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Parte. Capítulo
1 I. Pr| la Mancha, hasta que el cielo depare quien le adorne de 2 I. Pr| de serlo como lo está el cielo de la tierra. ¿Cómo que 3 I. 3| Quijote, alzó los ojos al cielo y, puesto el pensamiento ( 4 I. 4| dijo:~ ~ -Gracias doy al cielo por la merced que me hace, 5 I. 4| cerraba la boca, amenazando al cielo y a la tierra, y a los malandrines, 6 I. 5| suspiros que los ponía en el cielo; de modo, que de nuevo obligó 7 I. 7| ni evitar lo que por el cielo está ordenado.~ ~ -¿Quién 8 I. 8| historia, el cual, siéndole el cielo favorable, le halló del 9 I. 9| aunque bien sé que si el cielo, el caso y la fortuna no 10 I. 9| que estaban amenazando al cielo, a la tierra y al abismo: 11 I. 10| espada y alzando los ojos al cielo, dijo:~ ~ -Yo hago juramento 12 I. 10| para su amo dormirla al cielo descubierto, por parecerle 13 I. 11| de las inclemencias del cielo. Todo era paz entonces, 14 I. 12| lo que pasan, allá en el cielo, el sol y la luna; porque 15 I. 12| envía sus quejas al piadoso cielo. Y déste y de aquél, y de 16 I. 13| paz y sosiego, piden al cielo el bien de la tierra; pero 17 I. 13| debajo de cubierta, sino al cielo abierto, puestos por blanco 18 I. 13| tales ser enamorados como al cielo tener estrellas, y a buen 19 I. 13| elíseos, sus cejas arcos del cielo, sus ojos soles, sus mejillas 20 I. 13| depositario de un alma en quien el cielo puso infinita parte de sus 21 I. 14| que merezco~ ~ ~ ~que el cielo claro de tus bellos ojos~ ~ ~ ~ 22 I. 14| los discretos. Hízome el cielo, según vosotros decís, hermosa, 23 I. 14| no, decidme: si como el cielo me hizo hermosa me hiciera 24 I. 14| tengo: que, tal cual es, el cielo me la dio de gracia, sin 25 I. 14| engaño, llamo ni admito. El cielo aún hasta ahora no ha querido 26 I. 14| contemplar la hermosura del cielo, pasos con que camina el 27 I. 15| y a las inclemencias del cielo, dos años, sin que lo supiese 28 I. 17| decir que, envidioso el cielo de tanto bien como la ventura 29 I. 17| todas las inclemencias del cielo y a todos los incómodos 30 I. 17| que tenía por límite el cielo; y allí, puesto Sancho en 31 I. 18| que mejor lo hará el cielo contigo.~ ~ En estos coloquios 32 I. 20| yo nací, por querer del cielo, en esta nuestra edad de 33 I. 20| bastan los que ha hecho el cielo con vuestra merced en librarle 34 I. 20| que no parece en todo el cielo estrella alguna?~ ~ -Así 35 I. 20| cuanto más encima, en el cielo; puesto que, por buen discurso, 36 I. 20| dijo:~ ~ -Ea, señor, que el cielo, conmovido de mis lágrimas 37 I. 20| que yo nací por querer del cielo en esta nuestra edad de 38 I. 21| mala ventura, hasta que el cielo ordene otra cosa; porque 39 I. 22| Dios se lo pagará en el cielo, y nosotros tendremos en 40 I. 22| vosotros el efeto para que el Cielo me arrojó al mundo, y me 41 I. 22| su pecado; Dios hay en el cielo, que no se descuida de castigar 42 I. 23| Bendito sea todo el cielo, que nos ha deparado una 43 I. 23| cabe,~ ~ ~ ~Ni me viene del cielo esta ruína.~ ~ ~ ~ Presto 44 I. 23| de mi guerra, y haga el cielo que los engaños de tu esposo 45 I. 24| para remediar desdichas del cielo poco suelen valer los bienes 46 I. 24| en esta mesma tierra un cielo, donde puso el amor toda 47 I. 24| que a mí me celaba, y al cielo, a solas, descubría), quiso 48 I. 25| estrella de mi ventura, así el cielo te la dé buena en cuanto 49 I. 26| encomendarse a Dios , hasta que el cielo le acorrió, en medio de 50 I. 26| miraba al suelo, otras al cielo, y al cabo de haberse roído 51 I. 27| consiente en mi duelo?