Parte. Capítulo

  1      I.    33|         Toscana, vivían Anselmo y Lotario, dos caballeros ricos y
  2      I.    33|       pasatiempos amorosos que el Lotario, al cual llevaban tras sí
  3      I.    33|          gustos por seguir los de Lotario, y Lotario dejaba los suyos,
  4      I.    33|          seguir los de Lotario, y Lotario dejaba los suyos, por acudir
  5      I.    33|        con el parecer de su amigo Lotario, sin el cual ninguna cosa
  6      I.    33|         que llevó la embajada fue Lotario, y el que concluyó el negocio,
  7      I.    33|         dar gracias al cielo, y a Lotario, por cuyo medio tanto bien
  8      I.    33|      suelen ser alegres, continuó Lotario como solía la casa de su
  9      I.    33|     visitas y parabienes, comenzó Lotario a descuidarse con cuidado
 10      I.    33|       Notó Anselmo la remisión de Lotario, y formó dél quejas grandes,
 11      I.    33|        razones que Anselmo dijo a Lotario para persuadille volviese
 12      I.    33|        solía a su casa, respondió Lotario con tanta prudencia, discreción
 13      I.    33|        semana y las fiestas fuese Lotario a comer con él; y, aunque
 14      I.    33| concertado entre los dos, propuso Lotario de no hacer más de aquello
 15      I.    33|           se tiene. También decía Lotario que tenían necesidad los
 16      I.    33|        leal y verdadero como aquí Lotario le pide? No lo  yo, por
 17      I.    33|            yo, por cierto; sólo Lotario era éste, que con toda solicitud
 18      I.    33|         la ciudad, Anselmo dijo a Lotario las semejantes razones:~ ~ -
 19      I.    33|      razones:~ ~ -Pensabas, amigo Lotario, que a las mercedes que
 20      I.    33|      locura.~ ~ Suspenso tenían a Lotario las razones de Anselmo,
 21      I.    33|    confianza te hago saber, amigo Lotario, que el deseo que me fatiga
 22      I.    33|         la obra, quiero ¡oh amigo Lotario! que te dispongas a ser
 23      I.    33|        razones que Anselmo dijo a Lotario, a todas las cuales estuvo
 24      I.    33|    Anselmo, y tú sabes que yo soy Lotario: el daño está en que yo
 25      I.    33|     pensado que tampoco yo soy el Lotario que debía ser; porque las
 26      I.    33|           se han de pedir a aquel Lotario que tú conoces; porque los
 27      I.    33|         di lo que quisieres.~ ~ Y Lotario prosiguió diciendo:~ ~ -
 28      I.    33|       esto el virtuoso y prudente Lotario, y Anselmo quedó tan confuso
 29      I.    33|           has visto he escuchado, Lotario amigo, cuanto has querido
 30      I.    33|     concluida la causa.~ ~ Viendo Lotario la resoluta voluntad de
 31      I.    33|          haría. A todo se ofreció Lotario, bien con diferente intención
 32      I.    33|         lo acostumbrado.~ ~ Fuese Lotario a su casa, y Anselmo quedó
 33      I.    33|           suya, tan contento como Lotario fue pensativo, no sabiendo
 34      I.    33|         manteles y Anselmo dijo a Lotario que se quedase allí con
 35      I.    33|         Camila que no se fuese, y Lotario se ofreció a hacerle compañía;
 36      I.    33|        Anselmo: antes importunó a Lotario que se quedase y le aguardase,
 37      I.    33|       Camila que no dejase solo a Lotario, en tanto que él volviese.
 38      I.    33|          solos a la mesa Camila y Lotario, porque la demás gente de
 39      I.    33|          había ido a comer. Viose Lotario puesto en la estacada que
 40      I.    33|          era razón que le temiera Lotario. Pero lo que hizo fue poner
 41      I.    33|          a dormir en él. No quiso Lotario, y allí se quedó dormido
 42      I.    33|         Camila en su aposento y a Lotario durmiendo, creyó que, como
 43      I.    33|           y no vio la hora en que Lotario despertase, para volverse
 44      I.    33|         le sucedió como él quiso: Lotario despertó, y luego salieron
 45      I.    33|           deseaba, y le respondió Lotario que no le había parecido
 46      I.    33|         muchos días que sin decir Lotario palabra a Camila, respondía
 47      I.    33|           daré más pesadumbre.~ ~ Lotario respondió que ya que había
 48      I.    33|   habiendo dejado Anselmo solos a Lotario y a Camila, como otras veces
