39| veintidós años que salí de casa de mi padre, y en todos 113 I. 39| sagacidad que todos los de su casa tienen, hizo paz con Venecianos, 114 I. 39| que es un portezuelo o casa que en aquellas riberas 115 I. 40| linajes, que decienden de la Casa Otomana, y los demás, como 116 I. 40| encerrado en una prisión o casa que los turcos llaman baño, 117 I. 40| caían las ventanas de la casa de un moro rico y principal, 118 I. 40| alguna mujer que en aquella casa vivía nos debía de haber 119 I. 40| estar cautiva en aquella casa, y era la que el bien nos 120 I. 40| solicitud saber quién en aquella casa vivía, y si había en ella 121 I. 40| y él marcó desde allí la casa, y quedó de tener especial 122 I. 40| había sabido que en aquella casa vivía el mesmo moro que 123 I. 41| respuestas, salió de la casa del jardín la bella Zoraida, 124 I. 41| Hija, retírate a la casa y enciérrate, en tanto que 125 I. 41| comenzó a caminar hacia la casa; y quiso la suerte, que 126 I. 41| salidas, y la fortaleza de la casa, y la comodidad que se podía 127 I. 41| silencio, llegamos a la casa sin ser sentidos de nadie.~ ~ 128 I. 41| en ningún modo, y en esta casa no hay otra cosa que lo 129 I. 41| con ellos y quedarme en mi casa, me fuera imposible, según 130 I. 41| vino con nosotros, y en casa de sus padres, que medianamente 131 I. 42| con la hija se le quedó en casa. Pidióles consejo qué modo 132 I. 43| cual vivía frontero de la casa de mi padre en la Corte; 133 I. 43| tenía las ventanas de su casa con lienzos en el invierno 134 I. 43| desde las ventanas de su casa con tantas señas y con tantas 135 I. 43| estaba mi padre fuera de casa y el suyo también, alzar 136 I. 44| paciencia, y dar la vuelta a casa, si ya vuestra merced no 137 I. 44| cómo le quería volver a casa de su padre, y el mozo no 138 I. 44| conoció, como vecino de su casa, respondió:~ ~ -¿No conoce 139 I. 44| cual se ha ausentado de casa de su padre en el hábito 140 I. 44| esposa. Por ella dejé la casa de mi padre, y por ella 141 I. 45| fuese; el barbero, viendo la casa revuelta, tornó a asir de 142 I. 47| vuelta de Luscinda a su casa. El Cura ofreció de hacer 143 I. 48| Jerusalén, y el que ganó la Casa Santa, como Godofre de Bullón, 144 I. 49| micer Jorge, caballero de la casa del Duque de Austria; digan 145 I. 51| desde una ventana de su casa, que tenía la vista a la 146 I. 51| cumplido, habiendo dejado la casa de su querido y amado padre, 147 I. 51| preciosísimas joyas que de su casa había sacado. Volviéronla 148 I. 51| persuadió que dejase la casa de su padre; que él la llevaría 149 I. 52| vuestra ausencia.~ ~ -En casa os las mostraré, mujer - 150 I. 52| menester para traelle a su casa. Aquí alzaron las dos de 151 I. 52| tercera vez que salió de su casa fue a Zaragoza, donde se 152 II. 1| desta manera:~ ~ -En la casa de los locos de Sevilla 153 II. 1| informase del retor de la casa si era verdad lo que aquel 154 II. 1| ver los locos que en la casa había. Subieron, en efeto, 155 II. 1| manda algo, que me voy a mi casa; que ya Dios ha sido servido, 156 II. 1| estaos quedito en vuestra casa, y ahorraréis la vuelta.~ ~ - 157 II. 1| Sevilla en sacaros desta casa y en teneros por cuerdo, 158 II. 1| vuesa merced se quede en su casa, que otro día, cuando haya 159 II. 1| al licenciado, quedóse en casa, y acabóse el cuento.~ ~ - 160 II. 1| me quiero quedar en mi casa, pues no me saca el capellán 161 II. 1| techado; y pues hallaba casa donde cupiese, claro está 162 II. 2| quiere este mostrenco en esta casa? Idos a la vuestra, hermano, 163 II. 2| precio; él me sacó de mi casa con engañifas, prometiéndome 164 II. 2| malicias. Id a gobernar vuestra casa y a labrar vuestros pegujares, 165 II. 3| espina de Santa Lucía. En casa lo tengo; mi oíslo me aguarda; 166 II. 3| otra palabra, se fue a su casa.~ ~ Don Quijote pidió y 167 II. 4| contarse~ ~ Volvió Sancho a casa de don Quijote, y volviendo 168 II. 4| blanca y sin el jumento a mi casa, negra ventura me esperaba; 169 II. 4| viene el bien, mételo en tu casa».