~ ~ ~ ~ El cielo.~ ~ ~ ~De ese modo, yo recelo~ ~ ~ ~ 52 I. 27| Amor, fortuna y el cielo.~ ~ ~ ¿Quién mejorará mi 53 I. 27| Entre benditas almas, en el cielo,~ ~ ~ ~Subiste alegre a 54 I. 27| son malas.~ ~ ~ ~ Deja el cielo, ¡oh amistad! o no permitas~ ~ ~ ~ 55 I. 27| quienquiera que seáis, que el cielo, que tiene cuidado de socorrer 56 I. 27| ventura, por habérmela dado el cielo por señora: exageraba su 57 I. 27| a mi parecer, de todo el cielo, hecho enemigo de la tierra 58 I. 27| extrema vida, hasta que el cielo sea servido de conducirle 59 I. 28| comunique mi desgracia al cielo, que no la de ningún hombre 60 I. 28| encaminaban, midiéndolos con el cielo, todos sus deseos; de los 61 I. 28| acompañase a los testigos del cielo; tornó don Fernando a reiterar 62 I. 28| entender que podría ser que el cielo hubiese puesto aquel impedimento 63 I. 28| la fuerza. Pero el justo cielo, que pocas o ningunas veces 64 I. 28| suspiros y lágrimas rogar al cielo se duela de mi desventura 65 I. 29| le tengo sino cuando al cielo se le antoja dármele por 66 I. 29| entrambos nos tuviese el cielo guardado mejor suceso en 67 I. 29| bien podemos esperar que el cielo nos restituya lo que es 68 I. 29| cuya venganza dejaré al cielo, por acudir en la tierra 69 I. 30| señor en su reino, cuando el cielo le hiciese tanto bien, que 70 I. 30| tenemos aquí como llovida del cielo, y después puede volverse 71 I. 30| Sancho - , Dios está en el cielo, que ve las trampas, y será 72 I. 33| cesaba de dar gracias al cielo, y a Lotario, por cuyo medio 73 I. 33| que el casado a quien el cielo había concedido mujer hermosa 74 I. 33| aparte los respetos del cielo por acudir a los de su amigo, 75 I. 33| Si bien otro no vee que cielo y tierra.~ ~ ~ ~ Así que, 76 I. 33| cometer. Dime, Anselmo, si el cielo, o la suerte buena, te hubiera 77 I. 33| paredes de su casa; tú eres su cielo en la tierra, el blanco 78 I. 33| con la tuya y con la del cielo. Pues si la mina de su honor, 79 I. 33| algún bien,~ ~ ~ ~con el cielo ha estatuido~ ~ ~ ~que, 80 I. 34| fortaleza del navío que el cielo te dio en suerte para que 81 I. 34| ricos males~ ~ ~ ~Estoy al cielo y a mi Clori dando.~ ~ ~ ~ 82 I. 34| mortal porfía,~ ~ ~ ~Al cielo, sordo; a Clori, sin oídos.~ ~ ~ ~ 83 I. 34| de aquel que navega, el cielo escuro,~ ~ ~ ~Por mar no 84 I. 34| entré en poder del que el cielo me dio por mío; limpia he 85 I. 34| sin que él la vea, y el cielo será servido de favorecer 86 I. 35| desamparado, a su parecer, del cielo que le cubría, y sobre todo 87 I. 36| vuestras dádivas. Notad cómo el cielo, por desusados y a nosotros 88 I. 36| que hiciste, y testigo el cielo, a quien tú llamaste por 89 I. 36| dijo:~ ~ -Si el piadoso cielo gusta y quiere que ya tengas 90 I. 36| posible, deshacer lo que el cielo ha hecho, o si te convendrá 91 I. 36| tuyo todo el tiempo que el cielo quisiere concedérsele; y 92 I. 36| particular providencia del cielo, se habían todos juntado 93 I. 36| dos gozasen el bien que el cielo ya les había concedido; 94 I. 36| quizá ha sido por orden del cielo, para que viendo yo en vos 95 I. 36| Cardenio; que yo rogaré al cielo que me los deje vivir con 96 I. 36| él era haber llegado al cielo, donde se rematan y tienen 97 I. 37| Fernando daba gracias al cielo por la merced recebida y 98 I. 37| y me empujaba hacia el cielo con mucho donaire y brío, 99 I. 37| vida? ¡Voto... -y miró al cielo y apretó los dientes - , 100 I. 37| y encaminar las almas al cielo; que a un fin tan sin fin 101 I. 37| maestro de la tierra y del cielo enseñó a sus allegados y 102 I. 37| ella, en la tierra ni en el cielo puede haber bien alguno. 