Parte. Capítulo

  1      I.    23|         diciendo: «¡Ah fementido Fernando! ¡Aquí, aquí me pagarás
  2      I.    23| encaminaban a decir mal de aquel Fernando, y a tacharle de traidor
  3      I.    23|        que alguno que se llamaba Fernando le debía de haber hecho
  4      I.    24|       segundo del Duque, llamado Fernando, mozo gallardo, gentil hombre,
  5      I.    24|     llegó al extremo con que don Fernando me quería y trataba. Es,
  6      I.    24|    privanza que yo tenía con don Fernando dejada de serlo, por ser
  7      I.    24|        término los deseos de don Fernando, que se determinó, para
  8      I.    24|       Ricardo, su padre; mas don Fernando, como astuto y discreto,
  9      I.    24|    quiero decir que así como don Fernando gozó a la labradora, se
 10      I.    24|        cuenta, por mi mal, a don Fernando, por parecerme que, en la
 11      I.    24|       con cuán justas causas don Fernando a Luscinda alababa, me pesaba
 12      I.    24| aseguraba. Procuraba siempre don Fernando leer los papeles que yo
 13      I.    27|    billete que había hallado don Fernando entre el libro de Amadís
 14      I.    27|    Luscinda en la opinión de don Fernando por una de las más discretas
 15      I.    27|        efetuase. Díjele yo a don Fernando en lo que reparaba el padre
 16      I.    27|       todo esto me respondió don Fernando que él se encargaba de hablar
 17      I.    27|         pudiera imaginar que don Fernando, caballero ilustre, discreto,
 18      I.    27|          que, pareciéndole a don Fernando que mi presencia le era
 19      I.    27|         y le dije lo que con don Fernando quedaba concertado, y que
 20      I.    27|         yo de la traición de don Fernando, que procurase volver presto,
 21      I.    27|         cartas al hermano de don Fernando; fui bien recebido, pero
 22      I.    27|          invención del falso don Fernando, pues no le faltaban a su
 23      I.    27|               La palabra que don Fernando os dio de hablar a vuestro
 24      I.    27|    ventaja que él piensa que don Fernando os hace, ha venido en lo
 25      I.    27|        gusto, había movido a don Fernando a enviarme a su hermano.
 26      I.    27|          El enojo que contra don Fernando concebí, junto con el temor
 27      I.    27|        aguardando en la sala don Fernando el traidor y mi padre el
 28      I.    27|    señora Luscinda, al señor don Fernando, que está presente, por
 29      I.    27|          punto. ¡Ah, traidor don Fernando, robador de mi gloria, muerte
 30      I.    27|     quiero», y lo mesmo dijo don Fernando; y, dándole el anillo, quedaron
 31      I.    27|        un papel cerrado, que don Fernando tomó luego y se le puso
 32      I.    27|         el castigo del falso don Fernando, y aun en el mudable de
 33      I.    27| maldiciones de Luscinda y de don Fernando, como si con ellas satisficiera
 34      I.    27|        antes de ofrecérseles don Fernando, no pudieran ellos mesmos
 35      I.    27|    Luscinda y del agravio de don Fernando; que si esto él hace sin
 36      I.    28|   puestos en la solicitud de don Fernando, que éste es el nombre del
 37      I.    28|         hubo bien nombrado a don Fernando la que el cuento contaba,
 38      I.    28|          las diligencias que don Fernando hizo para declararme su
 39      I.    28|          mal la gentileza de don Fernando, ni que tuviese a demasía
 40      I.    28|        sabían la voluntad de don Fernando, porque ya a él no se le
 41      I.    28|         que había entre mí y don Fernando, y que por aquí echaría
 42      I.    28|      jamás quise responder a don Fernando palabra que le pudiese mostrar,
 43      I.    28|       decírosla. Finalmente, don Fernando supo que mis padres andaban
 44      I.    28|         pasa fue que tomando don Fernando una imagen que en aquel
 45      I.    28|       grande estado, ni será don Fernando el primero a quien hermosura,