~ ~ -Vos, hermano Sancho - 170 II. 5| diciendo:~ ~ Llegó Sancho a su casa tan regocijado y alegre, 171 II. 5| comer a pie enjuto y en mi casa, sin traerme por vericuetos 172 II. 5| las narices y métele en tu casa». ¡Por cierto que sería 173 II. 5| la pierna quebrada, y en casa; y la doncella honesta, 174 II. 6| llano y se está quedo en su casa, y se deja de andar por 175 II. 6| te sirva de ejemplo la Casa Otomana, que de un humilde 176 II. 6| que supiera fabricar una casa como una jaula.~ ~ -Yo te 177 II. 7| paseándose por el patio de su casa, y viéndole, se dejó caer 178 II. 7| váyase en hora buena a su casa, y téngame aderezado de 179 II. 7| Sancho mío, volveos a vuestra casa, y declarad a vuestra Teresa 180 II. 7| también lo quiero ser en mi casa, pese a quien pesare; y 181 II. 8| holgara no haber salido de casa, porque del tropezar o caer 182 II. 8| Sancho, porque no sabía la casa de Dulcinea, ni en su vida 183 II. 9| su grandeza no era sino casa muy pequeña?~ ~ -Debía de 184 II. 9| mío, que sea alcázar la casa de mi señora Dulcinea, ¿ 185 II. 9| por dicha a llamar a la casa de nuestras mancebas, como 186 II. 9| mal no me acuerdo, que la casa desta señora ha de estar 187 II. 9| de sola una vez que vi la casa de nuestra ama, la haya 188 II. 9| labranza del campo; en esa casa frontera viven el cura y 189 II. 9| principales, que cada una en su casa puede ser princesa.~ ~ - 190 II. 9| lugar donde no busque la casa, alcázar o palacio de mi 191 II. 10| está muy bien. Y ¿sabéis su casa, Sancho? - Mi amo dice que 192 II. 13| con él, y lo llevo a mi casa, y echo censos, y fundo 193 II. 15| a que se estuviese en su casa quieto y sosegado, sin que 194 II. 15| se volviese a su pueblo y casa, y no saliese della en dos 195 II. 15| de serlo y volverme a mi casa.~ ~ -Eso os cumple -respondió 196 II. 16| las señas que me dio de mi casa, mujer y hijos no me las 197 II. 16| pared en medio de mi misma casa; y el tono de la habla era 198 II. 17| y lleguemos a mi aldea y casa, donde descansará vuesa 199 II. 17| llegaron a la aldea y a la casa de don Diego, a quien don 200 II. 18| Quijote en el castillo o casa del Caballero del Verde 201 II. 18| Halló don Quijote ser la casa de don Diego de Miranda 202 II. 18| las circunstancias de la casa de don Diego, pintándonos 203 II. 18| ellas lo que contiene una casa de un caballero labrador 204 II. 18| podía regalar a los que a su casa llegasen.~ ~ En tanto que 205 II. 18| vuesa merced nos ha traído a casa? Que el nombre, la figura, 206 II. 18| silencio que en toda la casa había, que semejaba un monasterio 207 II. 18| Quijote regaladísimo en la casa de don Diego, al cabo de 208 II. 18| buen tratamiento que en su casa había recebido; pero que 209 II. 18| dijeron que tomase de su casa y de su hacienda todo lo 210 II. 18| con la abundancia de la casa de don Diego, y rehusaba 211 II. 19| Quiteria, el cual tenía su casa pared y medio de la de los 212 II. 19| ordinaria entrada que en su casa tenía; y por quitarse de 213 II. 19| en un momento, se cae la casa; yo he visto llover y hacer 214 II. 19| tenido en el castillo o casa de don Diego.~ ~ ~ ~ 215 II. 20| última vez saliésemos de casa: uno de ellos fue que me 216 II. 22| Si traes buena mujer a tu casa, fácil cosa sería conservarla, 217 II. 24| ermita tiene una pequeña casa, que él ha labrado a su 218 II. 24| ermitaño no estuviese en casa; que así se lo dijo una 219 II. 24| Camacho y abundancia de la casa de don Diego, y cuántas 220 II. 24| servir, y echándolos de casa con título de libres, los 221 II. 25| poner esta borrica en mi casa; que luego vuelvo.» «-Mucho 222 II. 28| bueno el nombrar la soga en casa del ahorcado? A música de 223 II. 28| decir, en volverme a mi casa, y a mi mujer, y a mis hijos, 224 II. 28| deseáis volveros a vuestra casa con vuestra mujer y hijos, 225 II. 28| tiempo breve que estuvimos en casa de don Diego de Miranda, 226 II. 28| que comí y bebí y dormí en casa de Basilio, todo el otro 227 II. 28| al rucio, y vuélvete a tu casa; porque un solo paso desde 228 II. 30| desgarrase y se fuese a su casa; pero la fortuna ordenó 229 II. 30| le duelen prendas, y en casa llena presto se guisa la 230 II. 30| suyo, a quien llaman en su casa Sancho Panza. Este tal Caballero 231 II. 30| Duque mi marido, en una casa de placer que aquí tenemos.