Parte. Capítulo

  1      I.    Pr|             poca honra y provecho el día de hoy.~ ~ En lo que toca
  2      I.     2|         viese, una mañana, antes del día, que era uno de los calurosos
  3      I.     2|          tuviera.~ ~ Casi todo aquel día caminó sin acontecerle cosa
  4      I.     2|             que él anduvo todo aquel día, y, al anochecer, su rocín
  5      I.     2|              aquél que en todo aquel día no se había desayunado.~ ~
  6      I.     2|           acertó a ser viernes aquel día, y no había en toda la venta
  7      I.     3|      otorgado es que mañana en aquel día me habéis de armar caballero,
  8      I.     4|             tan descuidado, que cada día me falta una; y porque castigo
  9      I.     5|              a fee que no se pase el día de mañana sin que dellos
 10      I.     5|      Licenciado de hacer lo que otro día hizo, que fue llamar a su
 11      I.     7|          nube una noche, después del día que vuestra merced de aquí
 12      I.     7|             a su escudero Sancho del día y la hora que pensaba ponerse
 13      I.     8|            él hizo tales cosas aquel día, y machacó tantos moros,
 14      I.     8|              se llamaron desde aquel día en adelante Vargas y Machuca.
 15      I.     8| regocijadamente, la venida del nuevo día saludaban. Al levantarse
 16      I.     8|             y a obra de las tres del día le descubrieron.~ ~ -Aquí -
 17      I.     8|             preceto tan bien como el día del domingo.~ ~ Estando
 18      I.     9|             todos ellos no durmió un día debajo de tejado, se fue
 19      I.     9|             manera:~ ~ Estando yo un día en el Alcaná de Toledo,
 20      I.    10|             me voy imaginando, algún día será menester usar de ese
 21      I.    11|        buenos hombres tienen todo el día no permite que pasen las
 22      I.    12|             el garrancho que el otro día me pasó este pie.~ ~ -Con
 23      I.    12|              de Salamanca, cuando un día remaneció vestido de pastor,
 24      I.    12|           Señor, y los autos para el día de Dios, que los representaban
 25      I.    12|             me cato, que remanece un día la melindrosa Marcela hecha
 26      I.    12|           estuviésedes, señor, algún día, veríades resonar estas
 27      I.    13|             comenzó a descubrirse el día por los balcones del Oriente,
 28      I.    13|              yo hacer tardanza de un día; pero de cuatro la hiciera,
 29      I.    15|          demasiada libertad de aquel día. Levantó luego a Rocinante,
 30      I.    17|         mesmo tono de voz con que el día antes había llamado a su
 31      I.    17|              aventuras de noche y de día, en invierno y en verano,
 32      I.    18|           Calla y ten paciencia; que día vendrá donde veas por vista
 33      I.    18|              le dijo:~ ~ -Éste es el día ¡oh Sancho! en el cual se
 34      I.    18|       guardado mi suerte; éste es el día, digo, en que se ha de mostrar,
 35      I.    19|           descomulgó, y anduvo aquel día el buen Rodrigo de Vivar
 36      I.    20|              que hay poco de aquí al día.~ ~ -Falte lo que faltare -
 37      I.    20|             hacerle esperar hasta el día, si pudiese; y así, cuando
 38      I.    20|       contando cuentos desde aquí al día, si ya no es que se quiere
 39      I.    20|          descansado cuando llegue el día y punto de acometer esta
 40      I.    21|             el que habían llevado el día de antes. De allí a poco,
 41      I.    22|           acomodado para ello: algún día lo diré a quien lo pueda
 42      I.    22|          Dios es servido; pero algún día sabrá alguno si me llamo
 43      I.    22|        podría ser que saliesen algún día en la colada las manchas
 44      I.    22|          podrá cumplir de noche y de día, huyendo o reposando, en
 45      I.    22|              aún no son las diez del día, y es pedir a nosotros eso
 46      I.    23|            no aventurarse todo en un día. Y sepa que, aunque zafio
 47      I.    23|           maravedís que ganabas cada día mediaba yo mi despensa!~ ~
 48      I.    24|            la fortuna que hallase un día un billete suyo pidiéndome
 49      I.    24|             desarmado, de noche o de día, o como más gusto le diere.~ ~
 50      I.    25|            él por estas soledades de día y de noche, y que no le
 51      I.    25|              tanta gracia, que algún día me vea con mi mujer y hijos.~ ~ -
 52      I.    25|              Oh Dulcinea del Toboso, día de mi noche, gloria de mi
 53      I.    25|               decir que se puso un día encima del campanario del
 54      I.    25|     alcanzólo a saber su mayor, y un día dijo a la buena viuda, por