 46      I.    28| perdición, los juramentos de don Fernando, los testigos que ponía,
 47      I.    28|    testigos del cielo; tornó don Fernando a reiterar y confirmar sus
 48      I.    28|   apriesa como yo pienso que don Fernando deseaba; porque después
 49      I.    28| alcanzaron. Digo esto porque don Fernando dio priesa por partirse
 50      I.    28|       cometida de encerrar a don Fernando en mi mismo aposento, porque
 51      I.    28|         Díjele, al partir, a don Fernando que por el mesmo camino
 52      I.    28|        descreer, de la fe de don Fernando; y  también que mi doncella
 53      I.    28|        cerca se había casado don Fernando con una doncella hermosísima
 54      I.    28|          lo menos, a decir a don Fernando me dijese con qué alma lo
 55      I.    28|      Díjome que la noche que don Fernando se desposó con Luscinda,
 56      I.    28|          podía ser esposa de don Fernando, porque lo era de Cardenio
 57      I.    28|        si había dado el sí a don Fernando, fue por no salir de la
 58      I.    28|       Todo lo cual visto por don Fernando, pareciéndole que Luscinda
 59      I.    28|         que luego se ausentó don Fernando, y que Luscinda no había
 60      I.    28|     mejor no haber hallado a don Fernando, que no hallarle casado,
 61      I.    28|          qué hacerme, pues a don Fernando no hallaba, llegó a mis
 62      I.    29|          a las sinrazones de don Fernando, y el que aguardó a oír
 63      I.    29|         no puede casarse con don Fernando, por ser mía, ni don Fernando
 64      I.    29|    Fernando, por ser mía, ni don Fernando con ella, por ser vuestro,
 65      I.    29|      hasta veros en poder de don Fernando, y que cuando con razones
 66      I.    29|          orden como buscar a don Fernando, o como llevar a Dorotea
 67      I.    29|   hermosura, y confirmaron a don Fernando por de poco conocimiento,
 68      I.    36|          tenía era su esposo don Fernando; y apenas le hubo conocido,
 69      I.    36|        descubrió, la conoció don Fernando, que era el que estaba abrazado
 70      I.    36|        primero que vio fue a don Fernando, que tenía abrazada a Luscinda.
 71      I.    36|          a Luscinda. También don Fernando conoció luego a Cardenio;
 72      I.    36|   mirábanse todos, Dorotea a don Fernando, don Fernando a Cardenio,
 73      I.    36|      Dorotea a don Fernando, don Fernando a Cardenio, Cardenio a Luscinda,
 74      I.    36|         Luscinda, hablando a don Fernando desta manera:~ ~ -Dejadme,
 75      I.    36|               Dejadme, señor don Fernando, por lo que debéis a ser
 76      I.    36|         era; que, viendo que don Fernando aún no la dejaba de los
 77      I.    36|     mismos que acompañaban a don Fernando, y cuantos presentes estaban,
 78      I.    36|          en ellas. Escuchóla don Fernando sin replicalle palabra,
 79      I.    36|        dejaban los brazos de don Fernando, que apretada la tenían.
 80      I.    36|     tenido, así como la dejó don Fernando, iba a caer en el suelo;
 81      I.    36|        que a las espaldas de don Fernando se había puesto porque no
 82      I.    36|    espectáculo fue éste para don Fernando y para todos los circunstantes,
 83      I.    36|      Parecióle a Dorotea que don Fernando había perdido la color del
 84      I.    36|          quitaba los ojos de don Fernando, con determinación de que,
 85      I.    36|      acudieron los amigos de don Fernando, y el Cura y el Barbero,
 86      I.    36|           y todos rodeaban a don Fernando, suplicándole tuviese por
 87      I.    36|         el valeroso pecho de don Fernando (en fin, como alimentado
 88      I.    36|       poner de rodillas ante don Fernando, dándole gracias de la merced
 89      I.    36|        corteses razones, que don Fernando no sabía qué responderles;
 90      I.    36|          lo cual gustó tanto don Fernando y los que con él venían,
