Parte. Capítulo

  1      I.     3|     llamaba la Tolosa, y que era hija de un remendón natural de
  2      I.     3|    llamaba la Molinera y que era hija de un honrado molinero de
  3      I.    12|   endiablada moza de Marcela, la hija de Guillermo el rico, aquélla
  4      I.    12|          y grandes riquezas, una hija, de cuyo parto murió su
  5      I.    12|          Guillermo, dejando a su hija Marcela, muchacha y rica,
  6      I.    12|          había de pasar la de la hija. Y así fue que cuando llegó
  7      I.    14|         cadáver, como la ingrata hija al de su padre Tarquino?
  8      I.    16|          Quijote, y hizo que una hija suya doncella, muchacha
  9      I.    16|          y luego la ventera y su hija le emplastaron de arriba
 10      I.    16|          estaban la ventera y su hija y la buena de Maritornes
 11      I.    16|         donde alojaba), y que la hija del ventero lo era del señor
 12      I.    17|         poco ha que a mí vino la hija del señor deste castillo,
 13      I.    17|    personas; mirábale también la hija del ventero, y él también
 14      I.    18|           y está enamorado de la hija de Pentapolín, que es una
 15      I.    18|           es la sin par Miulina, hija del duque Alfeñiquén del
 16      I.    20|     pastora llamada Torralba era hija de un ganadero rico; y este
 17      I.    21|       hallará con la Infanta, su hija, que ha de ser una de las
 18      I.    21|    tercera en sus amores, que es hija de un duque muy principal.~ ~ -
 19      I.    21|     paganos tenga guerra y tenga hija hermosa; pero tiempo habrá
 20      I.    21|       halle rey con guerra y con hija hermosa, y que yo haya cobrado
 21      I.    21|        me querrá el Rey dar a su hija por mujer, si no está primero
 22      I.    25|          dijo Sancho - . ¿Que la hija de Lorenzo Corchuelo es
 23      I.    26|  Dulcinea del Toboso, que era la hija de Lorenzo Corchuelo, de
 24      I.    27|         que yo para esposo de su hija; y que bien pudiera ella,
 25      I.    28|          era de tenerme a mí por hija; y, así por no tener otra
 26      I.    28|  sucedido en el desposorio de su hija, cosa tan pública en la
 27      I.    29|      eres la hermosa Dorotea, la hija única del rico Clenardo?~ ~
 28      I.    32|          La ventera, ventero, su hija y Maritornes, que vieron
 29      I.    32|         el ventero, su mujer, su hija, Maritornes y todos los
 30      I.    32|         el Cura, hablando con la hija del ventero.~ ~ -No ,
 31      I.    33|      hermosa de la misma ciudad, hija de tan buenos padres y tan
 32      I.    35|          como me llamo, ni sería hija de quien soy!~ ~ Estas y
 33      I.    35|      buena criada Maritornes. La hija callaba, y de cuando en
 34      I.    37|          Dorotea, la ventera, su hija y Maritornes, llevadas del
 35      I.    38|         tanto que la ventera, su hija y Maritornes aderezaban
 36      I.    40|           el cual tenía una sola hija, heredera de toda su hacienda,
 37      I.    41|        hermosa si se parece a mi hija, que es la más hermosa de
 38      I.    41|          su padre a Zoraida:~ ~ -Hija, retírate a la casa y enciérrate,
 39      I.    41|         estábamos, y viendo a su hija de aquella manera, le preguntó
 40      I.    41|       respondió:~ ~ -No importa, hija, que el cristiano se vaya;
 41      I.    41|  respondió Agi Morato - ; que mi hija no dice esto porque tú ni
 42      I.    41|        costar la vida. Cuando su hija le vio, se cubrió los ojos
 43      I.    41|           Él, como vio allí a su hija, comenzó a suspirar ternísimamente,
 44      I.    41|         mí, y por esa desdichada hija mía, o si no, por ella sola,
 45      I.    41|        lengua:~ ~ -¿Qué es esto, hija, que ayer al anochecer,
 46      I.    41|        lo que el moro decía a su hija nos lo declaraba el renegado,
 47      I.    41|        en preguntar a Zoraida tu hija, tantas cosas, porque con
 48      I.    41|         verdad lo que éste dice, hija? -dijo el moro.~ ~ -Así
 49      I.    41|          es el que te has hecho, hija?~ ~ - Eso -respondió ella -
 50      I.    41|        decía:~ ~ -¡Vuelve, amada hija, vuelve a tierra, que todo
 51      I.    41|     maldiciones que el moro a su hija había echado, que siempre
 52      I.    42|         contento el Oidor que su hija, que era la doncella, se
 53      I.    42|          aquella doncella era su hija, de cuyo parto había muerto
 54      I.    42|      rico con el dote que con la hija se le quedó en casa. Pidióles