103 I. 38| de las inclemencias del cielo, estando en la campaña rasa, 104 I. 38| esto no suceda, sino que el cielo piadoso le guarde y conserve 105 I. 38| la tierra. Pero haga el cielo lo que fuere servido; que 106 I. 39| sustentarme los días que el cielo fuere servido de darme de 107 I. 39| nuestra armada. Pero el cielo lo ordenó de otra manera, 108 I. 39| particular gracia y merced que el cielo hizo a España en permitir 109 I. 40| más alto y lo mejor del cielo,~ ~ ~ ~ Y, ardiendo en ira 110 I. 40| que el mundo os da, y el cielo gloria.~ ~ ~ -Desa mesma 111 I. 40| seno~ ~ ~ ~Habrán al claro cielo almas subido,~ ~ ~ ~Ni aun 112 I. 41| delante de mí una deidad del cielo, venida a la tierra para 113 I. 41| pudiera ser muy mala si el cielo no lo ordenara de otra manera, 114 I. 41| que no fuesen oídas del cielo; que, en nuestro favor, 115 I. 41| aquella noche la luna y el cielo mostrarse escuro, y por 116 I. 41| que por haberme hecho el cielo compañero de Zoraida, me 117 I. 42| y soles que acompañen el cielo que vuestra merced trae 118 I. 43| alcanzar desde la tierra el cielo.~ ~ ~ ~ Aquí dio fin la 119 I. 44| como yo quisiere, o como el cielo lo ordenare -respondió don 120 I. 44| o qué ha de ordenar el cielo, fuera de consentir en volveros? 121 I. 44| de la buena voz que el cielo le había dado, vinieron 122 I. 44| desde el punto que quiso el cielo y facilitó nuestra vecindad 123 I. 45| No la tenga yo en el cielo -dijo el pobre barbero - 124 I. 45| hija, pidiendo favor al cielo y a los que allí estaban. 125 I. 45| vil entendimiento que el cielo no os comunique el valor 126 I. 46| menesterosos; y quiera el cielo que el vuestro y mi deseo 127 I. 46| y pues no ha criado el cielo, ni visto el infierno, ninguno 128 I. 47| como la da el sol en el cielo. Perdonadme, fermosas damas, 129 I. 49| usar de la mucha que el cielo fue servido de darle, empleando 130 I. 50| cosa? Allí le parece que el cielo es más transparente, y que 131 I. 50| brazo, favoreciéndome el cielo, y no me siendo contraria 132 I. 51| extremadas partes con que el cielo y la naturaleza la habían 133 I. 51| solas comunicando con el cielo nuestras querellas. A imitación 134 I. 52| hallarse.~ ~ -Quiéralo así el cielo, marido mío; que bien lo 135 I. 52| dos de nuevo los gritos al cielo; allí se renovaron las maldiciones 136 I. 52| caballerías; allí pidieron al cielo que confundiese en el centro 137 II. Pr| que guían a los demás al cielo de la honra, y al de desear 138 II. Pr| parecer a campo abierto y al cielo claro, encubriendo su nombre, 139 II. 1| campos, sujeto al rigor del cielo, armado de todas armas desde 140 II. 1| profundo, que ya le suben al cielo, y ya le bajan al abismo; 141 II. 4| mucho riesgo, me deparase el cielo alguna ínsula, o otra cosa 142 II. 6| a las inclemencias del cielo, de noche y de día, a pie 143 II. 7| de su amo se le anubló el cielo y se le cayeron las alas 144 II. 7| andante. Pero no permita el cielo que por seguir mi gusto 145 II. 8| en el purgatorio o en el cielo.~ ~ -Está bien -dijo Sancho - ; 146 II. 8| lleva Dios a los suyos al cielo: religión es la caballería; 147 II. 8| que hay más frailes en el cielo que caballeros andantes.~ ~ - 148 II. 9| Dulcinea como dar un puño en el cielo.~ ~ -Sancho, Sancho -respondió 149 II. 10| la hermosura y a todo el cielo junto. -Y ¿adónde pensáis 150 II. 11| la carreta descubierta al cielo abierto, sin toldo ni zarzo. 