~ ~ 232 II. 31| su castillo lo que en la casa de don Diego y en la de 233 II. 31| historia que antes que a la casa de placer o castillo llegasen, 234 II. 31| jumento; que las dueñas desta casa no estamos acostumbradas 235 II. 31| manos, porque no hay de mi casa a la suya un tiro de ballesta, 236 II. 31| llegando el tal labrador a casa del dicho hidalgo convidador, 237 II. 31| la tomase, porque en su casa se había de hacer lo que 238 II. 31| diga: volveos a vuestra casa, y criad vuestros hijos, 239 II. 32| me manda que me vaya a mi casa a tener cuenta en el gobierno 240 II. 32| tanto que estuvieren en casa, me estaré yo en la mía, 241 II. 32| creer a todos los de mi casa, y aun al Duque mi señor, 242 II. 34| la pierna quebrada, y en casa. ¡Bueno sería que viniesen 243 II. 36| puerta desta fortaleza o casa de campo, y no aguarda para 244 II. 38| plano, mandóla depositar en casa de un alguacil de Corte 245 II. 39| o con otro criado de su casa, como han hecho otras muchas, 246 II. 40| Candaya mujeres que andan de casa en casa a quitar el vello 247 II. 40| mujeres que andan de casa en casa a quitar el vello y a pulir 248 II. 40| razón: que dueñas hay en mi casa que pueden ser ejemplo de 249 II. 41| ciertas: el caballo está en casa, nuestras barbas crecen, 250 II. 41| que bien me estoy en esta casa, donde tanta merced se me 251 II. 43| de gobernar tu persona y casa, Sancho, lo primero que 252 II. 43| gravedad de mi cargo; que en casa llena, presto se guisa la 253 II. 43| quien Dios quiere bien, la casa le sabe; y las necedades 254 II. 43| pulgares», y «a idos de mi casa, y qué queréis con mi mujer, 255 II. 43| replicar, como al «salíos de mi casa, y qué queréis con mi mujer.» 256 II. 43| más sabe el necio en su casa que el cuerdo en la ajena.~ ~ - 257 II. 43| Quijote - ; que el necio en su casa ni en la ajena sabe nada, 258 II. 44| y doncellas había en su casa, que le servirían muy a 259 II. 44| Duquesa y cuantos hay en esa casa duermen, si no es el señor 260 II. 44| de tu aljaba;~ ~ ~ ~Desta casa soy doncella,~ ~ ~ ~Y Altisidora 261 II. 46| doncella más sana de toda esta casa, y yo nunca la he sentido 262 II. 47| para ayuda de poner su casa, porque, en fin, han de 263 II. 48| enamoró de mi un escudero de casa, hombre ya en días, barbudo 264 II. 48| ama, y mi marido acudió en casa de un barbero, diciendo 265 II. 49| acaba de ganar ahora en está casa de juego que está aquí frontero 266 II. 49| dinero y se salió de la casa. Yo vine despechado tras 267 II. 49| ínsula, y aquél se fue a su casa, y el gobernador quedó diciendo:~ ~ - 268 II. 49| idos a dormir a vuestra casa, y Dios os dé buen sueño, 269 II. 49| suele muchas veces ir en casa de mi padre.~ ~ -Eso no 270 II. 49| suele ir muchas veces en casa de vuestro padre.~ ~ -Ya 271 II. 49| principal, anda fuera de su casa.~ ~ -No hay dudar en eso - 272 II. 49| madre come la tierra. En casa dicen misa en un rico oratorio, 273 II. 49| entrar de ordinario en mi casa, se me antojó decir que 274 II. 49| este negarme el salir de casa, siquiera a la iglesia, 275 II. 49| o menos, nos salimos de casa, y guiados de nuestro mozo 276 II. 49| cuando queríamos volver a casa, vimos venir un gran tropel 277 II. 49| no os sacaron de vuestra casa?