Parte. Capítulo

  1      I.     7|       ínsula, y le dejase a él por gobernador della. Con estas promesas
  2      I.     7|            mucho deseo de verse ya gobernador de la ínsula que su amo
  3      I.    10|         ínsula de donde le hiciese gobernador, como se lo había prometido.
  4      I.    10|           solamente os pueda hacer gobernador, sino más adelante.~ ~ Agradecióselo
  5      I.    35|             que anoche la halló el gobernador descolgándose con una sábana
  6      I.    35|        ciudadano - , puesto que el Gobernador ha usado de mucha diligencia
  7      I.    47|        padre por sus puertas hecho gobernador o visorrey de alguna ínsula
  8      I.    47|       venir a ser papa, cuanto más gobernador de una ínsula, y más pudiendo
  9      I.    52|          me veréis presto conde, o gobernador de una ínsula, y no de las
 10     II.     3|        idóneo y más hábil para ser gobernador que no está agora.~ ~ -Por
 11     II.     4|            desgobernado que siendo gobernador; y ¿ yo por ventura si
 12     II.     4|            podría ser que viéndoos gobernador no conociésedes a la madre
 13     II.     5|        antes de mucho tiempo verme gobernador de una ínsula, aquí me caería
 14     II.    32|         muchas letras para ser uno gobernador, pues hay por ahí ciento
 15     II.    32|        consideráis que está electo gobernador?~ ~ A lo que respondió el
 16     II.    33|           dijo que se sentase como gobernador y hablase como escudero,
 17     II.    33|            querría yo que el señor gobernador me asolviese ciertas dudas
 18     II.    33|            al cielo, que no Sancho gobernador. Tan buen pan hacen aquí
 19     II.    33|           ser que a quince días de gobernador me comiese las manos tras
 20     II.    33|            buen escudero será buen gobernador.~ ~ -Todo cuanto aquí ha
 21     II.    34|            opinión, y cuando seáis gobernador, ocupaos en la caza y veréis
 22     II.    34|       respondió Sancho - : el buen gobernador, la pierna quebrada, y en
 23     II.    35|         azote un escudero, sino un gobernador; como quien dice: «bebe
 24     II.    35|         enviase a mis insulanos un gobernador cruel, de entrañas pedernalinas,
 25     II.    35|         azotar, o no habéis de ser gobernador.~ ~ -Señor -respondió Sancho - , ¿
 26     II.    36|            que va conforme a lo de gobernador, digo, al modo que deben
 27     II.    36|         andar a gatas. Mujer de un gobernador eres, ¡mira si te roerá
 28     II.    36|            de 1614.~ ~Tu marido el gobernador,~ ~Sancho Panza.~ ~ ~ ~
 29     II.    36|           poco descaminado el buen gobernador: la una, en decir o dar
 30     II.    36|        codicia rompe el saco, y el gobernador codicioso hace la justicia
 31     II.    37|         Después que tengo humos de gobernador se me han quitado los vaguidos
 32     II.    41|      insulanos cuando sepan que su gobernador se anda paseando por los
 33     II.    41|          bien espero como es verme gobernador.~ ~ A lo que el Duque dijo:~ ~ -
 34     II.    41|          deseo de recebiros por su gobernador que siempre han tenido,
 35     II.    42|           compusiese para ir a ser gobernador; que ya sus insulanos le
 36     II.    42|            tenía tan grande de ser gobernador; porque, ¿qué grandeza es
 37     II.    42|         que yo pugnaré por ser tal gobernador, que, a pesar de bellacos,
 38     II.    42|           probar a qué sabe el ser gobernador.~ ~ -Si una vez lo probáis,
 39     II.    42|           yo espero que seréis tal gobernador como vuestro juicio promete;
 40     II.    42|           la memoria para ser buen gobernador. De las armas manejaré las
 41     II.    42|             sin más ni más te vees gobernador de una ínsula, como quien
 42     II.    42|           lo que suele adquirir un gobernador discreto suele perder y
 43     II.    43|       padre alcalde... Y siendo yo gobernador, que es más que ser alcalde, ¡