 49      I.    33|          que en más de media hora Lotario no habló palabra a Camila,
 50      I.    33|           del aposento llamando a Lotario aparte, le preguntó qué
 51      I.    33|         qué temple estaba Camila. Lotario le respondió que no pensaba
 52      I.    33|             Ah! -dijo Anselmo - , Lotario, Lotario, y cuán mal correspondes
 53      I.    33|         dijo Anselmo - , Lotario, Lotario, y cuán mal correspondes
 54      I.    33|         dejar corrido y confuso a Lotario; el cual, casi como tomando
 55      I.    33|         estuviese ausente vendría Lotario a mirar por su casa y a
 56      I.    33|           otro día vino a su casa Lotario, donde fue rescebido de
 57      I.    33|      jamás se puso en parte donde Lotario la viese a solas, porque
 58      I.    33|          tres días primeros nunca Lotario le dijo nada, aunque pudiera,
 59      I.    33|        ponía freno a la lengua de Lotario.~ ~ Pero el provecho que
 60      I.    33|          silencio en la lengua de Lotario, redundó más en daño de
 61      I.    33|        corazón de carne. Mirábala Lotario en el lugar y espacio que
 62      I.    33|          dieron con la lealtad de Lotario en tierra; y, sin mirar
 63      I.    33|       esta sequedad se desmayó en Lotario la esperanza, que siempre
 64      I.    33|           cual, habiendo visto en Lotario lo que jamás pensara, no
 65      I.    34|           y entendió por ella que Lotario había ya comenzado la empresa,
 66      I.    34|           no huir la presencia de Lotario, por no dar que decir a
 67      I.    34|    temerosa de que no pensase que Lotario había visto en ella alguna
 68      I.    34|       callando a todo aquello que Lotario decirle quisiese, sin dar
 69      I.    34|           manera como disculpar a Lotario con Anselmo, cuando le preguntase
 70      I.    34|      estuvo otro día escuchando a Lotario, el cual cargó la mano de
 71      I.    34|         lágrimas y las razones de Lotario en su pecho habían despertado.
 72      I.    34|      despertado. Todo esto notaba Lotario, y todo le encendía. Finalmente,
 73      I.    34|            aduló, porfió y fingió Lotario con tantos sentimientos,
 74      I.    34|           mucho, si la amistad de Lotario no quedó en pie? Ejemplo
 75      I.    34|          nuevos amantes. No quiso Lotario decir a Camila la pretensión
 76      I.    34|     estimaba. Fuese luego a ver a Lotario, y hallóle en su casa; abrazáronse
 77      I.    34|           oh amigo Anselmo! -dijo Lotario - son de que tienes una
 78      I.    34|         Anselmo de las razones de Lotario, y así se las creyó como
 79      I.    34|           le debía; y que, cuando Lotario no quisiera tomar trabajo
 80      I.    34|           será menester eso -dijo Lotario - , pues no me son tan enemigas
 81      I.    34|         que le había parecido que Lotario la miraba un poco más desenvueltamente
 82      I.    34|       imaginación suya, porque ya Lotario huía de vella y de estar
 83      I.    34|     sospecha, porque él sabía que Lotario andaba enamorado de una
 84      I.    34|         que temer de la verdad de Lotario y de la mucha amistad de
 85      I.    34|           estar avisada Camila de Lotario de que eran fingidos aquellos
 86      I.    34|        sobre mesa, rogó Anselmo a Lotario dijese alguna cosa de las
 87      I.    34|           la conociera -respondió Lotario - , no encubriera yo nada;
 88      I.    34|            no la dicen -respondió Lotario - ; mas en cuanto enamorados,
 89      I.    34|     acreditar los pensamientos de Lotario con Camila, tan descuidada
 90      I.    34|      Anselmo como ya enamorada de Lotario.~ ~ Y así, con el gusto
 91      I.    34|      dijese:~ ~ -Sí  -respondió Lotario - ; pero no creo que es
 92      I.    34|         deshonra, pues cuando más Lotario le deshonraba, entonces
 93      I.    34|        que con el tiempo comprara Lotario la entera posesión que le
 94      I.    34|        debe de haber acontecido a Lotario, habiendo tomado el amor
 95      I.    34|         las promesas y dádivas de Lotario toda su alma, viendo en
 96      I.    34|           virtudes cuán digno era Lotario de ser amado. Pues si esto