 55      I.    42|  vinieron Luscinda, Dorotea y la hija del Oidor. Estaba esperando
 56      I.    42|          hizo que la abrazase su hija; allí la cristiana hermosa
 57      I.    42|           que ansí se llamaba la hija del Oidor. Nadie podía imaginar
 58      I.    43|          solamente no dormían la hija de la ventera y Maritornes
 59      I.    43|          razonamiento, cuando la hija de la ventera le comenzó
 60      I.    43|     pasada, la doncella fermosa, hija de la señora de aquel castillo,
 61      I.    43|         miembros de su enamorada hija.~ ~ Parecióle a Maritornes
 62      I.    44|         socorro. La ventera y su hija no vieron a otro más desocupado
 63      I.    44|          don Quijote, a quien la hija de la ventera dijo:~ ~ -
 64      I.    44|      Maritornes, la ventera y su hija, que se desesperaban de
 65      I.    44|          a mi señora doña Clara, hija vuestra y señora mía, desde
 66      I.    44|         cuán bien le estaba a su hija aquel matrimonio; puesto
 67      I.    45|           la ventera gritaba; su hija se afligía; Maritornes lloraba;
 68      I.    45|   llevaron luego Maritornes y su hija, pidiendo favor al cielo
 69      I.    47|      carro, salió la ventera, su hija y Maritornes a despedirse
 70      I.    50|           Qué lobos os espantan, hija? ¿No me diréis qué es esto,
 71      I.    51|          él decía, era tener una hija de tan extremada hermosura,
 72      I.    51|         padre y la belleza de la hija movieron a muchos, así del
 73      I.    51| cualquiera de nosotros estaba su hija bien empleada; y, por salir
 74      I.    51|        la voluntad de su querida hija el escoger a su gusto; cosa
 75      I.    51| entrambos con la poca edad de su hija y con palabras generales,
 76      I.    51|       pues le habían dejado a su hija con la joya que, si una
 77      I.    51|        la mala opinión en que su hija se puso. Los pocos años
 78     II.     5|         que Mari Sancha, vuestra hija, no se morirá si la casamos;
 79     II.     5|          en fin, mejor parece la hija mal casada que bien abarraganada.~ ~ -
 80     II.     5|           llamándola de villana, hija del destripaterrones y de
 81     II.     5|        cierto, he criado yo a mi hija! Traed vos dineros, Sancho,
 82     II.     5|      estorbarme que no case a mi hija con quien me  nietos que
 83     II.     5|      temo que este condado de mi hija ha de ser su perdición.
 84     II.     5|          a vuestro gusto; que mi hija ni yo, por el siglo de mi
 85     II.     5|      dicha): si yo dijera que mi hija se arrojara de una torre
 86     II.     5|        ha de ser condesa nuestra hija.~ ~ -El día que yo la viere
 87     II.     6|       sobrina derechamente, como hija de mi misma hermana, que
 88     II.    19|  sospechas, ordenó de casar a su hija con el rico Camacho, no
 89     II.    31|      Mencía de Quiñones, que fue hija de don Alonso de Marañón,
 90     II.    32|        Quijote - que Dulcinea es hija de sus obras, y que las
 91     II.    36|         saya y cuerpos a nuestra hija. Don Quijote mi amo, según
 92     II.    47|         llamada Clara Perlerina, hija de Andrés Perlerino, labrador
 93     II.    47|          fin al fin ha de ser mi hija; que la quiero bien y no
 94     II.    48|        cuyo matrimonio nació una hija para rematar con mi ventura,
 95     II.    48|       viuda y desamparada, y con hija a cuestas, que iba creciendo
 96     II.    48|          reino de Aragón, y a mi hija ni más ni menos, adonde,
 97     II.    48|         viniendo días, creció mi hija, y con ella todo el donaire
 98     II.    48|        ser su esposo, burló a mi hija, y no se la quiere cumplir;
 99     II.    48|          labrador se case con mi hija, hace orejas de mercader
100     II.    48|        delante la orfandad de mi hija, su gentileza, su mocedad,
101     II.    48|      puesta en comparación de mi hija, no la llega con dos leguas.
102     II.    49|   diciendo:~ ~ -Yo, señores, soy hija de Pedro Pérez Mazorca,
103     II.    49|          la verdad es que yo soy hija de Diego de la Llana, que
104     II.    49|          que tiene un hijo y una hija, y que después que enviudó
105     II.    49|         ha visto el rostro de su hija; que la tiene tan encerrada
106     II.    49|  respondió la doncella - , y esa hija soy yo; si la fama miente,
107     II.    49|          al mozo con Sanchica su hija, y determinó de ponerlo
108     II.    49|     dándose a entender que a una hija de un gobernador ningún