 44     II.    43|       mundo; y siéndolo yo, siendo gobernador y juntamente liberal, como
 45     II.    43|           Que nadie se tome con su gobernador, ni con el que le manda,
 46     II.    43|      importa; y a lo que dijere el gobernador, no hay que replicar, como
 47     II.    43|       secas con pan y cebolla como gobernador con perdices y capones;
 48     II.    43|          si se imagina que por ser gobernador me ha de llevar el diablo,
 49     II.    43|      quiero ir Sancho al cielo que gobernador al infierno.~ ~ -Por Dios,
 50     II.    43|        dicho juzgo que mereces ser gobernador de mil ínsulas: buen natural
 51     II.    44|           de Sancho Panza, nuestro gobernador, un deseo de acabar presto
 52     II.    45|            admitieron por perpetuo gobernador de la ínsula Barataria.
 53     II.    45|       gordura y pequeñez del nuevo gobernador tenía admirada a toda la
 54     II.    45|      antigua en esta ínsula, señor gobernador, que el que viene a tomar
 55     II.    45|            del ingenio de su nuevo gobernador, y así, o se alegra o se
 56     II.    45|          el sastre dijo:~ ~ -Señor gobernador, yo y este hombre labrador
 57     II.    45|            se hizo lo que mandó el gobernador; ante el cual se presentaron
 58     II.    45|         verdaderamente.~ ~ Bajó el gobernador la vara, y en tanto, el
 59     II.    45|             Viendo lo cual el gran gobernador, preguntó al acreedor qué
 60     II.    45|            de oro?~ ~ -Sí -dijo el gobernador - ; o si no, yo soy el mayor
 61     II.    45|         admirados, y tuvieron a su gobernador por un nuevo Salomón.~ ~
 62     II.    45|     diciendo:~ ~ -¡Justicia, señor gobernador, justicia, y si no la hallo
 63     II.    45|           a buscar al cielo! Señor gobernador de mi ánima, este mal hombre
 64     II.    45|       faltar meaja.~ ~ Entonces el gobernador le preguntó si traía consigo
 65     II.    45|          la vida y salud del señor gobernador, que así miraba por las
 66     II.    45|           Mire vuesa merced, señor gobernador, la poca vergüenza y el
 67     II.    45|       háosla quitado? -preguntó el gobernador.~ ~ -¿Cómo quitar? -respondió
 68     II.    45|           y déjola.~ ~ Entonces el gobernador dijo a la mujer:~ ~ -Mostrad,
 69     II.    45|         Ella se la dio luego, y el gobernador se la volvió al hombre,
 70     II.    45|     cabizbaja y mal contenta, y el gobernador dijo al hombre:~ ~ -Buen
 71     II.    45|           y sentencias de su nuevo gobernador. Todo lo cual, notado de
 72     II.    47|           No se ha de comer, señor gobernador, sino como es uso y costumbre
 73     II.    47|        tanteando la complexión del gobernador, para acertar a curarle
 74     II.    47|            Ésas no comerá el señor gobernador en tanto que yo tuviere
 75     II.    47|        apalee; porque por vida del gobernador, y así Dios me le deje gozar,
 76     II.    47|          merced tiene razón, señor gobernador -respondió el médico - ;
 77     II.    47|           que ha de comer el señor gobernador ahora para conservar su
 78     II.    47|           respondió:~ ~ -Yo, señor gobernador, me llamo el doctor Pedro
 79     II.    47|      doctor viendo tan colérico al gobernador, y quiso hacer tirteafuera
 80     II.    47|           le puso en las manos del gobernador, y Sancho le puso en las
 81     II.    47|          así: «A don Sancho Panza, gobernador de la ínsula Barataria,
 82     II.    47|             Quién es aquí el señor gobernador?~ ~ -¿Quién ha de ser -respondió
 83     II.    47| aberenjenado; y perdóneme el señor gobernador si por tan menudo voy pintando
 84     II.    47|        para decir la verdad, señor gobernador, mi hijo es endemoniado,
 85     II.    47|             levantandose en pie el gobernador, asió de la silla en que
 86     II.    47|        parecer, temeroso de que el gobernador no ejecutase su cólera;
 87     II.    49|          ínsula~ ~ Dejamos al gran gobernador enojado y mohino con el