 55      I.    26|             busca del Toboso, y otro día llegó a la venta donde le
 56      I.    27|        codicioso el mancebo.~ ~ Otro día llegaron al lugar donde
 57      I.    27|              estaban. El calor, y el día que allí llegaron, era de
 58      I.    27|         LUSCINDA A CARDENIO~ ~ «Cada día descubro en vos valores
 59      I.    27|            dañado intento), el mesmo día que se ofreció a hablar
 60      I.    27|         noche que precedió al triste día de mi partida ella lloró,
 61      I.    27|            ciudad a la hora de medio día, una señora muy hermosa
 62      I.    27|             casi como en vuelo, otro día me puse en mi lugar, al
 63      I.    28|       encarecerlo. Los ratos que del día me quedaban, después de
 64      I.    28|           traidor y fementido.~ ~ El día que sucedió a la noche de
 65      I.    28|              su parasismo hasta otro día, que contó a sus padres
 66      I.    31|             qué manera, amanece otro día más de mil leguas de donde
 67      I.    32|             de contar, llegaron otro día a la venta espanto y asombro
 68      I.    33|            muchos ratos y partes del día. Sucedió, pues, que uno
 69      I.    33|                  en Pedro, cuando el día se ha mostrado,~ ~ ~ ~Y
 70      I.    33|         entre los dos que desde otro día siguiente se comenzase la
 71      I.    33|              su esposo, porque aquel día tardaba en venir más de
 72      I.    33|             ofender a Camila, y otro día vino a comer con su amigo,
 73      I.    33|             Anselmo, y dijo que cada día daría el mesmo lugar, aunque
 74      I.    33|              cansado y vencido. Otro día recibió los cuatro mil escudos,
 75      I.    33|            me den.~ ~ ~ ~ Fuese otro día Anselmo a la aldea, dejando
 76      I.    33|             Partióse Anselmo, y otro día vino a su casa Lotario,
 77      I.    34|             provechosos, estuvo otro día escuchando a Lotario, el
 78      I.    34|              sin pesadumbre.~ ~ Otro día, estando los tres sobre
 79      I.    34|    experiencia que de oídas, y algún día te lo diré, señora; que
 80      I.    34|           poderlo hacer, aquel mismo día la halló sola, y ella, así
 81      I.    34|              se está con él hasta el día, tan a costa de mi crédito,
 82      I.    34|       Lotario que procurase que otro día se escondiese Anselmo donde
 83      I.    34|             Lotario; y Anselmo, otro día, con la excusa de ir a aquella
 84      I.    35|            se le acabó la vida. Otro día dio aviso su amigo a los
 85      I.    36|            más comodidad; y que otro día supo como Luscinda había
 86      I.    36|      monesterio; y así aguardando un día a que la portería estuviese
 87      I.    37|            ventero que aquí está hoy día tenía del un cabo de la
 88      I.    37|       conversación hasta el venidero día, donde todos acompañaremos
 89      I.    37|             la noche que fue nuestro día, cuando cantaron en los
 90      I.    38|      Lléguese, pues, a todo esto, el día y la hora de recebir el
 91      I.    38|            su ejercicio: lléguese un día de batalla; que allí le
 92      I.    39|      estrecho; y así, llamándonos un día a todos tres a solas en
 93      I.    39|             de la casa), en un mesmo día nos despedimos todos tres
 94      I.    39|           mis merecimientos; y aquel día, que fue para la cristiandad
 95      I.    39|     invencibles por la mar, en aquel día, digo, donde quedó el orgullo
 96      I.    39|              que siguió a tan famoso día con cadenas a los pies y
 97      I.    39|             cristianos los que aquel día alcanzaron la deseada libertad,
 98      I.    40|             con los cristianos. Cada día ahorcaba el suyo, empalaba
 99      I.    40|     apretadas. Acaeció, pues, que un día, estando en un terrado de
100      I.    40|           embarcarse en la mitad del día; y que la dificultad que
101      I.    40|             esposo, y con esto, otro día que acaeció a estar solo
102      I.    41|             coger algunas yerbas, un día, antes de mi partida, fui
103      I.    41|        tiempo se pasó, y se llegó el día y plazo de nosotros tan
104      I.    41|             viernes que se siguió al día que yo con Zoraida hablé
105      I.    41|            por cierto de vernos otro día al amanecer en las riberas
106      I.    41|       quedaba, como lo hicieron otra día, ya a vista de tierra de
107      I.    42|            que aunque nos hallara el día de mañana entretenidos en
108      I.    43|             de pesadumbre; y así, el día que nos partimos nunca pude
109      I.    43|           esperad que venga el nuevo día; que yo espero en Dios de