~ ~ -No me ha sucedido nada, 278 II. 49| nos salimos a espaciar de casa de nuestros padres con esta 279 II. 49| dejaremos a vuesas mercedes en casa de su padre; quizá no los 280 II. 49| la pierna quebrada, y en casa; y la mujer y la gallina, 281 II. 49| hacerles de volverlos a su casa, y así, se encaminaron hacia 282 II. 50| del pueblo está nuestra casa, y mi madre en ella, con 283 II. 50| y antes de entrar en su casa dijo a voces desde la puerta:~ ~ - 284 II. 50| en esto, Teresa fuera de casa, con las cartas, y con la 285 II. 50| se viniesen con ella a su casa y verían el mensajero, que 286 II. 50| llamando a la puerta de vuestra casa!~ ~ -Y ¿qué se me da a mí - 287 II. 51| della, una horca y una como casa de audiencia, en la cual 288 II. 51| de saber del estado de mi casa, de mi mujer y de mis hijos. 289 II. 52| doña Rodríguez, la dueña de casa, y la otra enlutada era 290 II. 52| venían a pedir justicia a su casa; y así, les dieron cuarto 291 II. 52| meter este buen día en mi casa, yéndome a la Corte a tenderme 292 II. 54| tiempo le han de quitar la casa donde vive y se provee de 293 II. 54| teniendo los enemigos dentro de casa. Finalmente, con justa razón 294 II. 54| conciencia. Dejé tomada casa en un pueblo junto a Augusta; 295 II. 54| hacer las paredes de mi casa de oro, y comer antes de 296 II. 55| regalase mejor que en su casa, que no parece sino que 297 II. 58| por la mañana, sale de su casa, encuéntrase con un fraile 298 II. 58| espaldas y vuélvese a su casa. Derrámasele al otro Mendoza 299 II. 59| ternera, o cabrito.~ ~ -En casa, por ahora -respondió el 300 II. 61| aplauso y música llegaron a la casa de su guía, que era grande 301 II. 62| afable; el cual, viendo en su casa a don Quijote, andaba buscando 302 II. 62| otras bodas de Camacho, otra casa como la de don Diego de 303 II. 62| colgados todos los criados de casa y todos cuantos le oían. 304 II. 62| el cual estuvo aquí en mi casa, y por precio de mil escudos 305 II. 62| que no le dejasen salir de casa. Iba don Quijote, no sobre 306 II. 62| Vuélvete, mentecato, a tu casa, y mira por tu hacienda, 307 II. 62| la noche; volviéronse a casa; hubo sarao de damas, porque 308 II. 62| respondieron:~ ~ -Gobernarás en tu casa; y si vuelves a ella, verás 309 II. 62| estampero, hizo ésta en su casa, para entretenerse y suspender 310 II. 62| don Antonio tenía en su casa una cabeza encantada, que 311 II. 63| mismo, la mandó poner en casa de unas principales moras 312 II. 63| asimismo no ignoraba la casa donde don Gaspar quedaba. 313 II. 63| le ofrecía lo que en su casa hubiese para su regalo. 314 II. 64| de ver a Ana Félix en su casa. Recibióla con mucho agrado, 315 II. 65| esté en su tierra y en su casa, di traza para hacerle estar 316 II. 65| enfermedad), volvámonos a nuestra casa, y dejémonos de andar buscando 317 II. 65| en la playa? Ya está en casa del visorrey, y será aquí 318 II. 65| alborotada, y ya debe de estar en casa.~ ~ Y así era la verdad; 319 II. 65| vino con el renegado a casa de don Antonio; y aunque 320 II. 65| quedará con mi mujer en mi casa, o en un monasterio, y yo 321 II. 65| don Antonio, y Ricote en casa del visorrey.~ ~ Llegóse 322 II. 68| será esto? Sí que en esta casa todo es cortesía y buen 323 II. 69| Ea, ministros de esta casa, altos y bajos, grandes 324 II. 69| sellaron, y otra mucha gente de casa le pellizcaron; pero lo 325 II. 70| y dejárame a mí en mi casa, pues ni yo la enamoré, 326 II. 71| merced, y entraré en mi casa rico y contento, aunque 327 II. 71| pienso darme, eso se me da en casa que en el campo; pero, con 328 II. 72| que le dejo metido en la casa del Nuncio, en Toledo, para 329 II. 73| el pueblo, y se fueron a casa de don Quijote, y hallaron 330 II. 73| tocinos; y vámonos a nuestra casa, que allá oirás maravillas. 331 II. 73| al rucio, se fueron a su casa, dejando a don Quijote en 332 II. 73| volvía a reducirse en su casa, y pasar en ella una vida 333 II. 73| tengo de edad: estése en su casa, atienda a su hacienda, 334 II. 74| bien querido de los de su casa, sino de todos cuantos le 335 II. 74| muy a menudo. Andaba la casa alborotada; pero, con todo,