 97      I.    34|  pensamientos; sino asegúrate que Lotario te estima como tú le estimas
 98      I.    34|          noticia de Anselmo ni de Lotario. Leonela respondió que así
 99      I.    34|           no los pudo quitar, que Lotario no le viese una vez salir,
100      I.    34|     Camila no lo remediara. Pensó Lotario que aquel hombre que había
101      I.    34|        parece sino que le faltó a Lotario en este punto todo su buen
102      I.    34|        Anselmo con las razones de Lotario, porque le cogieron en tiempo
103      I.    34|           los fingidos asaltos de Lotario, y comenzaba a gozar la
104      I.    34|        dijo:~ ~ -Tú lo has hecho, Lotario, como yo esperaba de tu
105      I.    34|          pensado.~ ~ Prometióselo Lotario, y, en apartándose dél,
106      I.    34|         le dijo:~ ~ -Sabed, amigo Lotario, que tengo una pena en el
107      I.    34|           Camila esto decía creyó Lotario que era artificio para desmentille
108      I.    34|        quedó Camila de oír lo que Lotario le decía, y con mucho enojo
109      I.    34|    inremediable negocio, y dijo a Lotario que procurase que otro día
110      I.    34|      Anselmo le escuchaba. Porfió Lotario que le acabase de declarar
111      I.    34|      buenos).~ ~ Con esto, se fue Lotario; y Anselmo, otro día, con
112      I.    34|   atrevidos y deshonestos ojos de Lotario que fuese causa de darle
113      I.    34|   quitarte la vida o quitársela a Lotario? Que cualquiera destas cosas
114      I.    34|        estaba resuelta en matar a Lotario, quiso salir y descubrirse,
115      I.    34|      antes que saliese a llamar a Lotario; pero, en fin, salió, y
116      I.    34|        acertado haber despedido a Lotario, como otras muchas veces
117      I.    34|   quisiera que la prueba de venir Lotario faltara, temeroso de algún
118      I.    34|        vio que Leonela volvía con Lotario de la mano; y, así como
119      I.    34|       delante della, le dijo:~ ~ -Lotario, advierte lo que te digo;
120      I.    34|     agradare. Lo primero, quiero, Lotario, que me digas si conoces
121      I.    34|              No era tan ignorante Lotario, que desde el primer punto
122      I.    34|     fuerza y ligereza arremetió a Lotario con la daga desenvainada,
123      I.    34|       viendo que no podía haber a Lotario, o fingiendo que no podía,
124      I.    34|           la mano de la daga, que Lotario la tenía asida, la sacó,
125      I.    34|   desmayada.~ ~ Estaban Leonela y Lotario suspensos y atónitos de
126      I.    34|       bañada en su sangre. Acudió Lotario con mucha presteza, despavorido
127      I.    34|         en el lecho, suplicando a Lotario fuese a buscar quien secretamente
128      I.    34|         obligación de vengarse de Lotario, lo cual no podría ser sin
129      I.    34|           verse con su buen amigo Lotario, congratulándose con él
130      I.    34|      salió y luego fue a buscar a Lotario; el cual hallado, no se
131      I.    34|      Camila. Todo lo cual escuchó Lotario sin poder dar muestras de
132      I.    34|           aunque Anselmo veía que Lotario no se alegraba, creía ser
133      I.    34|          de los siglos venideros. Lotario alabó su buena determinación
134      I.    35|     industria, hacía mal rostro a Lotario, porque Anselmo entendiese
135      I.    35|          su hecho, pidió licencia Lotario para no venir a su casa,
136      I.    35|          de casa y se fue a la de Lotario, a quien contó lo que pasaba
137      I.    35|    confusión en que Camila puso a Lotario fue tal que no le sabía
138      I.    35|        que el caso pedía la llevó Lotario y la dejó en el monesterio,
139      I.    35|         de su desdicha a su amigo Lotario. Mas cuando no le halló,
140      I.    35|          se dice públicamente que Lotario, aquel grande amigo de Anselmo
141      I.    35|              el camino que llevan Lotario y Camila?~ ~ -Ni por pienso -
142      I.    35|            le vinieron nuevas que Lotario había muerto en una batalla
Best viewed with any browser at 800x600 or 768x1024 on Tablet PC
IntraText® (VA2) - Some rights reserved by EuloTech SRL - 1996-2010. Content in this page is licensed under a Creative Commons License