110      I.    43|             y seis años; que para el día de San Miguel que vendrá
111      I.    43|            no esperaba él que con el día se remediara su cuita, porque
112      I.    43|              y esperad que aclare el día, y entonces veremos si será
113      I.    44|             a esta sazón aclaraba el día; y, así por esto como por
114      I.    44|             lo impide, en este mesmo día ha de ser mi esposa. Por
115      I.    44|           sus criados, que por aquel día no le volviesen, porque
116      I.    44|              Y hay más: que el mismo día que ella se me quitó, me
117      I.    45|              quedó por jaez hasta el día del Juicio, y la bacía por
118      I.    45|              un caballero andante el día que se arma caballero y
119      I.    46|            lo echásemos de ver algún día; porque ¿quién sabe si por
120      I.    47|               dándoles un tanto cada día. Colgó Cardenio del arzón
121      I.    48|             saque». Acuérdome que un día dije a uno destos pertinaces: «-
122      I.    49|              verdad como es ahora de día? Y si es mentira, también
123      I.    49|         Magalona, pues aun hasta hoy día se vee en la armería de
124      I.    50|           hazañas, punto por punto y día por día, que el tal caballero
125      I.    50|            punto por punto y día por día, que el tal caballero hizo,
126      I.    51|             jamás se cobre. El mismo día que pareció Leandra la despareció
127      I.    52|             entraron en la mitad del día, que acertó a ser domingo,
128     II.     1|           junten en la Corte para un día señalado todos los caballeros
129     II.     1|            se han de contar desde el día y punto en que ha sido hecha
130     II.     1|           quede en su casa, que otro día, cuando haya más comodidad
131     II.     3|             que tengo para mí que el día de hoy están impresos más
132     II.     5|         condesa nuestra hija.~ ~ -El día que yo la viere condesa -
133     II.     6|              impertinentes como cada día le dan; que uno de los mayores
134     II.     6|             del cielo, de noche y de día, a pie y a caballo, medimos
135     II.     8|           para alcanzar a ver con el día al Toboso, adonde tengo
136     II.     8|              pasó aquella noche y el día siguiente, sin acontecerles
137     II.     8|            don Quijote. En fin, otro día, al anochecer, descubrieron
138     II.     9|           como creer que es ahora de día.~ ~ Guió don Quijote, y
139     II.     9|           habría madrugado antes del día a ir a su labranza; y así
140     II.     9|              se viene a más andar el día y no será acertado dejar
141     II.     9|             cercana, y yo volveré de día, y no dejaré ostugo en todo
142     II.    10|              señora, agora que es de día los pienso hallar, cuando
143     II.    10|              Y ¿habéisla visto algún día por ventura? - Ni yo ni
144     II.    10|           amigo? ¿Podré señalar este día con piedra blanca, o con
145     II.    10|            como el mismo sol a medio día?~ ~ -Yo no veo, Sancho -
146     II.    11|            dio a su amo; al cual, el día siguiente, le sucedió otra
147     II.    12|               La noche que siguió al día del rencuentro de la Muerte
148     II.    12|            en la sepultura.~ ~ -Cada día, Sancho -dijo don Quijote - ,
149     II.    12|      compañía, como si al romper del día no se hubieran de romper
150     II.    12|        seguro que les ha de coger el día en ellas y no las han de
151     II.    13|           vez hay que se nos pasa un día y dos sin desayunarnos,
152     II.    13|              ducados que me hallé un día en el corazón de Sierra
153     II.    13|             de noche en la mitad del día, y por esta sencillez le
154     II.    14|             y rufianes, esperemos el día, para que el sol vea nuestras
155     II.    14|            dio lugar la claridad del día para ver y diferenciar las
156     II.    16|            los otros; oigo misa cada día; reparto de mis bienes con
157     II.    16|        perlas en el muladar. Todo el día se le pasa en averiguar
158     II.    17|          ahora, no saldrá en todo el día. La grandeza del corazón
159     II.    18|          tiempo hasta que llegase el día de las justas de Zaragoza,
160     II.    18|                  Llegóse, en fin, el día de su partida, tan alegre
161     II.    19|             y más ricas que hasta el día de hoy se habrán celebrado
162     II.    19|           que no se puede mover otro día. Y díganme, ¿por ventura
163     II.    19|           que se pasean casi todo el día por el claustro de la Iglesia
164     II.    19|          comodidad pudiesen ver otro día las representaciones y danzas