151 II. 14| el del Bosque - . Por el cielo que nos cubre que peleé 152 II. 16| veces de millares, si el cielo no lo remedia. Finalmente, 153 II. 16| mis ojos. ¡Bendito sea el cielo! que con esa historia, que 154 II. 16| estudiante, que le dio el cielo padres que se lo dejen, 155 II. 16| inclinación que le dio el cielo, sin más estudio ni artificio, 156 II. 18| parecerme a mí que si el cielo milagrosamente no les da 157 II. 18| pienso hacer es el rogar al cielo le saque dél, y le dé a 158 II. 18| Bolonia y Salamanca! Plega al cielo que los jueces que os quitaren 159 II. 19| tiento y particular favor del cielo para acertarle. Quiere hacer 160 II. 19| mira de cuando en cuando al cielo, y otras veces clava los 161 II. 19| estaba delante del pueblo un cielo lleno de inumerables y resplandecientes 162 II. 20| La congoja de ver que el cielo se hace de bronce sin acudir 163 II. 20| estirpe mejor~ ~ ~ ~Que el cielo en la tierra cría,~ ~ ~ ~ 164 II. 21| claro entendimiento que el cielo quiso darme, y así me doy 165 II. 21| la bendición y pidió al cielo diese buen poso al alma 166 II. 21| debía de dar gracias al cielo más por habérsela quitado 167 II. 22| echaron o arrojaron del cielo, que vino volteando hasta 168 II. 22| una oración en voz baja al cielo, pidiendo a Dios le ayudase 169 II. 23| tierra y vio el sol del otro cielo, fue tanto el pesar que 170 II. 23| compararla sino con el mismo cielo.» Con esta satisfación que 171 II. 25| yo me sea, doy gracias al cielo, que me dotó de un ánimo 172 II. 26| Pero veis cómo el piadoso cielo socorre en las mayores necesidades: 173 II. 28| dormido en la dura tierra, al cielo abierto, sujeto a lo que 174 II. 28| que dicen inclemencias del cielo, sustentándome con rajas 175 II. 29| pidiendo devotamente al cielo le librase de tan manifiesto 176 II. 29| juntas y los ojos clavados al cielo, pidió a Dios con una larga 177 II. 32| discreciones, que le levantan al cielo. Finalmente, yo no le trocaría 178 II. 33| aína Sancho escudero al cielo, que no Sancho gobernador. 179 II. 33| al revés, Dios está en el cielo, que juzga los corazones.~ ~ - 180 II. 34| así como discurren por el cielo las exhalaciones secas de 181 II. 35| ni de las faltas, ni el cielo permita que yo engañe a 182 II. 35| esperaban. La tierra alegre, el cielo claro, el aire limpio, la 183 II. 36| doy infinitas gracias al cielo, y doy por muy bien empleado 184 II. 38| levantar los pensamientos al cielo de tanta belleza un caballero 185 II. 39| cerdas; que pluguiera al cielo que antes con su desmesurado 186 II. 40| compañía, yo espero en el cielo que mirara con buenos ojos 187 II. 41| dando muchas gracias al cielo de que con tan poco peligro 188 II. 41| cejas, me vi tan junto al cielo, que no había de mí a él 189 II. 41| alto ni por bajo, ni vi el cielo, ni la tierra, ni la mar, 190 II. 41| región del fuego entre el cielo de la luna y la última región 191 II. 41| aire, no podíamos llegar al cielo donde están las siete cabrillas 192 II. 41| haber de las cabras del cielo a las del suelo.~ ~ -Decidme, 193 II. 41| lo que habéis visto en el cielo, yo quiero que vos me creáis 194 II. 42| Después que bajé del cielo, y después que desde su 195 II. 42| darme una tantica parte del cielo, aunque no fuese más de 196 II. 42| yo no puedo dar parte del cielo a nadie, aunque no sea mayor 197 II. 42| tierra granjear las del cielo.~ ~ -Ahora bien -respondió 198 II. 42| de bellacos, me vaya al cielo; y esto no es por codicia 199 II. 42| Infinitas gracias doy al cielo, Sancho amigo, de que antes 200 II. 42| sino que des gracias al cielo, que dispone suavemente 201 II. 42| que con esto satisfarás al cielo que gusta que nadie se desprecie 202 II. 43| así tendrás pajes para el cielo y para el suelo; y este 203 II. 43| más me quiero ir Sancho al cielo que gobernador al infierno.