109     II.    50| avellanada; la cual, viendo a su hija, y al paje a caballo, le
110     II.    50|        sino una pobre labradora, hija de un estripaterrones, y
111     II.    50|       Quedó pasmada Teresa, y su hija ni más ni menos, y la muchacha
112     II.    50|       Encomiéndeme a Sanchica su hija, y dígale de mi parte que
113     II.    50|       toda.~ ~ -Todo es para ti, hija -respondió Teresa - ; pero
114     II.    50|           Mirad la tal por cual, hija del harto de ajos, y cómo
115     II.    50|          Y ¡cómo que dices bien, hija! -respondió Teresa - . Y
116     II.    50|         buen Sancho, y veras tú, hija, cómo no para hasta hacerme
117     II.    51| agradecido; que la ingratitud es hija de la soberbia, y uno de
118     II.    52|          la otra enlutada era su hija, la burlada del hijo del
119     II.    52|  hiciésedes que se casase con mi hija, en cumplimiento de la palabra
120     II.    52|      cargo el remedio de vuestra hija, a la cual le hubiera estado
121     II.    52|          Y yo también -añadió la hija, toda llorosa y toda vergonzosa
122     II.    52|     Rodríguez y de su malandante hija. Estando en esto, para acabar
123     II.    52|       mis vecinas que si yo y mi hija andamos orondas y pomposas
124     II.    52|      responderá: «-La mujer y la hija de Sancho Panza, gobernador
125     II.    52|          mí no olvide. Sancha mi hija y mi hijo besan a vuesa
126     II.    52|      dolor grande. a Sanchica tu hija, se le fueron las aguas
127     II.    52|         hacer del tuyo a nuestra hija.~ ~ ~ «Unas bellotas envié
128     II.    52|        que la Berrueca casó a su hija con un pintor de mala mano,
129     II.    52|         ajuar; pero ahora que es hija de un gobernador, tú le
130     II.    54|        pasar desde Valencia a mi hija y a mi mujer, que  que
131     II.    54|          cierto que la Ricota mi hija y Francisca Ricota mi mujer
132     II.    54|         qué se fue mi mujer y mi hija antes a Berbería que a Francia,
133     II.    54|          partió dél mi mujer, mi hija y mi cuñado?~ ~ -Sí hallé -
134     II.    54|          séte decir que salió tu hija tan hermosa que salieron
135     II.    54|       ese caballero adamaba a mi hija; pero fiado en el valor
136     II.    54|          cristianos viejos, y mi hija, que, a lo que yo creo,
137     II.    55|        robador de la honra de la hija de doña Rodríguez, a quien
138     II.    56|     Tosilos, en la defensa de la hija de la dueña doña Rodríguez~ ~
139     II.    56|      campo y las dueñas, madre y hija, demandantes, había acudido
140     II.    56|         se había de casar con la hija de doña Rodríguez; y si
141     II.    56|       quiero casarme con vuestra hija, y no quiero alcanzar por
142     II.    56|         cual doña Rodríguez y su hija, dando grandes voces, dijeron:~ ~ -¡
143     II.    56|        vida.~ ~ A lo que dijo la hija de Rodríguez:~ ~ -Séase
144     II.    56|     quedaron doña Rodríguez y su hija contentísimas de ver que,
145     II.    60|         yo soy Claudia Jerónima, hija de Simón Forte, tu singular
146     II.    60|       desposarte con Leonora, la hija del rico Balvastro?~ ~ -
147     II.    60|      Vicaría de Nápoles, con una hija pequeña, una doncella y
148     II.    61|     vuestra, señor caballero, es hija o parienta muy cercana de
149     II.    63|         Oh Ana Félix, desdichada hija mía! Yo soy tu padre Ricote,
150     II.    63|    confirmóse que aquélla era su hija, la cual ya desatada, abrazó
151     II.    63|             Ésta, señores, es mi hija, más desdichada en sus sucesos
152     II.    63|      otros alemanes, a buscar mi hija, y a desenterrar muchas
153     II.    63|        escondidas. No hallé a mi hija; hallé el tesoro, que conmigo
154     II.    63|   enriquece, que es a mi querida hija. Si nuestra poca culpa y
155     II.    63|        cuanto a ser Ana Félix su hija; que en esotras zarandajas
156     II.    65|         y ocho años. Ricote y su hija salieron a recebirle, el
157     II.    65|         padre con lágrimas, y la hija con honestidad. No se abrazaron
158     II.    65|      alguno que quedasen en ella hija tan cristiana y padre, al
159     II.    66|        sobre el casamiento de la hija de doña Rodríguez.~ ~ -¡
160     II.    67|        de ingenioso! Sanchica mi hija nos llevará la comida al
161     II.    73|         de la mano a Sanchica su hija, acudió a ver a su marido;
162     II.    73|     mujer de la mano, tirando su hija al rucio, se fueron a su
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