 88     II.    49|         Con esto quedó contento el gobernador, y esperaba con grande ansia
 89     II.    49|      moscas.~ ~ -Por cierto, señor gobernador -dijo el maestresala - ,
 90     II.    49|          tanto vuesa merced, señor gobernador -dijo el mayordomo - , que
 91     II.    49|          Llegó la noche, y cenó el gobernador, con licencia del señor
 92     II.    49|           pendencia; que yo soy el gobernador.~ ~ El otro contrario dijo:~ ~ -
 93     II.    49|          contrario dijo:~ ~ -Señor gobernador, yo la diré con toda brevedad.
 94     II.    49|          vea vuestra merced, señor gobernador, qué poca vergüenza y qué
 95     II.    49|            Vea vuesa merced, señor gobernador, qué es lo que se ha de
 96     II.    49|       aquél se fue a su casa, y el gobernador quedó diciendo:~ ~ -Ahora,
 97     II.    49|            mozo, y dijo:~ ~ -Señor gobernador, este mancebo venía hacia
 98     II.    49|            echar?~ ~ -Ahora, señor gobernador -respondió el mozo con muy
 99     II.    49|      cascos.~ ~ Fuese el mozo y el gobernador prosiguió con su ronda,
100     II.    49|        asido, y dijeron:~ ~ -Señor gobernador, este que parece hombre
101     II.    49|            Sancho:~ ~ -Haga, señor gobernador, apartar la gente, porque
102     II.    49|        quisiere.~ ~ Mandólo así el gobernador; apartáronse todos, si no
103     II.    49|         suspiros. Desesperábase el gobernador de la tardanza que tenía
104     II.    49|   enrizados. Apartáronse con él el gobernador, mayordomo y maestresala,
105     II.    49|     enamorado maestresala. Pero el gobernador les dijo:~ ~ -Por cierto,
106     II.    49|            El mancebo agradeció al gobernador la merced que quería hacerles
107     II.    49|      entender que a una hija de un gobernador ningún marido se le podía
108     II.    50|            señor don Sancho Panza, gobernador propio de la ínsula Barataria.~ ~ -¡
109     II.    50|          escudero andante, y no de gobernador alguno!~ ~ -Vuesa merced -
110     II.    50|           es mujer dignísima de un gobernador archidignísimo; y para prueba
111     II.    50|            Esta carta es del señor gobernador, y otra que traigo y estos
112     II.    50|           es ahora el señor Sancho gobernador de la ínsula Barataria,
113     II.    50|        dificultad se halla un buen gobernador en el mundo, y tal me haga
114     II.    50|            de paño finísimo que el gobernador sólo un día llevó a caza,
115     II.    50|          el señor Sancho Panza sea gobernador, no hay que dudar en ello;
116     II.    50|            atacadas después que es gobernador?~ ~ -No he mirado en ello -
117     II.    50|            que la que tiene marido gobernador muy bien le puede traer
118     II.    50|           el paje - ; que el señor gobernador Sancho a cada paso los dice;
119     II.    50|           el señor Sancho Panza es gobernador efectivo, y que mis señores
120     II.    50|           Sancho, Sancha, y cuando gobernador, señora, y no  si digo
121     II.    51|           la noche de la ronda del gobernador, la cual el maestresala
122     II.    51|        Levantóse, en fin, el señor gobernador, y por orden del doctor
123     II.    51|       Pídase a vuesa merced, señor gobernador, qué harán los jueces del
124     II.    51|               Así es como el señor gobernador dice -dijo el mensajero - ;
125     II.    51|            pasaje.~ ~ -Pues, señor gobernador -replicó el preguntador - ,
126     II.    51|            antes que viniese a ser gobernador desta ínsula: que fue que
127     II.    51|           daré orden como el señor gobernador coma muy a su gusto.~ ~ -
128     II.    51|           de hambre a tan discreto gobernador; y más, que pensaba concluir
129     II.    51|       carta de don Quijote para el gobernador. Mandó Sancho al secretario
130     II.    51|          la Mancha a Sancho Panza, gobernador de la ínsula Barataria~ ~ ~ ~ «