~ ~ - 204 II. 43| porque siempre favorece el cielo los buenos deseos. Y vámonos 205 II. 44| topacios~ ~ ~ ~Mi belleza al cielo ensalza.~ ~ ~ ~Mi voz, ya 206 II. 45| hacha del mundo, ojo del cielo, meneo dulce de las cantimploras, 207 II. 45| tierra, la iré a buscar al cielo! Señor gobernador de mi 208 II. 48| años se debieron de ir al cielo, porque eran además buenos 209 II. 49| he visto que el sol del cielo de día, y la luna y las 210 II. 50| que doy muchas gracias al cielo de no haberme engañado en 211 II. 51| gracias particulares al cielo, el cual del estiércol sabe 212 II. 53| grande angustia!» Oyó el cielo su petición, y cuando menos 213 II. 53| dos platos, como volar al cielo sin alas. Yo soy del linaje 214 II. 54| clavados los ojos en el cielo, no parecía sino que ponían 215 II. 55| sacarán mis huesos, cuando el cielo sea servido que me descubran, 216 II. 55| fácil; que no a depararme el cielo a mi señor don Quijote, 217 II. 55| en su corazón gracias al cielo, y el Duque abrazó a Sancho, 218 II. 57| de dar cuenta estrecha al cielo de aquella ociosidad y encerramiento; 219 II. 58| Venturoso aquél a quien el cielo dio un pedazo de pan, sin 220 II. 58| agradecerlo a otro que al mismo cielo!~ ~ -Con todo eso -dijo 221 II. 58| el mundo y tiene agora el cielo.~ ~ Luego descubrieron otro 222 II. 58| humano. Ellos conquistaron el cielo a fuerza de brazos, porque 223 II. 58| fuerza de brazos, porque el cielo padece fuerza, y yo hasta 224 II. 58| con lo que quiere hacer el cielo. Llega Cipión a África, 225 II. 59| le tiene determinado el cielo, y sepa, señor, que no hay 226 II. 59| particulares gracias al cielo de que a su amo no le hubiese 227 II. 60| suerte se enderezase: que el cielo, por extraños y nunca vistos 228 II. 60| conoce su dolencia, y el cielo, o Dios, por mejor decir, 229 II. 60| paletas le pondrán en el cielo.~ ~ Rióse Roque del consejo 230 II. 63| abajo. Pensó Sancho que el cielo se desencajaba de sus quicios 231 II. 63| casi como prevenida del cielo, le dije que sí era; pero 232 II. 63| os tiene determinados el cielo, y lleven la pena de su 233 II. 64| cual, encomendándose al cielo de todo corazón y a su Dulcinea ( 234 II. 65| si puede, y dé gracias al cielo que, ya que le derribó en 235 II. 65| diligencias posibles, y haga el cielo lo que más fuere servido - 236 II. 66| mozo en mitad del campo, al cielo raso y descubierto, y otro 237 II. 68| que la luna estaba en el cielo; pero no en parte que pudiese 238 II. 68| pecado, y justo castigo del cielo es que a un caballero andante 239 II. 68| debe de ser castigo del cielo -respondió Sancho - que 240 II. 69| señores, y muchas gracias al cielo por haber puesto tal virtud 241 II. 70| Pero dígame, señora, así el cielo la acomode con otro más 242 II. 71| creer que me haya dado el cielo la virtud que tengo para 243 II. 71| servirte todos los días que el cielo nos diere de vida! Si ella 244 II. 71| tengamos en el campo, al cielo abierto; que yo me abriré 245 II. 71| te dieres. Favorézcate el cielo conforme tu buena intención 246 II. 71| dijo don Quijote - , el cielo te ayude, y pégate; que 247 II. 71| debajo de techado, o al cielo abierto.~ ~ -Pardiez, señor - 248 II. 72| del Toboso; y pluguiera al cielo que estuviera su desencanto 249 II. 74| no tuviese privilegio del cielo para detener el curso de 250 II. 74| ya por la disposición del cielo, que así lo ordenaba, se 251 II. 74| mi muerte, con ayuda del cielo, en mi provecho. Yo, señores,