Parte. Capítulo

  1      I.     3|          las armas. El ventero daba voces que le dejasen, porque ya
  2      I.     4|            allí estaba, salían unas voces delicadas, como de persona
  3      I.     4|            mis buenos deseos. Estas voces, sin duda, son de algún
  4      I.     4|            donde le pareció que las voces salían. Y a pocos pasos
  5      I.     4|            años, que era el que las voces daba, y no sin causa, porque
  6      I.     4|          molió como cibera. Dábanle voces sus amos que no le diese
  7      I.     5|         estaba diciéndoles su ama a voces:~ ~ -¿Qué le parece a vuestra
  8      I.     5|            y así, comenzó a decir a voces:~ ~ -Abran vuestras mercedes
  9      I.     5|            de Antequera.~ ~ A estas voces salieron todos, y, como
 10      I.     7|              en esto, comenzó a dar voces don Quijote, diciendo:~ ~ -
 11      I.     7|            cama, y proseguía en sus voces y en sus desatinos, dando
 12      I.     7|            mal viejo, dijo en altas voces que por enemistad secreta
 13      I.     8|        Rocinante, sin atender a las voces que su escudero Sancho le
 14      I.     8|            gigantes, que ni oía las voces de su escudero Sancho, ni
 15      I.     8|         eran; antes iba diciendo en voces altas:~ ~ -Non fuyades,
 16      I.    10|           atrás, le fue forzoso dar voces a su amo, que se aguardase.
 17      I.    12|            decirle, sino llamarla a voces cruel y desagradecida, con
 18      I.    13|          corrió tras el viento, dio voces a la soledad, sirvió a la
 19      I.    14|             en altas e inteligibles voces, dijo:~ ~ -Ninguna persona,
 20      I.    16|        porque, habiéndola llamado a voces, no respondía. Con esta
 21      I.    17|          por carnestolendas.~ ~ Las voces que el mísero manteado daba
 22      I.    17|            a la boca, se paró a las voces que su amo le daba, diciendo:~ ~ -
 23      I.    17|       sanaras, sin duda.~ ~ A estas voces volvió Sancho los ojos,
 24      I.    18|   costezuela como un rayo.~ ~ Diole voces Sancho, diciéndole:~ ~ -
 25      I.    18|             Quijote; antes en altas voces iba diciendo:~ ~ -Ea, caballeros,
 26      I.    18|            la manada venían dábanle voces que no hiciese aquello;
 27      I.    19|          vuestro afán?~ ~ Dio luego voces a Sancho Panza que viniese;
 28      I.    19|       jumento, y luego acudió a las voces de su amo, y ayudó a sacar
 29      I.    21|            le sigan y rodeen, dando voces, diciendo: «Éste es el Caballero
 30      I.    23|          don Quijote despertó a las voces, y oyó que en ellas decía:~ ~ -¡
 31      I.    23|            un hombre anciano. Diole voces don Quijote, y rogóle que
 32      I.    27|        campos se hallan pastores de voces extremadas, más son encarecimientos
 33      I.    27|          salir entonces, diciendo a voces!: «¡Ah, Luscinda, Luscinda!
 34      I.    27|       honestos deseos.~ ~ Con estas voces y con esta inquietud caminé
 35      I.    27|      rasgándome los vestidos, dando voces por estas soledades, maldiciendo
 36      I.    28|              no fui poderosa de dar voces, ni aun él creo que me las
 37      I.    28|        salirme por las calles dando voces, publicando la alevosía
 38      I.    29|           quistión. En esto, oyeron voces y conocieron que el que
 39      I.    29|             los dejó, los llamaba a voces. Saliéronle al encuentro,
 40      I.    29|             los brazos y diciendo a voces:~ ~ -Para bien sea hallado
 41      I.    29|             maese Nicolás dando aún voces todavía, y de un golpe,
 42      I.    30|         fuera porque Dorotea le dio voces que no le diera más, sin
 43      I.    30|          conocido, cuando a grandes voces le dijo:~ ~ -¡Ah, ladrón
 44      I.    31|          Sancho.~ ~ En esto les dio voces maese Nicolás que esperasen