165     II.    20|             de hacer para comer otro día tú y tu pequeña y angustiada
166     II.    20|         respondió:~ ~ -Hermano, este día no es de aquellos sobre
167     II.    20|            del tener se atenía; y el día de hoy, mi señor don Quijote,
168     II.    20|               por lo menos, hasta el día del juicio.~ ~ -Aunque eso
169     II.    20|        natural que primero llegue el día de mi muerte que el de la
170     II.    21|         novias en componerse para el día venidero de sus bodas. Íbanse
171     II.    22|           pláticas se les pasó aquel día, y a la noche se albergaron
172     II.    22|          cien brazas de soga, y otro día a las dos de la tarde llegaron
173     II.    23|              cierto como ahora es de día, que Durandarte acabó los
174     II.    23|            me mandastes en el aciago día de nuestra pérdida: yo os
175     II.    23|            en peor sazón y en aciago día bajó vuestra merced, caro
176     II.    23|             Sancho, me diste el otro día para dar limosna a los pobres
177     II.    25|             creo que mañana o esotro día han de salir en campaña
178     II.    25|            entre las once y doce del día, o de la noche, y que fuese
179     II.    26|             dél, casi a las ocho del día, dejaron la venta y se pusieron
180     II.    28|         ajeno de pelo cuelga, y cada día voy descubriendo tierra
181     II.    28|              mucho que trabajemos de día, por mal que suceda, a la
182     II.    28|             se ha de contar desde el día que vuesa merced me la prometió
183     II.    29|              verdad como es ahora de día; y antes que éste se pase,
184     II.    30|      despedimientos con su señor, un día se desgarrase y se fuese
185     II.    30|              Sucedió, pues, que otro día, al poner del sol y al salir
186     II.    31|       Quijote; y aquél fue el primer día que de todo en todo conoció
187     II.    32|            el Toboso, y que vive hoy día, y es hermosa, y principalmente
188     II.    32|              de Dulcinea, y que otro día, habiéndola visto Sancho
189     II.    32|              fuerzas no dormir aquel día ninguna, y vendría obediente
190     II.    34|             poner, diciendo que otro día había de volver al duro
191     II.    34|           Llegado, pues, el esperado día, armóse don Quijote, vistióse
192     II.    34|         Quijote - , y cuándo será el día, como otras muchas veces
193     II.    34|             y puestos se les pasó el día y se les vino la noche,
194     II.    35|           manifiestas señales que el día que al aurora venía pisando
195     II.    36|             la duquesa a Sancho otro día si había comenzado la tarea
196     II.    36|          donde habían de comer aquel día. Mostró la Duquesa la carta
197     II.    36|     religioso que a la mesa, el otro día, mostró tener tan mal talante
198     II.    37|              muladar con un tapiz en día de procesión. a fe que si
199     II.    40|            mañana en Francia, y otro día en Potosí; y es lo bueno
200     II.    42|            la ínsula prometida, otro día, que fue el que sucedió
201     II.    42|              que mañana en ese mesmo día habéis de ir al gobierno
202     II.    43|       madruga con el sol no goza del día; y advierte ¡oh Sancho!
203     II.    43|         refranes te han de llevar un día a la horca; por ellos te
204     II.    44|              de comer don Quijote el día que dio los consejos a Sancho,
205     II.    44|               que pensó ponerse otro día. Finalmente, él se recostó
206     II.    45|             está escrito y notado el día en que vueseñoría tomó posesión
207     II.    45|             y dice el epitafio: «Hoy día, a tantos de tal mes y de
208     II.    46|              como se había venido el día, el cual pasaron los Duques
209     II.    46|          Quijote. Y la Duquesa aquel día real y verdaderamente despachó
210     II.    46|          romance, que él mismo aquel día había compuesto:~ ~ ~-Suelen
211     II.    47|             estudiando de noche y de día, y tanteando la complexión
212     II.    47|             es endemoniado, y no hay día que tres o cuatro veces
213     II.    47|           Dime, desalmado, aún no ha día y medio que tengo el gobierno,
214     II.    48|            ni ahora son las diez del día, sino media noche, y aún
215     II.    49|     agradeceré, y se lo pagaré algún día; y no se burle nadie conmigo,
216     II.    49|           los que aquí venimos. Cada día se veen cosas nuevas en
217     II.    49|          reales, y mañana en todo el día salid desta ínsula desterrado
218     II.    49|              que el sol del cielo de día, y la luna y las estrellas