131     II.    51|       plazas; que la presencia del gobernador en lugares tales es de mucha
132     II.    51|      entender que después que eres gobernador, lo habrás aprendido. Y
133     II.    51|          merced~ ~Sancho Panza, el Gobernador.»~ ~ ~ Cerró la carta el
134     II.    51|            constituciones del gran gobernador Sancho Panza.»~ ~ ~ ~
135     II.    52|            Teresa Panza, mujer del gobernador Sancho Panza, de cuya llegada
136     II.    52|            mi marido Sancho Panza, gobernador de la ínsula Barataria,
137     II.    52|          que vueseñoría haya hecho gobernador a Sancho mi consorte ha
138     II.    52|           la hija de Sancho Panza, gobernador de la ínsula Barataria»;
139     II.    52|            carta que venía para el gobernador, que imaginaba debía de
140     II.    52|           yo llegué a oír que eres gobernador, me pensé allí caer muerta
141     II.    52|        cabras había de venir a ser gobernador de ínsulas? Ya sabes tú,
142     II.    52|           no pueden creer que eres gobernador, y dicen que todo es embeleco,
143     II.    52|            ahora que es hija de un gobernador, tú le darás la dote sin
144     II.    52|         puso en duda la sandez del gobernador. Retiróse la Duquesa, para
145     II.    53|                  Arma, arma, señor gobernador! ¡Arma, que han entrado
146     II.    53|            priesas.~ ~ -¡Ah, señor gobernador! -dijo otro - . ¿Qué relente
147     II.    53|           el serlo, siendo nuestro gobernador.~ ~ -Ármenme norabuena -
148     II.    53|            cuerpo.~ ~ -Ande, señor gobernador -dijo otro - ; que más el
149     II.    53|          vituperios probó el pobre gobernador a moverse, y fue dar consigo
150     II.    53|            pasara muy mal el pobre gobernador; el cual, en aquella estrecheza
151     II.    53|         van de vencida! ¡Ea, señor gobernador, levántese vuesa merced,
152     II.    53|      presente. Yo no nací para ser gobernador, ni para defender ínsulas
153     II.    53|            la mano que un cetro de gobernador; más quiero hartarme de
154     II.    53|            No ha de ser así, señor gobernador -dijo el doctor Recio - ;
155     II.    53|          mayordomo dijo:~ ~ -Señor gobernador, de muy buena gana dejáramos
156     II.    53|           pero ya se sabe que todo gobernador está obligado, antes que
157     II.    54|            le agradaba más que ser gobernador de todas las ínsulas del
158     II.    54|       Ricote.~ ~ -He dejado de ser gobernador de una ínsula -respondió
159     II.    55|            ayer se vio entronizado gobernador de una ínsula, mandando
160     II.    55|            desdichado desgobernado gobernador?»~ ~ Parecióle a don Quijote
161     II.    55|       asendereado de Sancho Panza, gobernador, por sus pecados y por su
162     II.    55|            puertas al campo. Si el gobernador sale rico de su gobierno,
163     II.    55|         Duquesa, aquí está vuestro gobernador Sancho Panza, que ha granjeado
164     II.    55|          le ha de dar nada por ser gobernador, no que de una ínsula, sino
165     II.    62|             y en el tiempo que fue gobernador aprendió a comer a lo melindroso:
166     II.    62|              dijo don Antonio - . ¿Gobernador ha sido Sancho?~ ~ -Sí -
167     II.    63|            aunque aborrecía el ser gobernador, como queda dicho, todavía
168     II.    65|     gobierno los deseos de ser más gobernador, no dejé la gana de ser
169     II.    66|           mismo, que si cuando era gobernador estaba alegre, agora que
170     II.    66|         pocos días que salí de ser gobernador y juez, como todo el mundo
171     II.    68|       hacerte! Por mí te has visto gobernador, y por mí te vees con esperanzas
172     II.    73|      pensaba que había de estar un gobernador, le dijo:~ ~ -¿Cómo venís
173     II.    73|   semejanza de desgobernado que de gobernador?~ ~ -Calla, Teresa -respondió
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