 45      I.    31|       bosque,  unos gritos y unas voces muy lastimosas, como de
 46      I.    31|         pareció que las lamentables voces sonaban, y hallé atado a
 47      I.    35|         todo alborotado, diciendo a voces:~ ~ -Acudid, señores, presto
 48      I.    35|             que don Quijote decía a voces:~ ~ -¡Tente, ladrón, malandrín,
 49      I.    36|           contenta hasta que, a las voces de tus importunidades, y,
 50      I.    36|   conciencia no ha de faltar de dar voces callando en mitad de tus
 51      I.    41|         corriendo, y dijo a grandes voces que por las bardas o paredes
 52      I.    41|       muchas, grandes y desaforadas voces, comenzó a decir en arábigo: «-¡
 53      I.    41|             poco sobre el agua. Dio voces Zoraida que le sacasen,
 54      I.    41|             tierra, y desde allí, a voces, prosiguió en sus maldiciones
 55      I.    41|          comenzamos todos a grandes voces a pedir socorro, y a rogar
 56      I.    41|         palo con un cuchillo. Dimos voces, y él, alzando la cabeza,
 57      I.    41|            Arma, arma!~ ~ Con estas voces quedamos todos confusos,
 58      I.    41|           pero considerando que las voces del pastor habían de alborotar
 59      I.    44|             despertado a las mismas voces imaginando lo que podía
 60      I.    44|    preguntaron qué tenía, que tales voces daba. Él, sin responder
 61      I.    44|           preguntas, oyeron grandes voces a la puerta de la venta,
 62      I.    44|       ventero tuvo necesidad de dar voces y pedir socorro. La ventera
 63      I.    45|         cuadrilleros; don Luis daba voces a sus criados, que le dejasen
 64      I.    45|           don Quijote; el Cura daba voces; la ventera gritaba; su
 65      I.    45|          toda la venta era llantos, voces, gritos, confusiones, temores,
 66      I.    45|         dejaba alentar, y a grandes voces decía:~ ~ -¡Favor a la Santa
 67      I.    50|            venía un cabrero dándole voces, y diciéndole palabras a
 68      I.    52|             menos le detuvieron las voces que Sancho le daba, diciendo:~ ~ -¿
 69      I.    52|       alcances, viéndole caído, dio voces a su moledor que no le diese
 70      I.    52|            al villano no fueron las voces de Sancho, sino el ver que
 71      I.    52|          decir se puede!~ ~ Con las voces y gemidos de Sancho revivió
 72     II.     1|          cueros, preguntó a grandes voces quién era el que se iba
 73     II.     1|          pensar ahorcarme.~ ~ A las voces y a las razones del loco
 74     II.     1|         conversación, daban grandes voces en el patio, y acudieron
 75     II.     2|          Cuenta la historia que las voces que oyeron don Quijote,
 76     II.     9|       puercos, mayaban gatos, cuyas voces, de diferentes sonidos,
 77     II.    11|             del pueblo, y iba dando voces, diciendo:~ ~ -Deteneos,
 78     II.    11|           desde aquí te ayudaré con voces y advertimientos saludables.~ ~ -
 79     II.    14|           así como la vio, en altas voces dijo:~ ~ -¡Acude, Sancho,
 80     II.    14|           habían hecho, y a grandes voces dijo:~ ~ -Mire vuesa merced
 81     II.    16|           nueva aventura, a grandes voces llamó a Sancho que viniese
 82     II.    17|             cuando don Quijote daba voces a Sancho que le trujese
 83     II.    17|           el leonero dijo a grandes voces:~ ~ -Séanme testigos cuantos
 84     II.    17|         donde claramente oyeron las voces de don Quijote, que los
 85     II.    21|      antecedente, se oyeron grandes voces y gran ruido, y dábanlas
 86     II.    21|       oyeron a sus espaldas grandes voces, y una que decía:~ ~ -Esperaos
 87     II.    21|          como presurosa.~ ~ A cuyas voces y palabras todos volvieron
 88     II.    21|             qué habían de parar sus voces y sus palabras, temiendo
 89     II.    21|       petición del herido, en altas voces dijo que Basilio pedía una