219     II.    49|              y propuso de luego otro día pedírsela por mujer a su
220     II.    50|            que el gobernador sólo un día llevó a caza, el cual todo
221     II.    51|           como buenos~ ~ Amaneció el día que se siguió a la noche
222     II.    51|      conserva se puso a juzgar aquel día, y lo primero que se le
223     II.    51|            que habiendo comido aquel día contra las reglas y aforismos
224     II.    51|            el Duque mi señor el otro día, dándome aviso que habían
225     II.    51|     descompuestos, ni de noche ni de día; ordenó que ningún ciego
226     II.    52|              conquista. Y estando un día a la mesa con los Duques,
227     II.    52|           merced, de meter este buen día en mi casa, yéndome a la
228     II.    52|          puntas de randas; gana cada día ocho maravedís horros, que
229     II.    55|             le dio lugar a que aquel día llegase al castillo del
230     II.    55|             y lamentaciones, vino el día, con cuya claridad y resplandor
231     II.    55|      claridad, que pareció ser ya de día, y que por alguna parte
232     II.    55|             en el trance en que otro día pensaba verse, dando un
233     II.    56|               y más, que aquel mismo día vino su mayordomo, y les
234     II.    56|             historia que se llegó el día de la batalla aplazada,
235     II.    56|           Llegado, pues, el temeroso día, y habiendo mandado el Duque
236     II.    57|       encerramiento; y así, pidió un día licencia a los Duques para
237     II.    57|            pasaba entre sí Sancho el día de la partida; y saliendo
238     II.    58|    representado. Ayer fue el primero día que aquí llegamos; tenemos
239     II.    58|       llevaban a un lugar donde otro día habían de correrse, pasaron
240     II.    60|        muestras de serlo asimesmo el día en que don Quijote salió
241     II.    60|            que había merendado aquel día, se dejó entrar de rondón
242     II.    61|             don Quijote esperando el día, así, a caballo, como estaba,
243     II.    62|           para alegrar aquel festivo día, se las hubieran puesto,
244     II.    62|             Duque.~ ~ Comieron aquel día con don Antonio algunos
245     II.    62|              en el seno para el otro día.~ ~ -No, señor, no es así -
246     II.    62|        frialdad de su baile.~ ~ Otro día le pareció a don Antonio
247     II.    62|             que aquél era el primero día donde se había de probar
248     II.    62|            de entrar con él en aquel día en el aposento de la cabeza,
249     II.    62|              emprenta. Y aquel mesmo día ordenó don Antonio de llevarle
250     II.    63|        Quijote, diciéndole:~ ~ -Este día señalaré yo con piedra blanca,
251     II.    63|            en buena hora, y que otro día hablaríamos en el modo que
252     II.    63|             mismo Ricote que topó el día que salió de su gobierno,
253     II.    64|            luego, porque hoy todo el día traigo de término para despachar
254     II.    64|          luego, porque no se pase el día que traéis determinado;
255     II.    65|             de la ciudad aquel mismo día, y se volvió a su patria,
256     II.    65|              visorrey.~ ~ Llegóse el día de la partida de don Antonio,
257     II.    66|      pláticas se les pasó todo aquel día, y aun otros cuatro, sin
258     II.    66|     estorbase su camino; y al quinto día, a la entrada de un lugar,
259     II.    66|           raso y descubierto, y otro día, siguiendo su camino, vieron
260     II.    66|            amo le esperase; que otro día, si se encontrasen, habría
261     II.    67|              temo no ha de llegar el día en que en tal ejercicio
262     II.    67|           ser posible ser siempre de día, ni siempre de noche, y
263     II.    68|          tiempo que falta de aquí al día daré rienda a mis pensamientos,
264     II.    68|      Dulcinea.~ ~ Llegóse en esto el día, dio el sol con sus rayos
265     II.    69|           echaba de ver la falta del día. En medio del patio se levantaba
266     II.    70|  pensamientos desatados, les tomó el día, y la gana de levantarse;
267     II.    70|            para partirse aquel mismo día, pues a los vencidos caballeros,
268     II.    71|            habían quebrado, y que el día se alargaba más de lo acostumbrado,
269     II.    72|             a su aldea~ ~ Todo aquel día, esperando la noche, estuvieron
270     II.    72|             auténticamente.~ ~ Aquel día y aquella noche caminaron
271     II.    72|             sobremodo, y esperaba el día, por ver si en el camino
272     II.    73|              flaca hoy que el primer día.~ ~ Finalmente, rodeados
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