 91      I.    36|      como hubo acabado, dijo don Fernando lo que en la ciudad le había
 92      I.    37|     Dorotea, y el gigante en don Fernando, y su amo se estaba durmiendo
 93      I.    37|         por la misma cuenta. Don Fernando daba gracias al cielo por
 94      I.    37|       vestía contó el cura a don Fernando y a los demás las locuras
 95      I.    37|        Dorotea.~ ~ -No -dijo don Fernando - , no ha de ser así: que
 96      I.    37|          lanzón. Suspendió a don Fernando y a los demás la extraña
 97      I.    37|    ventero.~ ~ Al cual mandó don Fernando que callase y no interrumpiese
 98      I.    37|          la determinación de don Fernando de que se prosiguiese adelante
 99      I.    37|       basta.~ ~ -Basta -dijo don Fernando, y no se hable más en esto;
100      I.    37|          entre don Quijote y don Fernando; pero a todo puso silencio
101      I.    37|    hermosa mora.~ ~ Preguntó don Fernando al cautivo cómo se llamaba
102      I.    37|        de los que venían con don Fernando había el ventero puesto
103      I.    37|   Zoraida, y frontero dellas don Fernando y Cardenio, y luego el cautivo
104      I.    38|         en él se recogiesen, don Fernando rogó al cautivo les contase
105      I.    39|        don Pedro de Aguilar, don Fernando miró a sus camaradas, y
106      I.    42|          el Cautivo, a quien don Fernando dijo:~ ~ -Por cierto, señor
107      I.    42|    Especialmente, le ofreció don Fernando que si quería volverse con
108      I.    42|          y a recebirla; pero don Fernando, Cardenio y el Cura le hicieron
109      I.    42|  contento, llamando aparte a don Fernando, a Cardenio y al Cura, les
110      I.    44|        decir lo que pasaba a don Fernando y a Cardenio, y a los demás,
111      I.    44|      especialmente Cardenio, don Fernando, sus camaradas, el Oidor,
112      I.    45|     mismo confirmó Cardenio, don Fernando y sus camaradas; y aun el
113      I.    45|       duda -respondió a esto don Fernando - , sino que el señor don
114      I.    45|     reían de ver cómo andaba don Fernando tomando los votos de unos
115      I.    45|   Quijote, y a Cardenio, y a don Fernando, que todos favorecían a
116      I.    45|        el Oidor le defendía; don Fernando tenía debajo de sus pies
117      I.    45|          veían malparados de don Fernando, Cardenio y sus camaradas,
118      I.    45|        el Oidor comunicó con don Fernando, Cardenio y el Cura qué
119      I.    45|        fin, fue acordado que don Fernando dijese a los criados de
120      I.    45|         cuatro la calidad de don Fernando y la intención de don Luis,
121      I.    45|         molido y pateado por don Fernando, le vino a la memoria que,
122      I.    45|        con quietud en él!~ ~ Don Fernando despartió al cuadrillero
123      I.    46|       para acompañarle donde don Fernando le quería llevar; y, como
124      I.    46|  apaciguó el Cura, y lo pagó don Fernando, puesto que el Oidor, de
125      I.    46|  incomparable liberalidad de don Fernando.~ ~ Viéndose, pues, don
126      I.    46|         verdad que su esposo don Fernando, alguna vez, a hurto de
127      I.    46|         es y ansí será -dijo don Fernando - ; por lo cual debe vuestra
128      I.    46|          de volver Dorotea y don Fernando con don Quijote a su aldea,
129      I.    46|         don Quijote, y luego don Fernando y sus camaradas, con los
130      I.    47|        Decía esto Sancho por don Fernando, que, como tan señor, debía
131      I.    47|         y criado; y temiendo don Fernando y Cardenio que Sancho no
132      I.    47|    Barbero se despidieron de don Fernando y sus camaradas, y del Capitán
133      I.    47|        sus sucesos, diciendo don Fernando al Cura dónde había de escribirle
134      I.    49|         aventuras a Alemania don Fernando de Guevara, donde se combatió
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