 90     II.    21|        hacer ni qué decir; pero las voces de los amigos de Basilio
 91     II.    21|      simples que curiosos, en altas voces comenzaron a decir:~ ~ -¡
 92     II.    21|      respeto. Don Quijote a grandes voces decía:~ ~ -Teneos, señores,
 93     II.    22|               Iba don Quijote dando voces que le diesen soga y más
 94     II.    22|           poco a poco; y cuando las voces, que acanaladas por la cueva
 95     II.    22|            don Quijote, a quien dio voces Sancho, diciéndole:~ ~ -
 96     II.    23|             y descansar un poco. Di voces pidiéndoos que no descolgásedes
 97     II.    26|            de masa de mazapán. Daba voces maese Pedro, diciendo:~ ~ -
 98     II.    29| representaban una mala vista. Daban voces grandes, diciendo:~ ~ -¡
 99     II.    29|            en el barco, con grandes voces comenzó a amenazar a los
100     II.    31|         señores, diciendo a grandes voces:~ ~ -¡Bien sea venido la
101     II.    32|       Quijote, cuando oyeron muchas voces y gran rumor de gente en
102     II.    34|              cerca casi sonaban las voces de los combatientes; lejos
103     II.    41|            presentes levantaron las voces, diciendo:~ ~-¡Dios te guíe,
104     II.    41|            padre!~ ~ Oyó Sancho las voces, y apretándose con su amo
105     II.    41|          altos, si alcanzan acá sus voces, y no parecen sino que están
106     II.    45|            cual venía dando grandes voces, diciendo:~ ~ -¡Justicia,
107     II.    45|           la defendía, la cual daba voces diciendo:~ ~ -¡Justicia
108     II.    46|           reja, y a decir a grandes voces:~ ~ -¡Afuera, malignos encantadores! ¡
109     II.    46|   despartirla, y don Quijote dijo a voces:~ ~ -¡No me le quite nadie! ¡
110     II.    50|            entrar en su casa dijo a voces desde la puerta:~ ~ -Salga,
111     II.    50|           mi buen padre.~ ~ A cuyas voces salió Teresa Panza su madre,
112     II.    53|         gran ruido de campanas y de voces, que no parecía sino que
113     II.    53|             añadiéndose al ruido de voces y campanas el de infinitas
114     II.    53|            gritando todos a grandes voces:~ ~ -¡Arma, arma, señor
115     II.    53|          los enemigos crecen, y las voces se aumentan y el peligro
116     II.    53|             tornaron a reforzar las voces, y a reiterar el «¡arma!»
117     II.    53|          los ejércitos, y a grandes voces decía:~ ~ -¡Aquí de los
118     II.    53|       cuando menos lo esperaba, oyó voces que decían:~ ~ -¡Vitoria,
119     II.    54|            en ala, y levantando las voces todos juntos, comenzaron
120     II.    55|          comenzó a lamentarse y dar voces, por ver si alguno le oía;
121     II.    55|       alguno le oía; pero todas sus voces eran dadas en desierto,
122     II.    55|      estándola mirando, oyó grandes voces dentro; y escuchando atentamente,
123     II.    56|     escudero Sancho, dijo a grandes voces:~ ~ -¡Dios te guíe, nata
124     II.    56|          puesto; antes, con grandes voces, llamó al maese de campo,
125     II.    56|            estaba, y dijo a grandes voces:~ ~ -Yo, señora, quiero
126     II.    56|            y su hija, dando grandes voces, dijeron:~ ~ -¡Éste es engaño;
127     II.    58|        venía más delante, a grandes voces comenzó a decir a don Quijote:~ ~ -¡
128     II.    58|          tras la vacada, diciendo a voces:~ ~ -¡Deteneos y esperad,
129     II.    60|             sucedióle lo mesmo. Dio voces llamando a don Quijote,
130     II.    60|           Roque Guinart no le diera voces que se detuviese. Pasmóse
131     II.    63|        podían los del bajel oír las voces que desde ella les decían
132     II.    64|            podía ser oído, en altas voces, encaminando sus razones
133     II.    69|      acompañaron las flautas, y las voces de todos, que aclamaban:~ ~ -¡
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